Sabine está enamorada de Marlon Kingwell hace años, pero él jamás se ha fijado en ella. Todo cambiará cuando Jayden, el hermano de su crush, llegue a la escuela.
Él la ayudará a conquistarlo sin saber que más tarde podría arrepentirse completamente...
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—¿Cuántos bikinis trajiste? Yo tengo cinco en el bolso, pero tal vez son muy pocos —India se queja. La miro con la ceja alzada.
—¿Es en serio? Creo que con cinco es suficiente —río—. Yo sólo traje dos, pero porque son los únicos que tengo.
—¿A qué hora llegará Katia? —Marlon llega al cuarto de estar con su bolso en el brazo—. Ya deberíamos irnos. Después habrá mucho tráfico.
—Me dice que llega en cinco minutos, pero si quieren pueden irse ustedes primero —Jayden se encoge de hombros desde el sofá individual—. Tú te vas con Sabine, Bryant, Matt e India y yo me voy con Katia, Maika y Ezra.
—¿Puede irse India contigo? —Marlon le pregunta a su hermano mientras mira su celular—. Para que Alfie se vaya con nosotros, porque parece que también va a ir.
—¿Y quién carajos quiere que Alfie vaya? —Jayden dice justo lo que yo estaba pensando—. Es insoportable, no lo aguanto ni cinco minutos y tú quieres que vaya con nosotros a la playa —gruñó.
—No seas así —lo regaña—. Alfie es mi amigo.
—¿Y a mí qué? No es nuestro amigo en común —el pelinegro dice enfurruñado—. Dile que no hay sitio para él, que los autos van llenos.
—¿Y cómo puede ir Katia? Ella es tu amiga, no mía.
—¿Eres tonto? —Jayden frunce el ceño—. A todos nos cae bien Katia, pero Alfie realmente es un grano en el trasero.
—Bueno, como yo soy el hermano mayor, llevaré a Alfie aunque tú no quieras.
Intento ocultar las ganas que tengo de resoplar. Marlon es muy cabezota.
—Si tú llevas a alguien que no me cae bien, yo llevaré a alguien que no te agrada a ti.
Sonrío orgullosa al escuchar al menor de los Kingwell.
—¿A quién?
—A un amigo de mi antiguo colegio.
—Oh, no. Claro que no —Marlon deja su bolso sobre el suelo para acercarse molesto a Jayden—. Ni se te ocurra. Voy a llamar a mis padres —lo amenaza apuntándolo con su dedo índice.
—No me interesa, lo invitaré de todas formas.
—¿Quién es? ¿Milton?
Estoy segura de que no
—Jerson —responde sin prestarle atención, ya que está embobado en su celular—. Ya le dije que lo pasaría a buscar a su casa.
Marlon abre su boca, indignado.
—Te vas a meter en problemas, te lo aseguro —dice antes de que suenen unos golpes en la puerta.
—¿De verdad crees que eso me importa? No será ni primera, ni última vez que lo haga.
