Una explosión. Y todo se fue al carajo. Mandando a Bakugō varios metros volando para impactar con fuerza en un poste de luz, obligándolo a quejarse mientras el líquido rojo era expulsado de su boca. Kirishima recibió dos disparos. Hanko uno en su hombro siendo capaz de atravesarse entre la primera bala que se dirigía al cráneo de aquel rubio. Impactando en su pierna derecha.
Todo sucedió muy deprisa, limitando el tiempo que los tres tuvieron para lograr ubicar el auto bomba que estaba puesto estratégicamente frente a su casa. Recibiendo todo el impacto y terminando casi inmóvil, Katsuki observaba a Izuku quien estaba siendo sujetado con una notable fuerza por un hombre muy imponente, de casi dos metros de altura, cuerpo extremadamente tonificado. Osaba tocar a su Omega, el raciocinio del rubio se nubló intentando con desespero incorporarse fracasando cuando sintió un dolor muy intenso en su espalda y en sus brazos. Estaba jodido, nuevamente estaba muy jodido y ¿Lo peor de todo? No contaba conque se les haría sencillo encontrar el buque. Frente a sus ojos estaba el cuerpo tembloroso y adolorido de su Beta quien a pesar de su inmenso dolor logró observar una jeringa en la mano del chico de ojos azules con un extraño líquido translúcido el cual rápidamente fue inyectado en el cuello de Midoriya desatando un grito desgarrador por parte de éste quien en pocos minutos quedó en total silencio mientras era liberado con rudeza dejando caer todo su peso en las rodillas, quedando a gatas mientras jadeaba y gruñía intentando evitar que algo dentro de él saliera.
—Tu... ¡Hijo de puta! ¿¡Qué le has echo a Deku!?
—Solo estimulé su sistema nervioso y modifiqué su mente —explica mientras le ofrece un cuchillo al peliverde quien se incorpora esta vez con una perturbadora mirada —Ahora lo único que hará será obedecer. Déjenme presentarles al verdadero Izuku Midoriya.Izuku no era el mismo. Se sentía diferente, observaba diferente, actuaba diferente. Tomó el cuchillo con más firmeza y decisión; caminaba lentamente hacia el rubio, deteniéndose al observar con total repulsión a Hanko quien segundos después recibió una puñalada en la misma pierna donde había recibido el impacto. La chica gritó con lágrimas de puro dolor en su rostro ocasionando risas satisfactorias en Izuku.
Aquel peliverde no era el Izuku que conocían. Katsuki estaba en shock, simplemente no podía creer que la persona que más amaba en todo el maldito mundo ahora estaba completamente fuera de sí misma dando pase libre a un ser con una crueldad inimaginable.
Hanko en un último y miserable intento, mordió la muñeca de Midoriya succionando un poco de su sangre la cual contuvo en su boca el tiempo necesario mientras sentía como la hoja lentamente salía de su pierna para luego recibir una patada en el estómago provocándole arcadas que controló con todas las fuerzas que le quedaban cerrando los ojos simulando la pérdida de conciencia.
—¿¡Qué mierda estás haciendo, jodido Deku!? ¡Detente! —los ojos de éste suplicaban por primera vez.
—¿Eh? No te entiendo Kacchan... —dice mientras se inclina para jalar fuerte los cabellos del contrario obligándolo a verlo directamente a los ojos. —Acaso ¿No era ésto lo que querías para mí cuando éramos niños? Tú siempre siendo el bueno... El perfecto... Deberías sentirte feliz porque al fin pudiste deshacerte del ingenuo papel de protector que siempre odiabas realizar cuando estábamos juntos. Siempre queriendo que desapareciera de tu vida luego de que me consideraras un ser inferior. Tú siempre tan inteligente con tus respuestas y ahora estás escuchando con atención a tus propios demonios hablarte a través de mí. Me odias desde siempre. Recuerdo cuando dijiste que preferías que muriera a seguir manteniendo una amistad ¿Cuál fue el término que utilizaste? ¡Ah sí! Desagradable y asquerosa...
—Pero ¿Que carajos estás diciendo? —estaba en negación. No era posible, ese no era su Deku. Pero todo lo que estaba diciéndole, en algún momento de su vida Katsuki llegó a pensarlo. Por eso dolía como dolía.
—Digo lo que pensabas siempre desde que nos conocimos... ¿Sabes? Antes no podía entenderte como realmente deseaba... Pero ahora que te veo en ese estado tan miserable me doy cuenta de que eres muchísimo más débil que yo.Bakugō sintió un frío desgarrador recorriendo cada centímetro de su espalda y un crujido en su mente. Sus ojos estaban vacilandole. No sentía nada, solo podía contemplar con miedo y desesperación aquel par de esmeraldas que en ese momentos estaban envueltas en total oscuridad de las cuales brotaron lágrimas. Lágrimas que no eran de satisfacción masoquista por el dolor y sufrimiento ajeno que le estaba causando mientras la hoja del cuchillo se adentraban más en su abdomen; lágrimas tristes que intentaban con furia expresarle que aún su Deku seguía en ese recipiente podrido que ahora estaba en frente de él con una sonrisa retorcida.
Las sirenas estaban cada vez más perceptibles. Izuku escuchó las órdenes de el ojiazul de retirarse. Rodó sus ojos con pereza y observando por última vez a su Alfa; Alfa que no recordaba que tenía en ese momento, apretó con fuerza el cuello contrario mientras depositaba por primera vez el beso más desagradable que Katsuki haya recibido en su vida para finalmente caer aún con conciencia mientras con dolor y al borde del desmayo; aquel rubio observó a Izuku irse con aquellos bastardos siendo tomado de la mano por la rubia psicópata.
Una última vista de despedida. Y en ese entonces fue cuando por una milésima de segundos Izuku reaccionó observando a su Kacchan con miedo articulando una palabra que el contrario logró descifrar segundos antes de perder el conocimiento.
—Deku...
"Kacchan... Perdóname"

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ANXIETY
FanficTras su drástica desaparición. Izuku Midoriya estuvo aislado de todas aquellas personas que ama por culpa de su homofóbica madre, quien se encargó de desaparecerlo del mundo durante ocho años en un hospital psiquiátrico. Los cuales fueron una carnic...