Sabine está enamorada de Marlon Kingwell hace años, pero él jamás se ha fijado en ella. Todo cambiará cuando Jayden, el hermano de su crush, llegue a la escuela.
Él la ayudará a conquistarlo sin saber que más tarde podría arrepentirse completamente...
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—¿Intentó hablar contigo?
Debbie asiente mientras mueve el pequeño ventilador sobre su rostro para que la mascarilla que minutos se había aplicado seque con rapidez.
—Le dejé en visto sus mensajes y le prohibí a todos que le abrieran la puerta —hice una mueca. Entendía completamente su molestia, pero me dolía ver a mis primas peleadas—. Reconozco que puedo ser una zorra cuando estoy soltera, pero jamás me atrevería a hacerle algo así a alguien de mi familia.
—Lo sé. Es demasiado decepcionante.
—Pero si te soy sincera... —dejó el ventilador sobre el mueble que estaba al lado de su cama y me miró con seriedad—. En el fondo no me extraña que Jazmín haya hecho eso.
—¿Por qué?
—Muchas veces la pillé mandándole miradas coquetas a Héctor —alcé mis cejas impresionada—. Pero siempre pensé que me estaba comportando como una paranoica, que me estaba imaginando todo.
—Yo jamás vi algo extraño, la verdad —admití—. ¿Mis tíos saben con exactitud qué fue lo que hizo?
—No les quise dar muchos detalles, sólo les dije que habíamos tenido un problema y que me iba a enojar mucho si le abrían la puerta —respondió mientras tocaba su mascarilla—. Ya está, me la quitaré.
—A la mía le falta un poco —bufé después de que mi dedo quedara manchado al tocar la mascarilla que cubría mi rostro—. ¿Quieres cambiar de tema? Hemos estado mucho rato hablando de Jazmín y Héctor.
—Estaría muy bien. Ese tema me tiene bastante estresada —puso los ojos en blanco y se acomodó en la cama—. ¿Acaso hay algo que me tengas que contar? Porque te noto extraña.
—¿Conoces a Jayden Kingwell?
—Claro, el hermano del chico que te gusta —respondió encogiéndose de hombros—. Suelo encontrármelo en fiestas de algunos de mis amigos de la universidad. He hablado muy poco con él, pero se ve bastante agradable.
—Llegó hace poco a mi escuela y... —me callé. La verdad me daba vergüenza contarle esto—. Me va a ayudar a acercarme a Marlon.
—¡¿Qué?! —chilló con los ojos abiertos como platos—. ¿Y qué se supone que gana él con eso?
—Bueno, al parecer sus padres lo están obligando a juntarse con gente que sea una buena influencia para él —frunció su ceño confundida—. Así que se le ocurrió que nos podemos hacer pasar por amigos para que sus padres se queden tranquilos y para que yo pueda acercarme a Marlon para conquistarlo.
—¿Es en serio? Suena todo un poco...
—¿Surrealista? ¿Estúpido? ¿Patético? Pues sí, la verdad sí —suspiré con pesadez—. Aún creo que es una mala idea, pero Jayden terminó convenciéndome y...
