Capítulo 46

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Puedo decir que a la mañana siguiente me desperté con la sonrisa más grande que he tenido en mi vida

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Puedo decir que a la mañana siguiente me desperté con la sonrisa más grande que he tenido en mi vida.

La noche de ayer había sido muy especial. Jayden y yo nos quedamos alrededor de veinte minutos con las manos entrelazadas mientras mirábamos las estrellas. Estuvimos en completo silencio durante ese momento, puesto que no había mucho que decir; sólo teníamos ganas de disfrutar de la compañía del otro sin interrupción alguna.

Cuando vino a dejarme a casa, se bajó del auto para llevarme hasta la puerta. Le explicó a mi madre el porqué de mi llegada a las once de la noche y le prometió que cuando estuviéramos juntos no tenía de qué preocuparse. Mamá admitió confiar plenamente en él y dejó que cuando estuviera con el bicharraco pudiera llegar más tarde a casa, lo que me tomó por sorpresa.

Se me hacía extremadamente extraño que mamá no haya tenido todavía la intención de conocer a mi novio. Al parecer, le cae tan bien Jayden que ni siquiera le interesa saber cómo es su hermano.

Debe pensar que es igual de bueno que el bicharraco, pero definitivamente no tienen nada en común.

No podría decir que Marlon es un mal chico, pero claramente tiene una personalidad muy complicada: en cambio, Jayden es el típico chico que se ve "malo" cuando en realidad es muy dulce y buena persona.

—Me acaba de llegar un correo de tu colegio al Gmail —mi madre entra a la habitación sin golpear, ya que la puerta se encontraba abierta. Me siento en la cama y la miro expectante.

—¿Qué dice?

—¿Por qué no me habías dicho que estás suspendida?

Frunzo el ceño sintiendo mi corazón latir con vehemencia.

—Es bro-broma, ¿verdad?

—Claro que lo es —responde. Suspiro aliviada y me pongo una mano en el pecho para recuperarme del susto que me había hecho pasar—. Perdón, no pensé que reaccionarías así. Estás demasiado pálida.

—Casi me da un infarto, jamás he sido suspendida y quiero que eso siga así.

—Tú y yo sabemos que así será —me guiña el ojo antes de acercarse a la ventana para abrir las cortinas—. No sé por qué te gusta estar a oscuras.

—Se me hace más agradable que tener el sol en la cara —me quejo cuando siento unos rayos de luz molestos en mi rostro—. Y bueno, ¿qué decía el correo?

—Mañana es el aniversario del colegio y decidieron celebrarlo dando la semana libre.

—¿Cómo? ¿No hay clases esta semana? —pregunto confundida. Niega encogiéndose de hombros—. ¿Qué es esa forma de celebrar? No tiene sentido —bufo.

—Creo que eres la única estudiante del mundo que se molesta porque no irá a la escuela.

—¿Crees que salgamos una semana más tarde de vacaciones por eso?

Atrapada en el Encanto KingwellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora