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Pronto llego el entrenamiento de los pilares, está vez Giyuu colaboraría no por gusto, si no porque Sabito lo haría, y con ellos, Makomo. Debían pasar por otros pilares antes de llegar a ellos, por lo que aun tenían tiempo libre antes de que el primer grupo llegue, al principio el de cabellera clara se mostraba muy entusiasmado, pero de repente comenzó a notarlo demasiado serio.

Se sentó al lado de su pareja y coloco una mano en su hombro para llamar su atención.

- ¿Pasa algo, Sabito?

- No, nada – le sonrió – Solo pensaba. Si lo que dijiste es verdad, el tiempo se agota y no conseguí un hermano menor – se llevo una mano a la barbilla.

Giyuu parpadeo un par de veces. Sabito es más cercano a los pilares que cumplen el rol de hermano mayor, y un día de repente le entro la curiosidad de tener un hermano menor. Iba adoptar a Genya, pero cuando se entero que ya era el hermano menor de Sanemi, lo dejo por la paz y no insistió más.

-... Tal vez le vuelva a preguntar a Genya, la última vez estoy seguro que iba aceptar.

Hasta ahora, claro está.

- No creo que sea buena idea, Sabito – lo miro preocupado – Aunque lo niegue y diga mil cosas groseras, es evidente que a ese perro le da rabia cuando tocan su hueso. ¿Me entiendes?

- Sí, pero no pierdo nada intentándolo.

- Pues... Sólo quizás, y en el mejor de los casos... Un brazo, o una pierna.

- O la cabeza – amenazo el albino entrando a la finca.

- ¿Sanemi, qué te trae por aquí? – sonrió.

- Solo lo diré una vez. No te acerques a Genya o te mato – miro al pelinegro – ¿Alguna queja?

Giyuu miro a Sabito por unos segundos y luego suspiro.

- Ninguna.

- ¿Me estás dando la espalda, Giyuu? – pregunto dolido.

- Sobre aviso no hay engaño – dicho esto, se fue por donde vino.

- Tacaño – se tiro al suelo usando sus manos como almohada.

- Pero Sabito. ¿Makomo no cuenta? – se acostó boca abajo junto a él.

- Con ella es un sentimiento diferente.

- ¿Y los hermanos Kamado?

- No puedo quitarle el lugar a Tanjiro.

- ¿Pero sí a Sanemi? – sonrió burlón. Sabito lo miro serio.

- Sabes que es muy bueno para él.

- Rezo porque ese hombre no te escuche.

- Que venga si se atreve – la puerta se abrió de golpe – ¡Era broma! – se enderezo alarmado.

- Ya llegue – saludo Makomo con una sonrisa alegre.

- Ah, eres tú.

- ¿Es malo? – se confundió. Giyuu acaricio a su novio y miro a la menor

- Sabito le quiere robar el hermano a Sanemi, pero Sanemi ya vino a decirle que si lo intenta lo mata, entonces Sabito en teoría dijo que no se rendiría y que viniera si estaba dispuesto a pelear por él.

- ¿Si tú eres el interesado no deberías ir tú a él? – se recostó sobre los mayores.

- ¿Tiene sentido pelear por un hermano que no es tuyo?

- No.

- Exacto, que lo haga Tanjiro – se giro para apoyarse de su lado derecho, con las piernas de la pelinegra en su cintura – Yo no soy tan entrometido – Makomo y Giyuu se miraron sarcásticos – Sé lo que piensan, tarados.

Recuerdos de un Nuevo FuturoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora