Capítulo 55

119 10 2
                                    

Christian

Ya tengo todo organizado para la sorpresa que prepare para Ale. Mis padres se llevaron a mis hijos hace un rato, se fueron contentos porque van a pasar el fin de semana con sus nietos. Le pedí a Gail que preparara una pequeña maleta para Ale y una para mí, las dos ya están en la SUV.

-Señorita Swan su transporte la está esperando para llevarla a disfrutar un fin de semana de relajación.

-Señor Grey ya estoy lista. ¿Me va a decir cuál es el destino?

-Por ahora no, quiero sorprenderla.

Alexandra

Subimos a la SUV que maneja Jasón, vamos tomados de la mano y en silencio. Después de la charla que tuve con Christian empecé a sentirme mejor, creo que es porque por fin pude contarle lo que sentía y eso me saco un peso de encima. Sin darme cuenta llegamos a un hotel que se llama Fairmount Olympic, se ve muy lujoso y por eso creo que no lo conozco.

-Llegamos a nuestro destino. Vamos preciosa.

Christian

Taylor saca nuestras maletas mientras le abro la puerta a Ale para que baje, a diferencia de la otra vez dejo que el botones lleve las maletas.

-Buenas tardes señor.

-Buenas tardes. Tengo una suite reservada a nombre de Christian Grey.

-Si señor, acá tiene la lleve. El botones le llevara su equipaje.

-Muchas gracias.

Este lugar sigue igual como la última vez que estuve y si no me equivoco esta la misma mujer de pelo oscuro alimentando a su perro que vimos con Ana. La diferencia es que esta vez no estamos escondiéndonos de nadie, solo vinimos a pasar dos días tranquilos. Al llegar a la suite hago que pase Ale mientras le doy la propina al botones. Dejo todo a un costado luego de cerrar la puerta. Ale está recorriendo todo el lugar y se ve muy feliz.

-Christian este lugar es increíble, aunque nos podríamos haber quedado en casa.

-Puede ser pero acá estamos los dos solitos y te tengo toda para mí.

Acorto la distancia que nos separa y la tomo entre mis brazos para alzarla, rodea mi cuello con sus brazos y la llevo hasta la alcoba. Me siento en la cama con ella en mi regazo, recorro su espalda hasta llegar a su cuello para enredar mis dedos en su pelo y con solo rozar sus labios la pasión crece entre ambos.

-Me gustaría empezar dándonos un baño relajante juntos. ¿Estás de acuerdo?

-Si, me agrada mucho tu idea. Dame un minuto que voy a preparar la tina.

Alexandra

No le doy tiempo a que diga nada y me dirijo al baño para llenar la gran tina. Abro la canilla, mientras busco en un estante unas sales de baño y esencias florales que vi cuando recorrí todo el lugar, en tanto se va llenando me saco la ropa y tomo dos batas mullidas, una para Christian y otra me la coloco.

-Señor su baño está listo. Si me permite le voy a sacar la ropa y colocar esta hermosa bata.

-Señorita soy todo suyo.

Dejo su bata en la cama para poder sacarle la ropa, cuando termino se la coloco, lo tomo de la mano y nos dirigimos juntos al baño. Al entrar cierro el agua, los dos dejamos las batas en un perchero y nos metemos en la tina uno frente al otro. Christian me toma un pie y luego el otro para ir masajeándolos, me voy relajando y me siento muy bien.

-Por lo que veo te gustan los masajitos en los pies.

-Me encantan, no sabía que me podía relajar tanto.

Christian se queda en silencio por un momento, más bien diría pensativo.

-Con todo lo que sucedió ahora caigo en la cuenta de que ya paso el tiempo que dijo la doctora Green.

Abro la boca para hablar pero me la cierra con un beso, sus manos recorren acariciando mi cuerpo. Sus labios acarician mis mejillas, desciende por mi cuello e inconscientemente me arqueo dejando mis senos fuera del agua para que su boca se apodere de uno de mis pezones en tanto que su mano juega con mi sexo. Una ráfaga de placer recorre mi cuerpo cuando roza con sus dientes uno de mis pezones y sus dedos entran y salen de mí. Me estremezco del tal manera que me cuesta respirar.

-Christian te necesito dentro mío.

Christian

Su voz suena anhelante y necesitada, separo sus piernas para penetrarla poco a poco, se aferra con sus manos a mi espalda y me besa, nuestros cuerpos se acompasan en sus movimientos. Disfruto del contacto con su tersa piel, tanto que me dejo llevar por mi deseo. Sus gemidos provocan que acelere el ritmo de mis embestidas. Sus cadencias enloquecidas hacen que sus piernas comienzan a temblar por el placer y mi cuerpo se une con el suyo hasta que el éxtasis nos envuelve. Me giro para dejarla apoyada sobre mí, su cabeza descansa sobre mi hombro, eso me permite ver su bello rostro iluminado por lo que diría es felicidad.

- ¿Cómo te sientes Ale?

-Me siento increíble, además de muy relajada.

-Tu hermosa sonrisa me da a entender que es así.

-Christian cuando estoy con vos siempre soy feliz, porque sos la primera persona que me trata con tanta ternura y tanto amor. Sabes que sos el hombre que toda mujer desearía a su lado y soy yo la afortunada en tenerte.

-Creo que es al revés porque la fortuna es mía por haberte conocido y que aceptaras formar parte de mi vida.

Al bajar la temperatura del agua Ale comienza a temblar por el frío.

-Creo que tendríamos que salir, además porque todavía no termine con usted señorita.

Alexandra

Salimos juntos de la tina, nos ponemos la bata y me coloco una toalla en la cabeza. Vamos juntos al cuarto, mientras admiro el paisaje por la ventana Christian pide nuestro almuerzo para las trece horas, pero al estar tan distraída que no escuche que pidió. Se acerca a mi para quedar parado detrás mío, me abre la bata y la desliza por mis brazos dejándola en el piso. Me muerde el lóbulo de la oreja para comenzar un camino de besos por mis hombros y mi cuello. Sus manos recorren mi cuerpo deteniéndose en mis pechos y tomando entre sus dedos los pezones, con su tenacidad no me doy cuenta como termino recostada en la cama. Lo veo sacarse la bata para colocarse sobre mí, retira la toalla de mi pelo que queda desparramado en la almohada.

-Ale eres una mujer hermosa y eres toda mía.

Christian

Desciendo por su cuerpo besándolo y no me detengo hasta llegar a la unión de sus muslos, separo sus labios para que mi lengua estimule su clítoris de tal forma como si la penetrara, enreda sus dedos en mi pelo, al sentir mis dedos en su interior gime mostrándome que sigue sedienta de mí. La giro para ocupar su lugar y ella queda a horcajadas sobre mí. Su pelo cae sobre sus pechos y gotas de agua caen sobre mi torso. Toma mi pene para introducirlo y veo como entra para colmarla. Su ritmo es lento, pero la veo gozar con cada subida y bajada. Me entrego a un instante que deseo sea infinito. Tu cadencia se vuelve más intensa y profundizo más en su sedoso interior. El placer eclosiona en su cuerpo cuando el orgasmo latiguea nuestros cuerpos y tu interior presiona sobre mi miembro que se derrama dentro tuyo. Termina recostada en mi pecho mientras acaricio su espalda y nuestras respiraciones se van normalizando. Te recuesto a mi lado para contemplarte y tu sonrisa de satisfacción ilumina el lugar.

-Te amo Ale.

-Te amo Christian.

Las nuevas sombras de Christian Grey (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora