c u a r e n t a y c i n c o

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Aldo concentró su mirada en los
árboles que lograba ver desde su ventana, intentando pensar un poco, desde lo sucedido con el alfa no ha salido de casa, sin embargo por mas que no quiera verlo hoy debe regresar a la escuela ya faltó cuatro días.

Cuando el resto de su familia se entero o al menos lo medio hizo, lo tomaron algo mal, su hermana estuvo a punto de ir a golpear a su ex novio, mientras que su padre Emilio igual se molesto demasiado, de no ser por sus otro papá le hubiera ido a reclamar.

Como tal jamas contó lo sucedido debido a que no tuvo ánimos de hacerlo y ninguno insistió, situación que agradeció demasiado, era bastante vergonzoso el contar que lo uso solo para acostarse y que probablemente ahora fotos suyas en ropa interior estarán por toda la escuela o incluso en Internet.

— Lamento interrumpir pero se supone que iras a la escuela y se te hará tarde — comentó el rizado parado en la puerta, dedicándole una sonrisa a su hijo, antes de entrar a sentarse junto a él— No me gusta verte triste, tu y tu hermana son lo mas importante. No soy de meterme en sus relaciones, aun así hay algo que no puedo callarme, sabes que Yhojan a venido a buscarte a diario, por mi le hubiera pedido que no regresara jamás después de verte tan afectado. Sin embargo vi algo, conozco la mirada de alguien que está sufriendo y él lo está haciendo, es algo que no puedes actuar ni fingir y creme que yo lo sé porque mucho tiempo estuve así —admitió recordando aquella época de su vida— No te digo que hagas algo en especifico, simplemente tenía que decírtelo.

Emilio dejó un beso en la frente de su hijo, antes de levantarse para bajar a planta baja de la casa, donde su lindo esposo lo esperaba para abrazarlo y darle algunos suaves besos, antes de que sus hijos bajaran a desayunar tranquilamente en familia.

Ambos jóvenes se despidieron de sus padres con un cálido abrazo, no sin antes advertirle a Aldo que si se sentían mal podía hablarles para que fueran por él.

— No quiero que lo que pasó con Yhojan afecte tu relación —murmuró el omega, había escuchado una parte de la discusión que tuvo su hermana con su novia, cada una defendiendo a su hermano.

— No puedo, ella intenta defenderlo, mientras que tu estas totalmente destrozado por su culpa y es aún peor porque ni siquiera me cuentas que te hizo, cuando jamás me ocultas nada en toda nuestra vida —dijo Danna soltando un pequeño grito de frustración.

—  Solo me quiso para acostarme, le pasó fotos mías íntimas a Gabriel y quizá incluso un video mio teniendo sexo —admitió Aldo sintiendo como un peso se le quitaba de encima al admitirlo, sin embargo cuando su hermana lo abrazo, le fue imposible que una lagrima no se escurriera por su mejilla.

— Lo siento —susurró la joven, al separarse del abrazo.

— Como sea —comentó el omega antes de continuar su camino.

Ambos jóvenes llegaron a la escuela tras unos minutos, casi en cuanto cruzaron la puerta Yhojan se acercó a ellos, sin embargo de inmediato Aitana lo detuvo.

— Dejalo en paz —advirtió la joven muy molesta.

— Solo quiero hablar con él, necesito que me escuche —dijo el alfa intento alcanzar a Lucas pero de inmediato recibió un empujón de la alfa— Golpeame lo que quieras pero nada va a impedir que hable con él.

— Esta bien, dejame hablar con él para que me deje en paz —susurró Aldo, deteniendo a su hermana, quien lo miró extrañada— Sí quieres quedate cerca —agregó convenciendola— ¿Qué quieres? presumir cómo tienes un video mío teniendo sexo, o que le quitaste lo virgen al omega desconfiado.

Dispuesto - OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora