Capítulo 50: Jayden

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Tiro la pelota intentando tocar a Marlon y Bryant y bufo frustrado cuando ellos logran esquivarla

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Tiro la pelota intentando tocar a Marlon y Bryant y bufo frustrado cuando ellos logran esquivarla. Katia nada hacia donde había caído la pelota e intenta quemar a mi hermano, pero él se sumerge en el agua para evitarlo.

—¡Ya estoy muy estresada! ¡Estos dos son muy buenos!

—¡No te rindas! —Jerson se acerca a Katia por detrás y masajea sus hombros.

—Si me tocas así jamás voy a concentrarme —se gira hacia él con una mirada juguetona.

—Sólo estoy dándote apoyo —mi amigo chasquea su lengua.

—¿No prefieres darme otra cosa?

Katia y Jerson se quedan mirando por unos segundos antes juntar sus labios en un beso apasionado.

Es tercera vez que interrumpen el juego

—¿Pueden dejar de besarse? ¡Despéguense aunque sea un momento, por favor! —me pongo las manos en el cabello con frustración. Katia y Jerson habían estado besándose desde que bajaron a tomar desayuno. Al parecer, se llevaron muy bien—. ¡Estamos jugando!

—¡Basta de ponerte celoso, hombre!

Aprieto mi mandíbula cuando escucho a Marlon. Él sabe que Katia no me gusta y aún así es tercera vez que me molesta con que estoy celoso porque Jerson se está comiendo a besos a la pelirroja.

¿Acaso no entiende que lo único que me pone celoso es que él sea novio de la chica que me gusta?

—Cállate, joder —tiro la pelota fuera de la piscina cuando veo que, al parecer, el juego ya se había acabado.

—No es nuestra culpa que tú estés tan solo —Marlon sonríe burlón—. Si tuvieras a alguien también estarías comiéndole la boca.

—¿Y tú qué? —suelto—. Tienes novia y ni siquiera le prestas atención.

—¿Qué sabes tú?

—Hasta un ciego se daría cuenta de eso —esta vez es mi turno de sonreír burlón—. No la miras, no le hablas, no la tocas... —me acerco a él desafiante.

—¿Que no la toco? —ladea su cabeza y chasque su lengua—. ¿Duermes con nosotros para afirmar algo así?

La rabia nubla mis ojos. Es una mierda que sus palabras me jodan tanto, porque si Sabine me dijo que sólo tuvieron una discusión, es porque así fue, pero, de todas formas, me molestaba mucho que intentara dar a entender algo que no es.

—Entonces iré a tu habitación para tener pruebas de lo que estoy diciendo —me encojo de hombros—. Yo feliz de dormir con ustedes, pero si te vas y me dejas solo con ella... mejor.

Casi no me doy cuenta de lo que dije hasta que Marlon me empuja. De inmediato veo cómo Sabine, India y Maika salen de la casa con el ceño fruncido para acercarse a la piscina.

Atrapada en el Encanto KingwellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora