Capítulo 1

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¿Alguna vez has estado enamorada de un chico en la escuela con el que jamás has hablado?

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¿Alguna vez has estado enamorada de un chico en la escuela con el que jamás has hablado?

Bueno, en realidad dudo que a eso se le pueda llamar enamoramiento, pero es una forma de decir. En mi caso, llevo años obsesionada con Marlon Kingwell, un chico bastante popular en la escuela por ser hijo del matrimonio más rico de San Diego, California.

A pesar de ser el típico tío guapo y adinerado con el que toda chica quiere salir, no es la clase de hombre egocéntrico y desagradable que uno pensaría que fuese. Por lo contrario, es bastante simple y agradable.

O bueno, al menos es lo que he podido ver durante estos largos 4 años en los que he estado observándolo desde lejos. Jamás me he atrevido a hablar con él, soy una chica demasiado vergonzosa y poco sociable. Aún así tengo mi grupo de amigos, pero claramente sería alguien solitaria si no fuera porque ellos se acercaron a mí.

Mordí mi labio mientras veía como Marlon peinaba su cabello por cuarta vez en estos 15 minutos que llevo observándolo. Yo me encontraba a unas seis mesas de donde él estaba sentado con sus amigos riendo a carcajadas. Definitivamente su risa es el sonido más lindo que he escuchado desde que llegué al colegio.

—¿Puedes dejar de mirarlo? O no sé, al menos disimula un poquito, Sabine —gruñí cuando escuché la voz de Maika, mi mejor amiga. La miré con mala cara y bufé.

—Nunca se ha dado cuenta de que lo observo. No es necesario disimular.

—Eso es lo que tú crees —India alzó sus cejas y sonrió con burla—. Es imposible que en todos estos años no se dé cuenta de que alguien lo observa como una completa psicópata.

—No parezco una psicópata —me crucé de brazos molesta. Miré a Ezra esperando que me ayudara—. ¿Verdad?

—Emmm... bueno —balbuceó mientras sonreía nervioso. Entrecerré mis ojos—. Un poco sí —abrí mi boca indignada por su respuesta. Pensé que iba a ayudarme, no que iba a estar de acuerdo con Maika e Indiana.

—Ustedes no saben lo que es estar colada por un tío hace años. Si les pasara me entenderían, yo lo sé —no puedo dejar de resoplar en voz alta.

—¿No crees que ya es momento de acercarte a él?

—¿Qué? Claro que no. Quedaría en ridículo —le dije a Ezra—. ¿Has visto a las chicas con las que habla? Todas tienen una cara y cuerpo de infarto. Yo soy un fideo al lado de ellas —me quejo.

—¿Un fideo? ¿Es en serio? —India me mira con seriedad. Asiento encogiéndome de hombros—. ¿Cuántas veces tendremos que repetirte que eres hermosa para que lo entiendas?

—No digo que no lo sea —digo en voz baja mientras juego con mis dedos—. Pero en comparación con ustedes o con las demás chicas de la escuela...

—Deja de compararte con las demás chicas, Sabine —Ezra me regañó—. Tienes unos preciosos ojos azules, una piel de porcelana y un hermoso cabello color miel.

Atrapada en el Encanto KingwellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora