Murió en batalla y despertó en un día normal de entrenamiento, poco más de ocho años atrás. Al principio no lo entendía, pero al mirarlo de nuevo dejo de importar lo que había sucedido.
Sus ojos volvían a encontrarse con los suyos, y no quería perde...
La desesperación te hace sacar fuerza de quien sabe dónde, claro después de la ira. Para mala suerte de Kyojuro, Giyuu no era la excepción. Impacientado, lo llevo con Kagaya para que él lo calmara hasta el regreso de Sabito.
-Oyakata-sama, ¿por qué mando a Sabito a esa misión si Kyojuro ya estaba ahí?
Para aclarara, no es que Giyuu quiera la muerte de Rengoku, pero necesita saberlo.
-Pienso que él es más adecuado para la misión – respondió con voz afable – Es muy perspicaz, si Sabito no estuviera sin duda mandaría a Kyojuro.
-Sí, pero Sabito está enfermo.
-Lo sé.
Giyuu lo miro desconcertado... ¡¿Si lo sabe por qué lo mando allá?!
-Kanae me lo dijo, me informa semanalmente su avance, pero sería extraño de mi parte no darle misiones, prefiero darle algunas no tan peligrosas para él. Esta misión es dudosa, por eso mande un grupo adicional.
-¿Piensa que Tanjiro y sus amigos serán suficiente?
-Serán de ayuda, sí. Shinobu me lo aconsejo – le ofreció té – Pero envié uno adicional, son nivel Kinoto.
-... Entiendo... - bajo la cabeza mirando el té.
-¡Tomioka! – llego arrodillándose ante el mayor – Disculpe mi atrevimiento Oyakata-sama, pero Sabito regreso.
En cuanto terminoGiyuu se levantó tirando el té, Kyojuro prefirió no mencionarlo, hicieron unareverencia rápida y fueron corriendo a la finca mariposa, no sin antes pasarpor la finca del fuego donde una cazadora los esperaba.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Sabito caminaba enfrente sosteniendo el extremo de una cuerda que ataba a cuatro personas, en un lado estaba Tanjiro cargando a su hermana, al otro Inosuke y atrás Zenitsu.
-¿Ya me perdonas?
El ave en su hombro no respondió, sólo aparto la cara haciendo al pilar suspirar. Sabía que tendría problemas con ella por llevar a otro cuervo a la misión. Acaricio la cabeza dándole consuelo al pobre emplumado entre sus brazos, la ave contraria picoteo la cabeza del humano.
-¡Sabitoo-kuun! – salió disparada de la finca y lo abrazo con fuerza – ¡Regresasteee! – lloro aferrada al pilar.
-Kanae, suel... Kanae – retrocedió sin rumbo, tratando de que lo soltara.
-¡Kanae-san, Sabito-san sigue delicado! – exclamo alterado.
-¡Cierto! – lo separo, su mirada fue atrapada por los desconocidos de atrás – ¿Qué traes por aquí?
-Me preguntaba si hay lugar para ellos en la organización – pregunto confundiendo a los menores – Pero el que me importa más es este – agarro los hombros del chico con haori rojo – Tiene tuberculosis y quiero saber si las aguas termales de la villa son tan milagrosas como dicen.