Capítulo 26

146 16 7
                                    

Alexandra

No se porque siento que puedo confiar en sus palabras y puedo ver en sus ojos que realmente le importa saber que me ocurrió.

-Aunque tenga miedo a lo que me pueda pasar le voy a relatar lo que sucedió y que comenzó hace una semana atrás. Así que mejor nos sentamos.

Christian

Nos acomodamos en el borde de la cama, ya que es el único mueble de la habitación que se ve muy sencilla. Antes de comenzar a hablar la veo jugar con sus manos y evita mirarme. Con su explicación espero entender porque no me dijo nada desde un principio.

-Para que comprenda el porque de mi renuncia me remito al día que salí con la señorita Mía. Fuimos juntas a tomar algo y en ese momento fui al baño, al terminar en la puerta me encuentro con la señora Elena que me increpa diciéndome que tenía una semana para irme de la casa. En ese momento no le di importancia a sus palabras porque no tenían sentido para mí. Con el paso de los días me olvide de lo sucedido hasta que el domingo cuando me iba camino de mis padres una chica se cruzo en mi camino diciendo que yo era su nuevo juguete. Le deje claro que se equivocaba de persona y continúe mi camino.

-Antes de que prosiga con su relato puedo preguntarle por qué no le contó esto a Gail o a mi hermana Mía.

-Porque en ese momento pensé que eran solo palabras y que nunca iba a cumplir su amenaza, pero por desgracia me equivoque.

-Por favor prosiga.

-Por la tarde del domingo me despedí de mis padres porque quería volver antes de que llegará usted con los niños. Pedí un taxi y mi mamá me acompaño hasta la puerta. Lo peor paso en el momento que mi mamá entró, una camioneta paro frente a mí y dos hombres me introdujeron en la misma. Perdí la conciencia por algo que me pusieron en la cara. Cuando desperté estaba en un lugar oscuro, atada a una silla y amordazada, trate de zafarme pero me fue imposible. Una voz de mujer me sobre salta y cuando la tengo enfrente es la señora Elena. Pero esta vez no era solo una advertencia de lo que podía pasarme, me mostró de manera fáctica como podía hacer que mi vida se transformara en un infierno. Para que evitara que me pasara eso me obligo a escribir mi carta de renuncia y cuando supo que usted la había recibido me llevo de nuevo a la casa de mis padres.

Pensé lo peor de ella cuando recibí su renuncia y ahora que me contó lo que paso me doy cuenta lo equivocado que estuve.

-Alexandra lamento mucho lo que tuvo que soportar por culpa de Elena. Quiero asegurarle que pagará lo que le hizo.

De repente entra en pánico, se pone de pie y habla con mucha angustia.

-Señor le suplico que no haga nada, no quiero que le pase algo malo a usted o a sus hijos. Yo acepte renunciar y alejarme de ustedes no por temor a lo que me pudiera suceder si no para cuidarlos, porque jamás me perdonaría si...

Alexandra

De solo pensarlo se me hace un nudo en la garganta que me impide seguir hablando. Sin darme cuenta de golpe me encuentro rodeada por sus brazos y con mi cabeza apoyada en el pecho del señor, que me acaricia el pelo y trata de consolarme.

-Alexandra no se porque tuve que esperar a que pasará algo tan feo para darme cuenta de la gran mujer que eres. Todos me lo decían y me negaba a verlo.

Christian

Al notar que se calma un poco nos volvemos a sentar, al hacerlo no puedo dejar de tener sus manos entre las mías porque me gusta mucho sentir el calor de su piel.

-Eres la segunda persona que antepone a mi familia sobre su bienestar. La primera persona fue Ana, mi difunta esposa, que puso en riesgo su vida y la de mi hijo por nacer para rescatar a mi hermana Mía. Se que lo hizo porque sabía lo importante que es mi hermanita para mí. En un principio su actitud me enojo pero luego comprendí que todo lo hizo por amor y eso me llevo a amarla más. Pero lo que hiciste Alexandra es diferente por eso me cuesta comprender el por qué de tu decisión y tu necesidad de cuidar de nosotros pensando que estábamos en peligro.

Levanta la cara, puedo ver sus bellos ojos celestes que reflejan el dolor que lleva por dentro.

-Señor no creo ser una gran mujer, más bien soy una mujer común que trata de dar siempre lo mejor de sí. Por todo lo que he escuchado y usted me lo confirma me doy cuenta que su esposa ha sido una gran mujer con un gran corazón. Por otra parte tome mi decisión porque no quería que sus hijos volvieran a sufrir como lo hicieron cuando perdieron a su madre, no me perdonaría el hecho de ser la culpable de cualquier cosa que le sucediera a su familia.

-Siento que hay algo que no me esta diciendo, que produce el temor que veo en su mirada.

Alexandra

No puedo decirle esto de frente por eso me paro dándole la espalda, necesito juntar fuerzas ya que no tengo dudas que será muy fuerte lo que le voy a decir.

-La señora Elena no solo me amenazo, también me advirtió que si no renunciaba ella acabaría con su vida, en ese momento acepte que mi destino debía ser alejarme con todo el dolor del alma. Espero que comprenda porque lo hice así.

Lo escucho ponerse de pie para comenzar a caminar por toda la habitación. Me giro para mirarlo, al hacerlo tengo la sensación que esta tratando de asimilar lo que le acabo de decir. De repente se frena para mirarme pero no se me acerca.

-Gracias a vos hoy conozco realmente quién es Elena. Esta vez llego muy lejos con sus acciones y por eso no la pienso perdonar. Con mi padre vamos a iniciarle acciones legales por lo que te hizo. Por eso necesito que vuelvas a la casa donde te puedo cuidar, no solo por eso si no porque mis hijos te extrañan muchísimo y están esperando tu regreso.

Christian

Se que obvie lo último que me dijo porque no se como responder a lo que hizo por mi persona. Ahora solo me preocupa su seguridad y poder llevarla a casa.

-Señor también extraño mucho a sus hijos pero no quiero ponerlos en peligro.

Alexandra

Acorta la distancia que nos separa, me toma de los hombros y veo como su mirada se suaviza.

-Alexandra necesito que comprendas que tú jamás nos pondrías en peligro porque no eres responsable de lo que sucedió, en todo caso la culpa de todo esto es solo de Elena que piensa que puede manejar mi vida. Por favor acepta regresar, tu presencia es muy necesaria en la casa.

Sus palabras me tranquilizan y me hacen sentir que no le soy indiferente, que me necesita, se que es para cuidar de sus hijos, pero no puedo negar que de esa forma estaría cerca suyo y podría verlo todos los días.

-¿Vas a regresar Alexandra?

Las nuevas sombras de Christian Grey (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora