No había nadie a quien culpar. No existía culpa realmente. Aquel comentario fue sincero y lo más directo posible y quizás, el fin y el inicio de algo.
Una decisión cambia todo. Termina todo o inicia algo.
Se repetía en ocasiones esa frase que logró leer en un libro viejo lleno de polvo con sus hojas amarillas y gruesas cuya portada estaba rota. Desgarrada. Dando a entender que querían deshacerse de él.
Shinso se había ido. Igual que la vez anterior. Sólo que en ésta ocasión dejó una nota en el lado de la cama donde había dormido.
"Lo siento... De veras pensé que podía volver a amarte. Pero supe muy tarde que mi corazón no es ni siquiera mío. Debo buscarlo antes de querer algo más con alguien. Fue una noche maravillosa y te agradezco infinitamente el devolverme la esperanza en el amor. Pero quiero que ahora tú seas feliz y esa felicidad que tanto mereces, no puedo dártela. Eres una persona increíble y mereces que alguien de la vida por tí. Te deseo la mayor felicidad. Shinso".
No dolía como aquella vez. Tal vez porque en ese tiempo era aún una chica inmadura incapaz de entender que el mundo gira contigo o sin ti acompañándolo. Sentía que su corazón de alguna extraña manera no sentía pena por ninguno. Más bien expresaba comprensión.No podía negar que lo amaba. Pero la felicidad de los demás estaban en otras direcciones que no eran las suyas. Eso logró entenderlo con Mina y Eijirou. Desde la preparatoria la hermosa pelirosa había estado enamorada de su rojo amigo pero una vez que éste confesara su amor por Denki, el mundo de Mina dió un vuelco inesperado tomándole varios años entender que el Omegaverse era una complejidad que unía a las personas más inesperadas y separaba a las más predecibles. Siempre buscando el perfecto equilibrio y compatibilidad entre los individuos los cuales el destino unía.
Y en ese entonces apareció su amor por la medicina inclinándose a estudiarla con esmero y suma dedicación logrando graduarse con honores en la universidad y siendo hoy día uno de los médicos más importantes en el área de emergencias. Unos años después decidió aceptar las insistencias de Sero en poder salir y conversar sobre todo y luego de ese encuentro hubo muchos otros.
Ambos eran una rareza hermosa. Se complementaban muy bien y eran junto con Eijirou el alma de la fiesta. Así que aquel destino al final de todo, logró recompensarla de una peculiar forma.
Hanko tomó un baño rápido y salió en dirección a la cocina. Pasó por la habitación de Katsuki y logró percibir los dos olores; aún dormían, al igual que todos. Lo que significaba que tendría la cabaña a su total disposición al menos por unas dos horas más. Se colocó unos shorts negros, sus converse y una camisa holgada sin mangas blanca.
Al llegar a la cocina logró distinguir a Eijirou sentado en la mesa de ésta con un plato lleno de avena con fresas y una toalla alrededor de su cuello. Vestía ropa deportiva, habituaba siempre trotar muy temprano y desayunar después, el plasma de la cocina también estaba encendido con un volumen lo suficientemente cómodo. Tanto que el pelirrojo no sintió la presencia contraria. Logró saberlo cuando sintió las frías manos de la chica posarse sobre sus hombros.
—Buenos días, Eijirou...
—Hola nena... ¿Que tal la noche? —mostró una sonrisa pícara. Inocente de todo, tanto que a Hanko le causó ternura y le dió como siempre acostumbró desde que llegaron a fortalecer más su amistad, un beso en la frente.
—Se fue. Antes de hacer el amor se detuvo y en ese momento le aclaré la situación. No tengo marca ¿Lo ves? —dejó a la vista su cuello solamente adornado con un collar que aquel pelirrojo le había obsequiado por su cumpleaños. Al momento en que tomaba asiento al lado del Alfa. —Solo dejó una nota en la cama y se marchó. Aún sigue en planes de ayudarnos con lo que haga falta, de lo contrario también lo hubiese escrito... En fin... A veces la felicidad de los demás no está al lado de nosotros, y solo hay que dejarlos ir... Siempre he sido creyente de que hay algo bueno al final de cada búsqueda... El único problema es que no sé en qué momento dejé de buscar y simplemente permití que lo mísero de lo que alguna vez fue una relación me cubriera los ojos alejándome de otras posibilidades... Es tan patético...
—Nena...
—Natsuo Todoroki estuvo al tanto de mi en el hospital. Lo supe cuando su madre vino a darme el alta. Un Alfa desconocido se tomó la molestia de cuidarme, aún sabiendo que corría peligro si lo hacía. Shinso envío a Tsuyu... Pero no dejo de pensar que quizás hubiese tan solo... No lo sé... Ido... Así sea solo para burlarse o algo...
—Suficiente de decir esas mierdas, Hanko. Basta —dice mostrando su habitual sonrisa y actitud burbujeante. —Shinso se lo pierde; te conozco desde hace mucho tiempo y eres el ser más bonito que he conocido, capaz de sentir y de dar amor como si no doliera. Eres única y la persona que el destino tenga para ti, eso será lo que le encantará. Estoy seguro de eso.
—¿Por qué lo estás?
—Porque a mí me encanta -respondió encogiéndose de hombros mientras otra cucharada de avena se acercaba a su boca, con los ojos fijos en el plasma. Sin saber que había creado en la contraria un sonrojo tremendo.

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ANXIETY
FanfictionTras su drástica desaparición. Izuku Midoriya estuvo aislado de todas aquellas personas que ama por culpa de su homofóbica madre, quien se encargó de desaparecerlo del mundo durante ocho años en un hospital psiquiátrico. Los cuales fueron una carnic...