Flashback
Era un día sin novedades ni acontecimientos importantes en el Hospital Kioko dónde la hermosa Uraraka Ochako, Gineco-Obstetra del tercer piso, llegaba con sus excelentes vibras y aspecto impecable que contagiaba amabilidad y optimismo a todo el personal de su servicio. Ese día se daba el lujo de llegar un poco más tarde luego de una fantástica noche con su esposo el prestigioso abogado Lida Tenya. La castaña no podía estar en mejor semblante. Revisaba los últimos ingresos y evoluciones de las tres pacientes ingresadas en las últimas horas.
Llevaba su bata blanca muy limpia. Una blusa rosada muy elegante de cuello alto y mangas hasta los hombros, unos pantalones de vestir ajustados negros y tacones de tonalidades pasteles. Nada fuera de lo normal, sus residentes eran los mejores en su servicio, siempre respondía cualquier duda atravesada en esas mentes brillantes en proceso del éxito profesional y empático con los pacientes. Amaba ayudar y compartir sus conocimientos con fines honestos.
Una inusual hoja anexada al inicio de la última historia clínica logró captar su atención al leer con mayor concentración logrando observar que la habían remitido a una interconsulta con ella; dicha paciente se encontraba en emergencia desde las 6:30am. Interconsulta que le fue pedida por su rosada amiga Mina Ashido que estaba de guardia hasta la siguiente hora.
Tomó su historia clínica y se dispuso a bajar hasta el servicio de emergencia; el cual para su opinión personal era el más caótico e interesante de todo el Hospital. En el camino se encontró con Shoto quien acababa de salir de una cirugía cardiovascular. Intercambiaron algunas palabras y sonrisas para después proseguir con sus obligaciones.
Efectivamente el área de emergencia era todo un desafío. Muy concurrido, muy vivaz, muy único. Mina a pesar de su larga y complicada noche, lucía radiante y aún más con su uniforme morado claro y su estetoscopio rosado colgando de su cuello. La Beta rosada estaba en el recibidor de enfermería actualizando unas evoluciones pendientes por sus residentes mientras tomaba un sorbo de su café recién sacado de la máquina de expresos.
—¡Ashido–san!
—¡Ochako! Me alegra que vivieras tan pronto. Ésta paciente necesita la opinión de una especialista en el área de bebés —dice mientras culmina su última historia, firmando la y sellándola.Ochako asintió animada siendo guiada a través de los pasillos y por las habitaciones cubiertas con sus respectivas cortinas hasta llegar a un cuarto con un ecografo y una paciente de cabellos plateados y ojos rojos de aproximadamente 18 años de edad quien estaba acostada con la bata requerida y ambas manos en su vientre. Mina se presentó nuevamente dando tiempo a la castaña para hacer su introducción. La muchacha estaba nerviosa, estaba sola, y presentaba un dolor anormal en su vientre.
Ochako se puso a trabajar. Tomó asiento frente al aparato mientras buscaba el gel para colocar una cantidad considerada en el vientre de la chica y colocar el dispositivo con suavidad sobre la menor logrando percibir en la pantalla en colores grises, el útero, trompas y ovarios de la chica.
Efectivamente aquella chica estaba esperando un bebé, sin embargo, estaba presentando dolores de aborto. Ochako le explicaba a la contraria de una forma adecuada para sus conocimientos. La chica estaba en shock. No esperaba que en sus entrañas estuviese esperando un bebé. Le pidió que detuviera el eco mientras se sentaba en la mesa para romper en llanto y confesar lo inconfesable. Había Sido violada por su condición de Omega y el padre de su hijo era nada más y nada menos que su propio padre.
La madre de la chica se había ido de casa abandonándola para seguir con su vida de prostituta en las calles y adicta a la heroína. La chica tenía en ese entonces siete años. Aún no había presentado su olor característico de Omega, hasta que cumplió sus 15 años que su celo despertó incitando a su padre Alfa a responder. La primera vez fue inconscientemente y su padre pidió disculpas por su atroz comportamiento. Pero a medida que pasaban los años y sus celos volvían, todo se volvió un infierno para aquella chica.

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ANXIETY
FanfictionTras su drástica desaparición. Izuku Midoriya estuvo aislado de todas aquellas personas que ama por culpa de su homofóbica madre, quien se encargó de desaparecerlo del mundo durante ocho años en un hospital psiquiátrico. Los cuales fueron una carnic...