La lluvia no era buena partidaria para su paranoia. Touya lo sabía muy bien, y mucho más cuando constantemente despertaba por los truenos que alumbraban y resonaban en el cielo. Ésta última vez que despertó lo hizo de sobresalto quedando en shock luego de recordar con pesadez su sueño; uno que creía olvidado. Katsuki estaba sentado frente a él y Hanko dormía un poco en un mueble similar al que ese pelirrojo estaba usando como cama. Habían llegado al hangar hacía una dos horas, la lluvia atrasó la reunión pero era indispensable.
Estrujó sus ojos sintiendo las gotas de sudor bajar por su frente y cuello. Su cuerpo temblaba del frío y de la adrenalina que estaba corriendo por sus venas como una potente droga recién inyectada. Había olvidado esa sensación de temor que a pesar de ser un adulto capacitado, sentía aún. Observaba de reojo como Bakugō lentamente se levantaba del sofá individual para dirigirse a un refrigerador que se localizaba en una distancia de tres metros detrás de una gran mesa redonda en dónde estaban armas y toda la información que ambos prófugos habían recolectado más la que se almacenaba en el móvil de la chica.
Con lentitud posó sus pies en el suelo sintiendo el frío. Sus manos se deslizaron por su cabello, su mente recordó todo en cuestión de segundos.
El intento constante pero fallido de Fuyumi por detener a su padre, Natsuo tratando de protegerlo, Shōto siendo detenido por su madre quien entre gritos y lágrimas suplicaba a ese imponente y violento hombre que dejara a sus hijos. Era caótico y aún se preguntaba cómo era posible haber sobrevivido a tanto abuso, recordó la única vez que entró al hospital con un malestar de gripe y deshidratación moderada siendo hospitalizado de inmediato, logrando que gracias a la administración de un sedante en su tratamiento, aquel niño inocente y generoso perdiera el conocimiento; despertando horas después en la parte trasera de un auto cuyo chofer era la mano derecha de su padre. Haws, o como él le decía cuervo, observó como ese hombre lo arrastraba por un brazo fuera del auto y arrojaba al sucio, húmedo y terroso suelo de campo para luego encender todo el lugar dejando al pobre niño morir.
Siendo esa mirada insensible y cínica lo último que sus ojos vieron luego de que las llamas fuesen incrementandose de forma descomunal obligándolo a correr en busca de alguna ayuda.
Sintió un dolor punzante en la zona de su espalda baja logrando sentir un vendaje y un pequeño hilo de sangre manchó sus dedos. Fue en ese momento que supo lo que le había pasado y el motivo por el cual se encontraba en ese lugar en llamas. Su padre le robó algo preciado y ahora iba a deshacerse de él de la forma más cruel y cobarde existente sobre la tierra: un incendio en el lugar equivocado. A la hora equivocada y una víctima que no debía estar allí.
Aquel pequeño ignoró todo rastro de dolor y con claras intenciones de sobrevivir, logró adentrarse en el bosque que aún no había sido tocado por el fuego. El humo estaba espaciendose por todas partes, pronto los pulmones de Touya se contaminaron lo necesario para que el mareo y asfixia se hicieran presentes. Su deambulacion se tornaba lenta, su cuerpo comenzaba a pesarle más de lo normal.
Cayó en medio de una carretera de asfalto justo en medio de las dos vías, ante caer de nuevo en la inconsciencia sus azules ojos visualizaron las borrosas luces de un auto que se detuvo de inmediato a pocos metros de su cuerpo y unas siluetas que de pronto aparecieron frente a él.
El silbido de Katsuki atrajo a Touya como una mano que jalaba su cuello de vuelta a la realidad. Aquel rubio estaba a un lado de su cuerpo con una de sus manos extendidas hacia él, la cual sujetaba un vaso de whisky.
No rechazó la invitación y bebió todo el contenido del vaso sin siquiera fruncir el seño por el ardor en la garganta. Bakugō comprendía la complejidad de esos sueños, él padecía la misma situación desde que Izuku fue alejado de su vida adolescente en aquellos años.
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ANXIETY
FanfictionTras su drástica desaparición. Izuku Midoriya estuvo aislado de todas aquellas personas que ama por culpa de su homofóbica madre, quien se encargó de desaparecerlo del mundo durante ocho años en un hospital psiquiátrico. Los cuales fueron una carnic...