—¿Puedes creerlo? ¡Jayden se está juntando con Lizbeth! ¡Otra vez! —chillo por el teléfono—. O puede que nunca haya dejado de verla, no lo sé...
—Yo tampoco sabría decirte si dejó de verla o no. La verdad es que no hablamos de Liz —Jerson responde—. ¿A ti te dijo que iba a alejarse de ella?
—No exactamente, pero me dijo que ya no quería tener relación con los chicos de su antigua escuela —suspiro con pesadez. Todavía estoy un poco confundida con lo que pasó ayer—. Excluyéndote a ti, claro está —añado.
—¿Y si sólo se juntó con ella para desahogarse? Ya sabes, para contarle lo que había pasado y cómo se sentía por eso.
—¿Desahogarse con la chica con la que tenía sexo?
—Ten en cuenta que todos sus amigos están en la playa —me recuerda—. ¿A quién más iba a hablarle? ¿A Milton o Wilder?
—Claro que no, pero Lizbeth...
—Ella no fue parte del plan, Sabine —se adelanta—. Tal vez sólo malinterpretaste la situación. Dudo mucho que Jayden quiera tener sexo con ella cuando claramente está enamorado de ti.
—Esa palabra nunca ha salido de su boca, Jerson —frunzo el ceño—. Jamás me ha dicho que está enamorado de mí.
—Pero lo está, es obvio.
—Hasta que no me lo diga, no lo creeré —me encojo de hombros sabiendo que él no me puede ver—. Fue una situación muy extraña. Estaba molesta por verlo con ella, pero a la vez, se me hizo muy sexy el tono con el que me hablaba y sólo quería lanzarme sobre él para besarlo.
—Lo que menos les falta es tensión sexual. Eso se puede sentir a miles de kilómetros de distancia.
—Tu amigo es muy sensual, y eso me pone nerviosa —aprieto mis labios—. Y ni siquiera sé por qué te estoy diciendo esto. No quiero parecer que estoy con las hormonas alborotadas, pero en realidad, sí estoy con las hormonas al...
—Escuchar tantas veces la palabra hormonas hizo que recordara que debo hacer un trabajo de biología para el lunes.
—¿Qué harías sin mí? —bromeo—. Aunque bueno, después de no haber ido por una semana a clases, es probable que tengas más de un trabajo por hacer.
—No me hagas pensar en eso, por favor.
—Bueno, disfruta lo que te va quedando de tus minivacaciones —río—. Si pasa algo importante, te hablo.
—Perfecto. Intenta no pensar tanto en lo que viste ayer, porque sinceramente, dudo mucho que Jayden haya vuelto a su jueguito con Lizbeth.
Me quedo unos segundos con el celular en la oreja mientras pienso en lo que mi nuevo amigo me dijo.
Suspiro, irritada.
¿Qué estará haciendo Jayden en estos momentos?
Me tiro en la cama mientras espero a que Maika termine de bañarse y abro Instagram. Voy al perfil del menor de los Kingwell y atrapo mi labio inferior con mis dientes al ver el círculo de color rodeando su foto que me da a entender que ha subido historias.
Quiero verlas, pero no quiero dejar en evidencia que estoy pendiente de sus redes sociales.
¿Y si me hago un instagram falso?
Muerdo mis uñas de forma nerviosa. No me gustaría parecer una chica loca, y creo que hacerme una cuenta falsa me llevaría directamente a ese punto, pero tampoco quiero que él se dé cuenta de que me interesa saber lo que está haciendo.
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Atrapada en el Encanto Kingwell
Teen FictionSabine está enamorada de Marlon Kingwell hace años, pero él jamás se ha fijado en ella. Todo cambiará cuando Jayden, el hermano de su crush, llegue a la escuela. Él la ayudará a conquistarlo sin saber que más tarde podría arrepentirse completamente...