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-Debe tomarla tres veces al día durante cinco días, su temperatura irá bajando gradualmente – explico entregando la bolsa con medicina al pilar de cabello claro – Les aconsejo que descanse el tiempo que sea posible, arreglar todo el desastre que ese demonio provoco consume energía.

-Entendido, gracias Shinobu – se paso el brazo del pelinegro sobre los hombros y sostuvo su cintura – Vamos Giyuu, en la finca podrás tomar una siesta – salieron del lugar - ¿Cómo te sientes Giyuu?

-... Me duele la cabeza – murmuro con la palma en la frente.

-¿Quieres que te cargue?

-No, puedo caminar – lo separo y continuo con sus tambaleantes pasos.

-Sostén esto - le entrego la bolsa del medicamento, cuando Giyuu la recibió se agacho para abrazar sus piernas y elevarlo, sentándolo en su antebrazo. El pelinegro aparto la mirada con un notorio sonrojo, quizás producto de la alta temperatura, quien sabe.

-Lo siento... Te deje solo con el demonio.

-No importa, pude acabar con él y tú estás bien ahora.

-Siento que hay cosas que debo recordar, pero no puedo – apoyo la barbilla en la cabeza de su amigo – Solo sé que me desmaye por la técnica de ese demonio y desperté en la finca mientras Shinobu me revisaba... Pero eso no es todo – se alejo para mirarlo - ¿Verdad?

Sabito desvió la mirada. Según Shinobu, le agrego una hierba a la medicina que le bloquearía el recuerdo de todo lo que hizo bajo su efecto, pero no le borraría la memoria y es probable que con mucho esfuerzo logre acordarse.

-Ya no pienses en eso, nada importante paso.

-Entonces sí paso algo – arrugo el entrecejo al sentir los nervios ajenos - ¿Qué sucedió Sabito?

-... Te despertaste minutos después de llegar a la finca, en ese momento era Kanae quien estaba con nosotros, tu fiebre era muy alta y no escuchabas lo que te decíamos, luego llego Shinobu y te reviso, dijo que tu estado era grave, te lleve a una habitación mientras ella preparaba la medicina, al estar lista con algo de insistencia la tomaste y volviste a desmayarte – cruzo sus miradas – ¿Lo ves? Nada importante.

-Supongo – nuevamente recargo la barbilla en su cabeza y se abrazo a su cuello – Lamento haberte dado más trabajo.

-Ya te dije que no fue nada – ingreso a la finca.

-Pero se supone que yo debería protegerte...

-Giyuu, no te des tanta responsabilidad innecesaria, ya me proteges.

-No es verdad.

-Sí lo es – lo recostó en la cama.

-No – finalmente lo soltó – Quiero cuidarte, pero siempre termino siendo yo el que tiene que ser cuidado.

-Deja de ser tan negativo Giyuu – recrimino extendiendo la sabana sobre el pelinegro – Yo también quiero protegerte y cuidar de ti – tomo la bolsa que el contrario le dio – Nos tenemos uno al otro, ¿no?

-Sí... - sonrió – Seguiré cuidando a Sabi... - se durmió antes de poder acabar.

-Descansa – retiro los cabellos de su rostro durmiente.

-Descansa – retiro los cabellos de su rostro durmiente

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Recuerdos de un Nuevo FuturoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora