El sonido goteante del grifo en el interior del baño era constante pero cómodo. El hervor del agua próxima a alejarse del fuego una ves servida en las tazas de cerámica blanca que se encontraban en la mesa de la cocina; ambas con una pequeña bolsita de hierbas secas y aromáticas cuyas indicaciones en su pequeño sobre fueron leídas con anterioridad: té verde.
Los mensajes no dejaban de llegar y de explotar el móvil de aquel pelirrojo cuyo emisor era su Bro, también angustiado así muy peculiar modo ya que la chica no había dado señal alguna de vida en todo ese día. El que tuviera el móvil en vibración no ayudaba mucho a sus pensamientos debido que lo cargaba encima en uno de los bolsillos de su pantalón. Eijirou observaba distante del exterior a aquella tetera plateada de acero inoxidable que comenzaba a humear indicando que pronto el agua estaría lista para servir. Luego de que lograra calmar a Hanko, también había quedado empapado por el agua de la ducha. La chica se estaba cambiando en su habitación y prometió que bajaría en unos minutos.
Aún no podía comprender el motivo por el cual aquella mujer usaba lentes de contacto. Pensamiento que llegó a su mente de forma fugaz. Nunca había detallado bien sus ojos hasta que logró establecer un contacto visual más cercano hace unos minutos. Esos ojos estaban irritados por el incómodo trozo de plástico que cubría su verdadero color el cual desconocía. Ocho años y hasta hace poco supo que ese marrón no era más que simple fachada. Era un amigo patético; incluso Bakubro lo sabía. Los mensajes que se dispuso a leer lo confirmaban.
Bakubro
Oi, Kirishima. Ten cuidado con los ojos de Hanko, quizás no lo sepas pero esos no son su verdadero color. Suelen irritarle con frecuencia.Pelos de Mierda
Debiste decirme antes. No tenía ni puta idea...Bakubro
¿Cómo la encontraste?
Realmente no me esperaba nada de ésta mierda... Una cosa tras otra... Es un maldito dolor de culo.Pelos de Mierda
Intento no pensar en lo que pudo haber hecho si no llego a tiempo... Bro, destrozó los espejos con sus nudillos... ¿Cómo crees que está?Bakubro
Maldita sea... Mantenme al tanto de lo que ocurra. Llama si necesitas algo, no importa la puta hora. El estúpido nerd también tiene sus desafíos aquí. Así que de cierta forma ambos tenemos que cuidar a dos idiotas inestables.Pelos de Mierda
¡Claro! Saluda a Midoriya... Bye Bro.Todo parecía ser una muy mala broma. El equipo está a atravesando por muchas situaciones juntas a la vez. Era malditamente frustrante. Y más aún cuando dos piezas importantes estaban quebradas.
Retiró la tetera del fuego para servir el agua, estaba intentando tener el poco control que quedaba en ese lugar. No deseaba pensarlo pero la idea de que la hubiese encontrado muerta en el baño le estremecía todo el cuerpo hasta el punto de hacerlo temblar.Hanko estaba terminando de secar su cabello. Observó las heridas en sus nudillos, los cortes en sus brazos... Diablos... ¿Cómo había sido posible que hubiese llegado a tal situación? Aún estaba latente su dolor pero eso no era excusa válida para intentar ahogarse en una botella y también drogarse con hierba... Que tan profundo había caído y no pudo evitar recordar la primera vez que se sintió de esa forma. Observó el pequeño estuche protector de sus lentes, decidió no usarlos más, por su salud ocular los dejó a un lado desechándolos en el balde de basura. Habían pasado años desde que se vio al espejo con aquellos ojos. Era el vivo retrato de su madre y la extrañaba. Ahora más que todo.
El olor dulce del té impregnó su nariz. Sintió hambre y ganas enormes de beber aquello que Eijirou preparaba. Recordó que por su imprudencia aquel chico estaba con su ropa mojada; buscó entre sus cosas alguna prenda que le quedara y para su suerte logró conseguir una camisa negra con la frase "Free Hugs" escrita en frente y unas bermudas color vino. Fueron regalos que Mina quiso ofrecerle por si acaso. Ladeó la cabeza al recordar la expresión lujuriosa de aquella pelirosa al darle la bolsa.
Salió de su habitación en dirección a la cocina con la ropa doblada entre sus manos. Llena de vergüenza quiso evitar contacto visual con el contrario cuando éste se percató de su presencia en el lugar.

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ANXIETY
FanfictionTras su drástica desaparición. Izuku Midoriya estuvo aislado de todas aquellas personas que ama por culpa de su homofóbica madre, quien se encargó de desaparecerlo del mundo durante ocho años en un hospital psiquiátrico. Los cuales fueron una carnic...