-¡Sabito!... ¡Sabito! - gritaba desesperado - ¡Sabito, despierta!
El de melena durazno estaba inconsciente en el frío y empapado suelo. Giyuu trataba de hacerlo levantarse, por lo menos que abriera los ojos, pero nada funcionaba. Aquel demonio se limitaba a observar con una burla.
Sabito había sido fuertemente golpeado en la cabeza, al cubrir al pelinegro de un ataque, así fue como perdió el conocimiento y terminaron en la actual escena.
El demonio lanzo otro ataque, decidido a terminar con los dos.
- Tiene que creerme Giyuu-san - insistió haciendo movimientos exagerados.
El mayor no sabía cómo, pero los hermanos Kamado lograron infiltrarse en su solitaria finca, y ahora estaban comiendo en el jardín mientras vigilaban a la demonio que hace poco domino el sol.
- Te creo.
- No lo hace - se sentó de nuevo - Le pondré un ejemplo. ¿Recuerda el demonio que mato a Sabito y Makomo?
- Sí...
Tenían más demonios en común aparte de ese, el dichoso Rui, por ejemplo. ¿Por qué tenía que mencionar precisamente ese?
- Tan solo él resguardaba una enorme tristeza tras esa voluptuosa mascara de burla y rencor, en realidad estaba triste y confundido, asustado.
- De cualquier forma, no debes mostrar piedad ante un...ser que come humanos.
- Es inevitable - dijo, dándole a entender que no dejaría de hacerlo - Pero, es aun más triste la reacción que tienen al ser tratados con amabilidad, o piedad, como dice usted.
- ¿Su reacción? - finalmente lo miro.
- Sí, la mayoría se paraliza, la sorpresa de no ser repudiados debe ser mucha para ellos - bajo la mirada - No deberíamos mirarlos por sobre el hombro...
- Tanjiro, no todos los demonios son como tu hermana.
- Porsupuesto que no, Nezuko es fuerte, tuvo la suerte de encontrarse con un noble cazador que no la mato, de ser apoyada y entendida pese su transformación. Algo que los demás probablemente no tuvieron - lo miro - El pasado forja el presente Giyuu-san - dijo con tono triste.
- Gi... Gigi... - dijo con dificultad mientras le sonreía sin un bambú que la cubriera.
- Es Giyuu, Nezuko - corrigió su hermano, acariciando su cabeza.
Así Tanjiro empezó a enseñarle como pronunciar el nombre del pilar a su hermanita. Giyuu los miraba en silencio, analizando las palabras del pelirrojo con cicatriz en la frente.
- ¡Giyuu! - exclamo alzando los brazos.
- ¡Sí! ¡Lo hiciste muy bien! - felicito.
La menor se fue corriendo emocionada, dejándolos nuevamente solos.
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Recuerdos de un Nuevo Futuro
Fiksi PenggemarMurió en batalla y despertó en un día normal de entrenamiento, poco más de ocho años atrás. Al principio no lo entendía, pero al mirarlo de nuevo dejo de importar lo que había sucedido. Sus ojos volvían a encontrarse con los suyos, y no quería perde...