XX: Because I Need You.

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Paciente: Hanko Ruka.
Edad: 23 años.
Sexo: Femenino.
Casta: Omega Puro.
Factor Rh: O+.

     —¿Esperabas ésto? -su mano tomó gentilmente el brazo de ella mientras aún intentaban asimilar dicho descubrimiento.
     —No... Quiero decir, sabía que algo no estaba bien conmigo desde pequeña... Pero no pensé que realmente fuese cierto —sus manos estaban tranquilas —Siempre tuve esa incógnita en mi cabeza y ahora que sé a qué casta pertenezco me hace sentir más tranquila.

     Katsuki no articuló palabra alguna. Siempre supo que era Omega, desde el primer día que la vio junto a Izuku en la escuela. Siempre sus sentidos fueron mucho más agudos que los de otros Alfas; no obstante, eso no impidió que obsequiara una de las escasas sonrisas sinceras que sabía que poseía, aún siendo en ocasiones un desafío mostrarlas incluyendo al propio Izuku.

     —Ya lo sabías...
     —Desde esa mañana en el jardín. Supe que tarde o temprano buscarías las respuestas, he ahí la primera —señaló con su índice aquel papel. —Y en todo éste tiempo conmigo, déjame aclararte algo de una buena vez; tienes más huevos que todos los putos Alfas que he conocido hasta ahora. No cualquier imbécil hace lo que haces.

     Recibió un gran abrazo de agradecimiento. Al principio mostró su egocentrismo y repulsión a tal acto golpeando suavemente la cabeza de Hanko, pero solo por veinte segundos para finalmente corresponder mientras observaba desde una distancia considerable a su Deku con Kirishima sonriéndole al mismo tiempo.

     Katsuki Bakugō no era conocido por ser alguien afectuoso con los demás miembros de su entorno. Siempre se mostraba renuente a los afectos; sin embargo, sabía exactamente el momento en que dichos gestos eran necesarios y recibidos sin reclamar. A sus 26 años pudo madurar lo suficiente para entender que algunas cosas deben cambiar y otras mejorar para que sigan su curso; su carácter hacia Midoriya fue el primer punto en mejorar a pesar de llevarle ocho años de práctica que aún en ese presente le era un completo desafío, ya que el chico era una caja de sorpresas.
Había logrado reconocer los gestos y manías del pecoso pero siempre había una que otra cosa que pasaba por alto en ocasiones.

     Se encontraron los cuatro en el hospital por mera casualidad; Izuku iba a sus terapias y Hanko quería respuestas, los cuatro pasaron por el laboratorio y lograron ponerse al tanto de las cosas que había estado sucediendo con ambos Omegas.
     El resultado fue esperado para Katsuki pero una revelación para Izuku y Kirishima quiénes quedaron boquiabiertos mientras leían una y otra vez los resultados.

     El otro inconveniente era que aquella chica no había presentado más su celo; tampoco su olor era tan característico para los Alfas pero si lo necesario para doblegar a Omegas defectuosos como Himiko Toga. Intentaron encontrar a un experto en el área quedando solo con Ochako quien en ese momento se encontraba dando consultas a domicilio a las mujeres jóvenes embarazadas por su servicio.

     —Nos vemos luego. La terapia del nerd comienza en pocos minutos —su mano se posó en la cabeza del chico, tal y como lo hacía en la preparatoria —Manten el maldito móvil cerca Kirishima.
     —¡Nos vemos en una hora, chicos! —Izuku partió con su Alfa con su brazo en alto.

     Hanko aún observaba aquel papel. Pero su mente estaba recordando lo que sus padres hablaron cuando el secreto de la adicción de su progenitora se supo; dándole muchas más preguntas de las que ya tenía consigo. Ignoró que Eijirou estaba cerca, lo suficiente para unir sus frentes pero no pasó. El dedo pulgar del chico comenzó a crear círculos imaginarios en la suave piel contraria justo en esa zona. Logrando hacerla volver.

     —Te acompaño.
     —Ochako no dejará que entres para el eco... Es muy reservada con esas cosas, ya sabes...
     —¡Entonces esperaré afuera!
     —¿Por qué lo haces?

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