Sabine está enamorada de Marlon Kingwell hace años, pero él jamás se ha fijado en ella. Todo cambiará cuando Jayden, el hermano de su crush, llegue a la escuela.
Él la ayudará a conquistarlo sin saber que más tarde podría arrepentirse completamente...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Ustedes son la pareja más linda de la escuela. Los envidio demasiado —Marlon apoya su brazo en el respaldo de mi silla. Miro a la chica de primero, quien nos mira con demasiada emoción, y le sonrío—. ¿Cuánto tiempo llevan juntos?
—Un mes y unos días—contesto.
—¿En serio? ¡Dios! Siento que fue ayer que me enteré de que ustedes dos eran novios.
Y yo también, es increíble cómo pasa el tiempo. Aún no puedo creer que hace un mes haya aceptado ser la novia del que fue mi crush por cuatro años.
Las cosas no han cambiado demasiado. Ya estamos en diciembre y a mi padre todavía le cuesta aceptar que tengo pareja, y aunque dice que quiere conocerlo para darnos su aprobación, la verdad es que está postergando demasiado su encuentro con Marlon.
Con respecto a Jayden, no tengo demasiado que contarles. Últimamente pasa demasiado tiempo con Katia, más tiempo del que pasaba conmigo cuando éramos amigos.
No sé cuál es la relación que tienen esos dos. No sé si son sólo buenos amigos, o si tienen algo en secreto. Pero veo muy feliz a Jayden y eso me pone feliz a mí también. Sin embargo, para nadie es un secreto que todavía lo extraño.
El bicharraco fue y es una persona muy importante para mí, y aunque nuestra amistad fue efímera, me atrevo a decir que fue una de las cosas más linda que me ha pasado este año. Jamás voy a olvidar lo lindo que se comportó Jayden conmigo, tampoco olvidaré que me ayudó a no compararme con las demás chicas, aunque últimamente lo he estado haciendo bastante.
—Disculpen que los interrumpa, pero necesito robarme un momento a esta muchachita —alzo la vista cuando Matt se acerca a nosotros. Me hace una seña con los ojos para que lo siga y yo asiento.
—Ahora vuelvo —me pongo de pie y voy detrás de Matt, el chico que me ha ayudado a superar un poco el quiebre de mi amistad con el menor de los Kingwell—. Lamento informarte que mi madre no me mandó galletas, así que si tienes hambre no puedo hacer nada al respec...
—Le pedí una cita a Debby —me interrumpe.
Abro los ojos como platos antes de chillar emocionada.
—¡Dios! ¡Qué bien! —doy pequeños saltitos y lo abrazo mientras él ríe a carcajadas—. Me emociona demasiado, Debby se merece a alguien como tú.
—Pienso llevarla a comer comida tailandesa, ¿crees que esté bien? Hace un tiempo me dijo que era su favorita, espero que lo siga siendo.
—Claro que sí. Dudo que en algún momento deje de gustarle —me encojo de hombros. Suspira aliviado y se atrapa el labio inferior con los dientes.
—Sé que nos hemos visto sólo una vez, pero llevamos semanas hablando por WhatsApp y la verdad es que siento que... —se calla. Ladeo mi cabeza y sonrío con ternura.