Capítulo 65

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Alexandra

Mario y César son dos bebes únicos que ya cumplieron once meses, son muy tranquilos y me permiten dormir toda la noche. Teddy y Phoebe están todo el tiempo pendientes de sus hermanos, me ayudan mucho a cuidarlos y disfrutamos mucho de estar juntos.

-Ale tengo la comida lista, ¿queres qué la sirva?

-Gracias Gail. Si, los pequeños ya se alimentaron así que podemos comer tranquilas.

-Entonces ya sirvo la mesa.

Por suerte tengo mucha ayuda para criar a los niños, tanto de mis padres como los de Christian que siempre vienen a visitarnos y pasan tiempo con ellos. Pero lo mejor es tener a Gail a mi lado que me hace compañía cuando Christian esta trabajando y hace que mis días sean más llevaderos.

-Como siempre tu comida esta exquisita Gail.

-Gracias Ale. Me gusta mucho cocinar para las dos porque la pasamos muy bien juntas.

-Gail yo no se que haría si no te tuviera dándome una mano todos los días. Tu ayuda es invalorable para mí.

-No dudes que siempre voy a estar para lo que necesites porque eres mi amiga aunque ahora seas mi patrona, eso sí un poco mandona.

Las dos comenzamos a reírnos a carcajadas, lo que llama la atención de Teddy que se acerca a nosotras.

- ¿Mamá de qué se ríen con la tía Gail?

Me lo quedo mirando porque es la primera vez que me dice mamá, cruzo miradas con Gail que esta a punto de lagrimear como yo. Lo alzo para sentarlo en mi pierna.

-Teddy con la tía Gail nos reíamos porque me conto un chiste. ¿Qué te parece si la ayudo a la tía a levantar la mesa y después vamos las dos a jugar con ustedes?

-Si mamá, quiero jugar con ustedes.

-Entonces ve con tus hermanos que en un rato vamos nosotras.

Christian

De regreso a casa pienso en que deberíamos tomarnos un fin de semana con Ale, podría llevarla a la casa de Aspen. Por otro lado se que me va a costar convencerla de separarse dos días de los niños porque solo he logrado sacarla de casa por un par de horas para cenar. Los gemelos tienen once meses y pueden quedarse con los abuelos sin problemas. Además Ale esta un poco estresada con los preparativos de la fiesta del primer año de los gemelos y le vendría bien relajarse un poco.

- ¿Amor pasa algo que estas distraída?

-Si, pero no fue nada malo. Estábamos con Gail y Teddy se acerco a preguntarnos porque nos reíamos.

-A Teddy siempre le gusta saber que pasa, es un niño que demuestra interés por todo lo que lo rodea.

-En eso tienes mucha razón. Pero lo que más me impacto es que me dijo mamá y no pude decirle que no lo soy.

-Ale él sabe que no eres su mamá, pero de la forma en que los cuidas y los queres sienten que lo sos.

-Para ser sincera los amé a los dos desde el primer día que los conocí y se me rompió el corazón al saber que habían perdido a su mamá. Yo no quiero reemplazarla pero si ayudarlos a crecer rodeados de mucho amor.

-Lo se corazón y no tengo dudas que nuestros hijos son muy afortunados por tenerte en sus vidas.

-Ahora que recuerdo en la cena me dijiste que tenías algo para contarme.

Como siempre cuando Ale recibe halagos cambia de tema, pero hoy no le digo nada porque quiero que acepte mi propuesta.

-Quiero llevarte el fin de semana de paseo para que conozcas nuestra casa en Aspen. Claro, si estás de acuerdo.

-No sabía que tenías una casa en ese lugar. Si te dijera que no quiero ir te mentiría, pero por otro lado te parece que dejemos solos dos días a los chicos.

-Amor no se van a quedar solos porque están sus abuelos para cuidarlos y además nos iríamos el sábado por la mañana y volveríamos el domingo por la noche. Me darías ese gustito, por fi.

Alexandra

Hace un pucherito que me recuerda al gato con botas de la película, me hace reír su ternura y no puedo negarme a su pedido.

-Esta bien, pero solo dos días. No quiero estar lejos de los chicos y tengo que seguir con la organización del cumpleaños de los gemelos.

-Señora sus pedidos son órdenes para mí. Mañana mismo comienzo a preparar todo para el viaje. Muchas gracias amor por aceptar y se que la vamos a pasar muy bien.

-Christian no tienes nada que agradecer, con todo lo que haces por mí esto es lo mínimo que puedo hacer por vos. Pero ahora tengo un problema y es que se me fue el sueño.

-No te preocupes que para eso yo tengo la mejor solución.

Christian

Estamos en casa de mis padres para dejar a nuestros pequeños porque Ale quiso traerlos ella en persona. Ahora le esta dejando todas las indicaciones a mi mamá, sobre todo de los gemelos ya que es la primera vez que van a pasar la noche lejos de casa.

-Tranquila Ale que los vamos a cuidar mucho y no vamos a estar solos porque también tendremos la ayuda de tus padres.

-Gracias Grace, sé que será así pero esta es la primera vez que me separo de los gemes y por eso me cuesta hacerlo.

-Comprendo muy bien lo que estas pasando pero pensá que estos días te van a servir para recargar energías para todo lo que viene.

-Amor es mejor que nos despidamos de los chicos que el avión nos está esperando.

Ale los abraza y los llena de besos a los cuatro, yo hago lo mismo y tengo que ser sincero porque a mi también me cuesta separarme de nuestros pequeños. El viaje a Aspen lo hacemos en silencio, cada tanto Ale esboza una sonrisa para disimular la angustia, espero poder distraerla para que pueda disfrutar. Esta vez Taylor consiguió un auto en vez de una van. Ale parece una niña pequeña mirando para todos lados, por lo que deduzco que nunca vino.

- ¿Te gusta la ciudad amor?

-Me fascina Christian, siempre había visto fotos de esta ciudad que realmente no le hacen justicia porque todo es mucho más hermoso.

Unos minutos después traspasamos el pórtico de la casa. Los señores Bentley nos están esperando, con anticipación les explique lo que había sucedido en este último tiempo para que estén al tanto de todo.

-Buen día señor Grey.

-Buen día Carmela. Por lo visto el tiempo esta bueno hoy.

-Si señor, vamos a tener un buen fin de semana.

-Quiero presentarles a mi esposa Alexandra Grey. Ale ellos son Carmela y Martin, los encargados de cuidar la casa.

-Buen día señora Grey. Bienvenida a Aspen, espero que disfrute de su estadía.

-Buen día Carmela, Martin. Muchas gracias, pero prefiero que me llamen por mi nombre solamente.

-Está bien Alexandra.

Esto es algo que me cuesta aceptar pero se que a ella le agrada que usen su nombre.

-Vamos amor que te quiero enseñar la casa. Carmela en media hora podrá tener el almuerzo.

-Por supuesto señor.

Recorremos la casa, le muestro la cocina, la sala de estar, el salón de juegos y por último nuestra habitación, que es la principal de la casa.

-Guau, esta vista es impresionante, parece una pintura. Gracias por traerme.

Me acerco a ella para tomarla por la cintura y admiramos juntos el paisaje en silencio.

Las nuevas sombras de Christian Grey (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora