ANXIETY

XXXX: Resonance.

     Hanko luchaba contra las enfermeras para que la dejasen ir. Era frustrante la cantidad de imágenes que estaban pasando por su mente incapaz de siquiera controlarlas. La cefalea era insoportable, un dolor punzante en su cien le importaba que fuese con el Alfa.

     Escuchan las miles pero inútiles peticiones de Rei en hacerla tranquilizarse. Los sedantes no estaban surtiendo efecto; escuchó los gritos de él a lo lejos del pasillo y en ese momento fue cuando su cuerpo realizó un brinco errático sobre la camilla y logró desatarse; siendo retenida por el personal el cual era bestialmente derribado por ella quien aún se encontraba delicada de salud y en un estado de trance con sus ojos perdidos en algún lugar mientras que su cuerpo se movía solo por completo logrando llegar hasta la puerta de esa habitación en dónde fue Kirishima quien intentó detenerla y Bakugō la observaba atónito.

     Los ojos de la Omega observaban el vacío. No estaba mentalmente cuerda, movía sus manos dando pequeños indicios de querer escribir o dibujar algo. Todos ingresaron a la habitación con intenciones de retenerla y nuevamente sedarla pero fueron detenidos por Bakugō quien con un gruñido feroz los puso a todos con los pelos de punta.

     —¡Denle algo para dibujar! —ordena el pelirrojo.

     Por arte de magia, Chiyo estaba deambulando por el servicio con su estudiante estrella Kendo; las cuales fueron bruscamente detenidas por un grito producido por el heredero de los Bakugō, el cual se escuchaba más como una súplica.

     Al ser ambas psiquiatras especializadas, de inmediato se colocaron cerca de la Omega y la más joven le otorgó un marcador de color negro.

     Hanko lo tomó sin hacer contacto visual y de un salto llegó hasta donde estaba la pared de cristal que dividía su habitación del pasillo.

     —2 y 2 son 4 4 y 2 son 6 6 y 2 son 8 y 8 16... Y 8 son 24 y 8 son 32...

     Murmuraba una y otra vez esa canción. Con el lápiz entre sus manos y su mirada fija y perdida en el cristal. Todos estaban a la espectativa de lo que fuese que podría hacer. Chiyo observaba con calma su comportamiento.

     —Conexión bilateral... Resonancia.
     —Interesante...

     Ante aquellos murmullos, todos guardaron un silencio notorio dejando que solo esas femeninas voces fuesen lo único audible en la habitación. Rika seguía con su cántico descabellado mientras destapaba el marcador y comenzaba a trazar pequeñas líneas sobre el cristal. Katsuki caminó hasta quedar justamente detrás de ella con sus brazos cruzados y su mirada perdida en la mínima posibilidad de esperanza.

     Chiyo tomaba apuntes en su pequeña tabla de notas absolutamente todo lo relacionado a la extraña conducta de la joven y su repentino estado de autismo premeditado. Dando como resultado su primera suposición.

     —¿Qué mierda es eso de la Resonancia?
     —Es una especial de conexión entre dos polos completamente compatibles neuronalmente hablando. Es como una colmena; cuando se experimenta por primera vez, uno de los dos individuos desarrolla lo que podemos ver en ella lo que se conoce como murmullos palpitantes, los cuales luego de ser repetidos en varias ocasiones se vuelves pistas que la persona logra plasmar en físico ya sea por medio de descripciones audiovisuales o en el caso de ella, dibujos...

     Bakugō escuchaba atento a dos cosas: a la explicación tan absurdamente fascinante y al dibujo tan bien elaborado por su hermana. Chiyo suministraba toda la información que podría a cerca de dicho trance el cual solía durar un máximo de 30 minutos dependiendo la capacidad neuronal del receptor que en éste caso era Hanko.