-40-

2.2K 287 70
                                    

Zenitsu es un acosa mujeres, y aunque quiera no puede negarlo, menos resistirse al delicado sonido de una dama. Pero no hace mucho, gracias a su idiota amigo frentón, conoció una belleza que lo sobrepaso.

Antes no le importaba lo que una linda chica le hiciera, ahora quiere salir corriendo y no volver a verla.

Maldita maldición.

- ¿Quién te dijo que te detuvieras? – pregunto sobre él, con las manos en la cintura.

- Makomo-san, ya no puedo más – se quejo llorando.

- ¿A un demonio le va importar? ¡Claro que no! ¡Levántate del suelo y mueve esas piernas flacuchas! – lo apunto con la katana y la clavo en la tierra, donde hace unos segundos estaba el rubio – ¡Hashibira, no tomes atajos! – se guardo el arma y corrió a seguirlo.

- Está loca – dijo temblando mientras se aferraba más a su protección debilucha.

- Sí, pero te lo ruego Zenitsu... No aprietes tanto – pidió casi sin fuerza.

- Ah, disculpa Tanjiro – lo soltó y le ayudo a recuperar el aire que le quito.

- Gracias – jadeo.

- Oye Tanjiro... ¿Mokomo-san siempre fue así?

- Era mucho más suave cuando me entreno en la montaña.

- Ese era entrenamiento para niños – se metió, haciendo que Zenitsu volviera a colgarse del de aretes – Que te enfrentes a una luna tan rápido no es una buena señal, debes estar listo por si se repite.

- Sabito dijo que fue cuestión de suerte.

- No te confíes – lo apunto con el dedo índice – Quien acabe primero descansara una semana entera.

- ¡Una semana! – no supo de donde saco fuerzas, pero salió corriendo y en segundos alcanzado a Inosuke. Tanjiro suspiro rendido mientras corría tras ellos.

- ¿No lo vez?

- ¿Ver que, Makomo-san?

- La voluntad es nuestro verdadero motor – señalo a los chico de enfrente – Los deseos que impulsan nuestros objetivos y nos dan el coraje para levantarnos y seguir. Fortalece el espíritu.

- Eso intento.

- No lo intentes, hazlo.

Tanjiro cerró los ojos con fuerza y lentamente corrió con más velocidad. Makomo se detuvo y los miro alejarse, esos niños son esplendidos, y ella debe hacer todo lo posible por pulir la espada de cada uno.

Nezuko se asomo desde la ventana y bajo del banquillo para salir del cuarto y explorar. En fin, ya era de noche.

Kanae se retiro en silencio, dejando solos a los dos chicos que tenían los ojos fijos en algún punto, pero perdidos en sus propios pensamientos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Kanae se retiro en silencio, dejando solos a los dos chicos que tenían los ojos fijos en algún punto, pero perdidos en sus propios pensamientos.

- Giyuu, esto...

Recuerdos de un Nuevo FuturoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora