Sabine está enamorada de Marlon Kingwell hace años, pero él jamás se ha fijado en ella. Todo cambiará cuando Jayden, el hermano de su crush, llegue a la escuela.
Él la ayudará a conquistarlo sin saber que más tarde podría arrepentirse completamente...
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(No confundir a Milton con Marlon. Este capítulo lo está narrando MILTON, el amigo malandro de Jayden)
Agarro con mi puño el cabello de la chica que estaba arrodillada frente a mí y cierro los ojos mientras mi mano acaricia los pecho de la que está dejando besos húmedos en mi cuello.
—¿En cuánto rato crees que lleguen los chicos? —Lizbeth saca mi miembro de su boca para hablar. Me encojo de hombros antes de lamer mi labio inferior al sentir que Kristel estaba haciéndome un chupetón en el pecho.
—Creo que ya nos tenemos que vestir, ¿no?
—Venga, Kristel —bufo—. No seas aburrida.
—¿Y si llegan?
—Hacemos una orgía y ya está. ¿Cuál es el problema? —bromeo.
—A mí me parece una idea muy tentadora, pero para otro día —gruño cuando Lizbeth se pone de pie—. Ya estoy cansada, llevamos casi dos horas haciendo de todo. Me duelen las rodillas y el trasero por las nalgadas que me has dado.
—Ya, a mí también —Kristel deja un beso en mis labios antes de alejarse de mí. Pongo los ojos en blanco y tiro mi cuerpo hacia atrás recostándome en la cama mientras veo cómo las chicas comenzaban a vestirse. Yo todavía estaba desnudo y con mi miembro erecto, pero me daba pereza ir a darme una ducha fría—. ¿Jayden sabe que tú y Milton...?
—¿Por qué tendría que saberlo? —Lizbeth se encoge de hombros.
—No sé, sólo pregunto.
—Nosotros no nos contamos esas cosas —responde Liz. Tomo mi celular y abro Instagram mientras escucho la conversación de las chicas—. Yo follo con Jayden al igual que como lo hago con Milton. Y a ninguno de los dos les ando diciendo con quién más me acuesto.
—¿Y hace cuánto están haciendo esto? Ya sabes, me tomó por sorpresa que me hayan invitado a hacer un trío. Yo ni siquiera sabía que ustedes dos hacían este tipo de cosas.
—Kristel, ¿estás celosa?
—Ay, claro que no.
Dejo de prestarle atención a la conversación de Lizbeth y Kristel cuando me aparece una foto de Sabine, la chica con la que estuve a punto de coquetear en el autobús sin saber que tenía algo con Marlon Kingwell, el hermano de mi amigo y el chico que ha hablado mierda de mí para que Jayden y yo nos alejemos.
Cuando vi a la chica de cabello miel en el autobús, pensé que era alguien muy guapa. No se me ocurrió nada mejor que preguntarle cómo se llamaba la canción que estaba escuchando, aunque yo sabía perfectamente cuál era.
No sé por qué no se me ocurrió pedirle su número. Tal vez pensé que no era necesario, puesto que no se veía como todas las chicas con las que yo follo.
Ella se veía demasiado gentil.
Lo mejor llegó cuando se me ocurrió buscar el Instagram del simpático de Marlon días después. No podía creer que la chica que me había prestado un audífono, estuviera en una foto con el mayor de los Kingwell.
