Recuerdos de un Nuevo Futuro

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Kyojuro Rengoku, pilar del fuego y chico más cercano a los pilares del agua, temía una muy posible pelea con su gran amigo y compañero, Sabito.

Estaba sentado sobre la cama, con las piernas y brazos cruzados. Giyuu se acostó apoyando la cabeza entre sus piernas, nada malo, pero conocía a Sabito, no lo tomara bien.

-Calientito... Eres muy calientito Kyojuro – murmuro.

-¡Gracias! ¡Senjuro opina lo mismo! ¡Aunque tú estás más caliente Tomioka! – bajo la mirada - ¿Tienes fiebre?

-No... Sabito dice que es la técnica de un demonio.

-¡Ya veo! – nuevamente elevo la mirada – ¡Tiene sentido!

-... Oye Kyojuro – su giro para quedar boca arriba – Tú y Sabito son amigos, ¿cierto?

-¡Cierto! ¡Aunque no tanto como ustedes!

-Y conoces sus gustos, sabes lo que le gusta a Sabito.

-¡Así es! ¡Pero no creo saber nada que tú no sepas!

Excepto por una cosa, claro.

-¿Sabes que le gusta a Sabito? Me refiero a las personas.

El rubio de puntas rojizas medito su pregunta por un largo tiempo, mejor dicho, busco una desesperada respuesta que no delate a su amigo.

-... ¡Supongo! – exclamo – Tengo la sensación que le gustan las personas frías.

-¡¿Le gustan los muertos?! – se sentó alarmado.

-¡No tan literal! – respondió, ahogando una risa en su interior – Personas frías son aquellas que no muestran mucho sus sentimientos y son poco cariñosas. ¡Así como tú!

-... ¿Cómo yo? ¿A Sabito le gusto?

"... Oh no" – pensó nervioso.

-Este... ¡Sí! ¡Digo no! – apretó ligeramente los labios - ¡¿Por qué lo preguntas?!

-Creo que Sabito no me quiere...

-¡Pero qué dices! – lo tomo de los brazos – ¡¡Sabito te ama!! – Giyuu entreabrió los labios y un brillo de esperanza ilumino sus ojos, ojala Kyojuro lo hubiera notado antes de hablar – ¡TE AMA COMO SU MEJOR AMIGO! ¡SÍ, ESO! – grito nervioso.

Giyuu sonrió levemente herido, no recuerda que sus esperanzas hayan muerto tan rápido como ahora, extendió el brazo acariciando la mejilla y barbilla del rubio, este ladeo la cabeza con curiosidad.

-Gracias Kyojuro – entrecerró los ojos y lo abrazo del cuello – Eres un gran amigo.

-¡Cualquier cosa por ti y por Sabito!

-Me esforzare para gustarle a Sabito.

-¡Animo amigo! – le correspondió el abrazo con una amplia sonrisa.

Aunque en su opinión eso ya no era necesario. Para ningún otro pilar es secreto que ambos pilares del agua están enamorados uno del otro y son lo suficientemente ciegos -o estúpidos a palabras del amable Sanemi- como para no verlo.

Y hablando dé. El esperado chico de cabello durazno y ojos lavanda entro a la habitación, mordiéndose el labio al verlos. Kyojuro trago saliva.

-Sabito – sonrió, se levantó acercándose al mencionado – Por fin llegas, tardaste mucho – Lo abrazo por la espalda. El contrario no respondió y siguió en lo suyo, vertiendo el polvo que Shinobu le dio dentro del vaso con agua y siguiendo cuidadosamente las instrucciones que le fueron dadas, cuando las burbujas aparecieron dejo de mezclar – Sabito. ¿Qué pasa?