No recordaba cuándo fue la última vez que falté a clases. Creo que siempre he sido una chica muy responsable, y más aún cuando se trata de la escuela. Pero creo en estos momentos, sólo debo preocuparme del estado anímico de mi madre y hermano.
Lamentablemente ayer mi madre se enteró de que su esposo de hace veinticinco años la engañaba. Él se fue sin siquiera llevarse algún tipo de bolso con sus cosas, pero suponemos que algún día tendrá que venir a buscar lo suyo.
Max no supo el porqué de la situación. Claramente no le íbamos a decir que Arnold tiene una amante, pero sí se pudo dar cuenta de que, aunque mis padres siguen casados, ya no están juntos.
-¿Quieres algo para comer? -me siento en la cama y pongo mi mano sobre la pierna de mamá, quien estaba viendo la televisión con la mirada completamente perdida. Niega sin mirarme-. Ni siquiera desayunaste, necesitas almorzar.
-Gracias por preocuparte por mí, hija. Pero no tengo hambre -pone su mano sobre la mía y le da un apretón.
-¿Le contaste lo que pasó a mi tío Elián? Debby me dijo que iban a venir.
-Sólo le dije que había echado a Arnold de casa, pero supongo que ya se hizo una idea de lo que pudo haber hecho -se encoge de hombros. Suspira con pesadez y me mira-. ¿Cómo está Max? Soy la peor madre, yo debería estar preocupada de ustedes y no sufriendo por el maldito de tu padre.
-Tranquila, es entendible que estés así. Estuviste con él muchos años -le sonrío con tristeza-. Debe ser muy duro saber que la persona que tanto amas te traicionó de esa forma.
-Jamás pensé que tu padre sería capaz de hacernos algo así. Éramos una familia muy linda, pero le ganó la calentura y no se dio cuenta de que nos podía perder...
-Todavía somos una familia linda, mamá.
-No sé qué sería de mí si no estuvieran tú y Max -admite-. No quiero ser grosera frente a ti, pero creo que me iría a la mierda si no fuera porque los tengo a ustedes.
-Tranquila, sé grosera si quieres. Tienes que desahogarte -me encojo de hombros y le guiño el ojo-. ¿Te cuento un secreto? Yo también digo groserías a veces.
-¿De verdad? -pregunta impresionada. Asiento con las mejillas sonrojadas-. Dios, nunca me lo imaginé.
-¿Estás molesta?
-Ay, claro que no. Creo que llevas mucho tiempo comportándote como alguien que no parece una adolescente -alzo las cejas. No pensé que me diría eso-. Que digas groserías y que tengas novio es lo más común del mundo, y lamento que me haya dado cuenta tan tarde de eso.
-No pasa nada, mamá.
-Debí haber sido distinta contigo. Siempre intentamos hacer que fueras una hija ejemplar, pero creo que eso sólo hizo que tú no vivieras lo que los adolescentes generalmente viven.
ESTÁS LEYENDO
Atrapada en el Encanto Kingwell
Genç KurguSabine está enamorada de Marlon Kingwell hace años, pero él jamás se ha fijado en ella. Todo cambiará cuando Jayden, el hermano de su crush, llegue a la escuela. Él la ayudará a conquistarlo sin saber que más tarde podría arrepentirse completamente...