Ordenar comida rápida. Esperar en el asiento de la sala. Escuchar el timbre. Recibir y pagar.
Tan aburrida se había vuelto su vida desde el accidente de Denki. Y ahora con Katsuki y Kendo haciendo la otra parte del plan mientras ganaban tiempo, ella tenía un serio problema; estar en la casa de Kirishima dónde casi en cualquier rincón predominaban el olor a tierra húmeda de éste. Consideraba honestamente si había Sido una buena idea el aceptar su ayuda.
Solamente fue a su apartamento por ropa suficiente para lidiar con su tratamiento. Eijirou le había explicado que los celos de los Omegas tienen una duración de tres días cada mes y el de los Alfas solo llega una vez al año por tres días. Estaba incómoda, no estaba bien hacer eso en esa casa pero ¿Quien en su puto juicio podía contradecir a Eijirou Kirishima cuando algo se le ha metido en la cabeza? Nadie, ni siquiera el mismísimo Dios.
Había dejado las pastillas en la sala junto al gran sofá en dónde pasaría su primer celo. Aquel pelirrojo le ofreció una toalla limpia y le indicó donde estaba el baño de invitados mientras él se ducharia en el de su habitación. Decidieron mantener eso en secreto hasta que fuese prudente decirlo; pero conociendo a Bakugō, éste se daría cuenta con tan solo olfatearlos. Pero estaba bien, entre todos ellos aquel rubio era el que mejor sabía guardar secretos.
Fue el baño más largo que se había dado en su vida. Asegurándose de limpiar muy bien su cuerpo al punto de gastar casi todo el jabón líquido. Su cabello no fue la excepción, el shampoo olor a lavanda fue embriagador y solo se limitó a utilizarlo dos veces suspirando aliviada de que su gran melena quedase completamente limpia. Tuvo cuidado con sus heridas las cuales ya estaban cicatrizando muy bien, detestaba tener una regeneración tan lenta pero quizás se debía a su déficit de hormonas.
Salió de la ducha colocándose frente al espejo, estaba nerviosa, muy nerviosa. Tomó un poco de crema dental y lavo sus dientes. Se vistió con unos Loggers verdes militar, una camiseta gris y un par de medias negras. Inhalando profundamente se decidió a salir del baño. Aún el Alfa no había salido, terminó de secar su cabello y fue por las pastillas, leyendo las indicaciones con cuidado tomó el frasco para abrirlo y fruncir el ceño por el olor a hospital que esas drogas poseían, desagradable. Tomó una y con un poco de agua ya estaba listo. Se sentó en el sofá en posición de loto y esperó a su compañero, hacía frío, el clima cambio bruscamente y una lluvia intensa cayó sobre todo el país; a un lado de dicho sofá Eijirou había colocado una cobija gruesa para ella.
Encendió el televisor buscando algo bueno y que distrajera su mente. Tomó un cojín y lo puso entre sus piernas para abrazarlo mientras se acomodaba mejor en el lugar, por un instante llegó a imaginarse como sería la vida que él y Denki llevaban, de verdad le hubiese encantado poder cargar y conocer al pequeño bebé. Maldita sea... Sus manos apretaron con más fuerza el esponjoso cojín mientras seguía recordando todo lo bueno que pudo vivir con él. Realmente fue bueno. Su curiosidad hizo que detuviera su búsqueda en una película que siempre había deseado ver y para su casualidad, estaba siendo transmitida en ese momento.
"Cuestión de tiempo"
Tomó la cobija y cubrió su cuerpo observando siempre atenta a las escenas. Eijirou bajaba las escaleras en dirección a la cocina para preparar la cena y la observó acurrucada por completo en el sofá. Estaba echa bolita entre la cobija y el frío que lograba percibirse en el interior de la casa por la lluvia, contribuía a dicha acción. Observó su móvil que estaba vibrando al recibir mensajes de Bakugō indicando que era el momento de ellos comenzar a mover sus fichas. De inmediato devolvió la llamada.
—Los malditos Yakuzas que cuidan a Inko estarán en un club nocturno esta noche, celebrarán el ascenso de uno de sus miembros. Te estoy enviando los planos del lugar en éste momento, yo iré como carnada y ustedes dos se encargarán de matarlos por sus puntos ciegos. Infórmale a Hanko que se valga de su habilidad de camaleón para eso y tú, haz lo que mejor sabes hacer. Ésta noche esos Yakuzas morirán.
—Bro, Hanko estará vulnerable durante los próximos tres días...
—¿Tiene supresores?
—Si... Uraraka se los recetó.
—Entonces trabajen juntos. Cuiden sus espaldas... ¿Está contigo?
—...No —mierda.
—Kirishima...
—Bien bien, si está conmigo. Me ofrecí a ayudarla con su tratamiento.
—¡Ja! ¿Eso incluye sexo? Eres un maldito. Tu caballerosidad es extraña —bromeaba mientras su contrario se incomodaba —Como sea... Explícale lo que necesite saber... Oi Kirishima...
—¿Qué ocurre, Bro?
—Gracias por cuidarla...
—Sabes lo que significa ella para mí, y también para todos. Es tu hermana después de todo, el que te preocupes por ella está bien, es porque la quieres.
—¡Tsk! No digas tonterías...
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ANXIETY
FanfictionTras su drástica desaparición. Izuku Midoriya estuvo aislado de todas aquellas personas que ama por culpa de su homofóbica madre, quien se encargó de desaparecerlo del mundo durante ocho años en un hospital psiquiátrico. Los cuales fueron una carnic...