- ¿Estás listo? – pregunto con una sonrisa deslumbrante.
- ¿La verdad?
- La verdad.
- No – se encogió de hombros abrazándose - ¿Y si nos quedamos una semana más?
Sabito negó sonriente y se lo llevo del brazo a donde Sakonji y Makomo los esperaban.
- ¡Ya están aquí! – dijo feliz - ¡El desayuno está listo! ¡Urokodaki-san hizo mucho! – dijo dejando el tazón frente el pelinegro.
Un cálido rosa decoro las mejillas de Giyuu. ¡Se veía delicioso!
- Y hare aun más cuando regresen – continúo el mayor.
- ¡Asombroso! – sonrió emocionado y agradeció antes de devorar los alimentos.
Al terminar continuaron con su amena plática, Sabito alardeaba de los muchos demonios que mataría y todos lo que salvaría, Giyuu reprimió sus ganas de asegurarle que lo hará, que él es testigo de eso.
En algún momento Urokodaki se levanto indicándoles que lo siguieran, estos obedecieron siendo seguidos por la pequeña y curiosa Makomo.
- Urokodaki-san. ¿Qué es eso? – pregunto tratando de mirar mejor lo que sostenía.
- Son mascaras protectoras – se giro entregándoles su máscara correspondiente – Las encante para que los resguarde de todo mal – explico.
- ¡Genial! – exclamo alzándola – ¡Le quedo genial Urokodaki-san!
- Tiene una cicatriz igual a la tuya Sabito – señalo la menor – Yo también quiero una.
- La tendrás cuando sea tu turno Makomo.
- Urokodaki-san – tiro de su manga sin hacer fuerza - ¿Cree que lo logre? – bajo la mirada indeciso.
Sakonji aprovecho para apoyar la mano en su cabeza.
- Eres fuerte Giyuu – aclaro – Ve con tus objetivos claros y no dudes en avanzar.
- Pero... ¿Si lo hago mal? – lo miro.
- Entonces corrígelo, no dejes que un error te haga retroceder.
Sus azulados ojos se cristalizaron. Su maestro siempre lo apoyo, incluso cuando le envió a un niño con una hermana demonio y aposto su vida con él por el control de la misma. Lo abrazo lloroso, agradeciéndole todo lo que ha hecho por un simple estudiante como lo era él.
- Giyuu – murmuro – Es hora de irnos.
- Sí... - se alejo limpiándose los ojos.
- ¿Y si se quedan una semana más? – sugirió Makomo.
- Es una buena idea – apoyo.
- Afuera Giyuu – dijo empujándolo al exterior.
Los otros dos fueron tras ellos. Makomo sacudió ambos brazos al lado de su maestro.
- ¡Adiós chicos! ¡Buena suerte!
Al perderse de vista, Sabito jalo a Giyuu por otro camino.
- Sabito, el monte Fujikasane está por allá – apunto en sentido contrario.
- Lo sé – le sonrió – Aun es temprano, no pasara nada por desviarnos un poco, siempre y cuando no nos perdamos.
- Pero se supone que...
- ¿Quieres llegar pronto? – interrumpió con su pregunta.
-... No – admitió.
- Entonces sígueme – comenzó a correr - ¡Y no te alejes!
ESTÁS LEYENDO
Recuerdos de un Nuevo Futuro
FanfictionMurió en batalla y despertó en un día normal de entrenamiento, poco más de ocho años atrás. Al principio no lo entendía, pero al mirarlo de nuevo dejo de importar lo que había sucedido. Sus ojos volvían a encontrarse con los suyos, y no quería perde...