IX: Hurts.

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     Bakugō Katsuki despertó sobresaltado encontrándose con una marscarilla de oxígeno en su rostro, gasas en su cuerpo, una vía cateterizada en su mano derecha. Reaccionando a las molestas luces blancas del techo y aturdido por las voces de las enfermeras y la de la persona que menos esperó.

    Shoto Todoroki estaba a su lado ordenando despejar el quirófano más grande lo suficiente para intervenir a tres personas al mismo tiempo las cuales estaban heridas de gravedad. Uno de ellos  dos en situación crítica. No podía hablar, no podía moverse, algo tan simple como tragar saliva le resultaba imposible. Lo único que pudo hacer fue observar al bastardo quien por primera vez mostraba un semblante de preocupación.

     Ingresó al quirófano de emergencia. El personal se encargó de quitarle la ropa restante, sus ojos rodaron hasta observar con mas detalle a los otros pacientes y sintiendo un vacío en su corazón intentó incorporarse al instante en que fue detenido por Todoroki quien colocó su mano en el hombro contrario.

"Si te nueves, te mueres maldito"

     Katsuki entendió. No podía interferir en algo que no era de su especialidad. Los tres estaban heridos y necesitaban iniciar pronto o los perderían. Observó cómo una enfermera cambiaba el gas de su mascarilla y colocaba la anestesia que inició su efecto de inmediato y en ese momento todo se volvió oscuro observando los irises bicolor del mejor amigo de su pareja.

     Natsuo y Shoto Todoroki junto con Mina Ashido fueron los cirujanos principales para cada paciente. A pesar de la especialización en cardiología del menor de los Todoroki, fue imposible evitar que junto con su equipo atendieran a Bakugō. Kirishima entró en paro unas tres veces junto él en donde se les reanimó a la segunda descarga del Desfibrilador  y Hanko presentó una hemorragia repentina en donde fueron necesarias tres bolsas de sangre y plasma para mantenerla con vida mientras intentaban detener el sangrado. El suelo del lugar era un baño de sangre, el uniforme quirúrgico de Natsuo estaba completamente manchado y tuvo que necesitar ayuda de su instrumentista para controlar la arteria comprometida para luego observar con sorpresa y frustración cuando su ritmo cardíaco al igual que los demás, se detuvo.

     En la sala de espera yacía una madre angustiada que junto a su fiel esposo, esperaban con nerviosismo que todos sobrevivieran. El Bakusquad y Dekusquad también estaban presentes, no habían sufrido daños gracias a que solo lograron amordazarlos mientras se llevaban a Izuku. Observaban a las enfermeras salir del quirófano y correr hacia el banco de sangre con mucha prisa. Llegaban ingresos de accidentes automovilísticos y eran llevados a los quirófanos de otros pisos en donde serían atendidos por los médicos residentes ya que los dos especialistas del servicio estaban ocupados.

     Ochako buscó unos cafés en la máquina de expressos y al momento de acercarse a la señora Bakugō, las horas pasaban lentas y preocupantes. Dejaron de ver a las enfermeras.

     Lida se ofreció a traer mantas limpias de su casa para poder pasar la noche con los padres de Katsuki; los cuales les pidieron que regresarán a sus hogares para así poder descansar. Denki estaba sumido en sus pensamientos cuando la cálida mano de Jirou lo trajo de regreso a la realidad.

     —¡Masaru! ¡Mitsuki!

     Aizawa había llegado tiempo después, los padres del rubio elevaron sus rostros cansados y ojerosos tras estar esperando noticias por horas. El dueño temporal de la empresa de Yagi poseía un rostro sereno como habitaba siempre, sin embargo, ésta vez también expresaba preocupación por esos tres pedazos de imprudentes que siempre buscaban peligro. Suspiró con profundidad deseando muy para sus adentros que lograsen salir de ese quirófano vivos.

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