CAPÍTULO 41

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AQUELLA ÚLTIMA SEMANA ANTES DE LA GRADUACIÓN HABÍA SIDO ESPECIALMENTE CAÓTICA; demasiado trabajo en el bar, exámenes innecesarios pero que tuvo que aprobar por presión, horarios ajustados, cuestiones de dinero y la maldita universidad.

Danna suspiró mientras contaba la última pila de dinero que había contado ese mes, apenas y le alcanzaba para pagar sus cosas justo como estaba en ese momento. No podría costear ni la universidad más barata, y además, ninguna de las universidades en las que había aplicado para una beca total o parcial había enviado un email de respuesta. Sus calificaciones no eran malas pero tampoco era la mejor de la clase y eso le dificultaba un poco el asunto.

—Voy a terminar viviendo en la calle— murmuró suavemente a través del teléfono. Spencer río del otro lado.

—¡Eso sí que no mi amiga!— aseguró —Te puedo hacer un lugar en el espacio de Fox.

Danna se escandalizó —¿Quieres que duerma con tu maldito perro? — preguntó fingiendo estar ofendida. Incluso esa oferta le parecía tentadora, el labrador tenía buen temperamento —Prefiero la calle.

—Bueno, quizás tengas suerte y te cruces con algún famoso que por accidente te deje cien dólares en lugar de cinco — se burló. Danna fingió una risa. —¿Soy el mejor amigo del mundo, no?

—Sí, tu apoyo moral en situaciones críticas es increíble, Spen. — murmuró la joven. El hombre del otro lado hizo un ruido con la boca.

—Tranquila linda, seguro vas a recibir respuestas, recuerda que todavía tenemos tiempo.

Danna asintió con la cabeza y se quiso golpear cuando recordó que su amigo no podía verla —¿Que hay de tí?— preguntó —¿Recibiste respuesta alguna de Nueva York?

Spencer tenía expectativas altas con respecto a su futuro; estudiar artes escénicas en la Universidad de Nueva York, en donde, se habían formado varias aclamados artistas mundiales. Claro está que el pelirrojo aspira a su propio estrellato ascendente y demoledor. Spencer chasqueó la lengua —Aún no, pero confío en que me aceptaran. Soy único, ¿cómo no hacerlo?

Danna sonrió —Bueno, único en tu especie, recuerda que debes conseguirme al menos una cita con DiCaprio si llegas a trabajar con él— le recordó. Spencer lanzó un grito.

—¡Ya sabe que tienes eso asegurado, maldita!— respondió.

Ambos se despidieron y Danna lanzó un suspiro cuándo sus dedos marcaron otro número, pero la respuesta fue la misma: Él no quiere hablar ahora. Había estado llamando al hospital mental de Forks para hablar con James pero este no quería responder, aún así, su médico de cabecera le pasaba un parte de lo que estaba haciendo: pintaba cuadros, tomaba sus medicinas, comía postre en las noches y se bañaba con una regularidad impresionante comparado a los demás pacientes. Su estado era bueno, pero la resistencia a aquel contacto con su hermana no podía durar para siempre, o eso creía Danna al menos.

Esperaba que le quisiera ver la cara en algún momento cercano.

Movió su mirada por la sala de estar, el silencio se nutria entre las paredes de su hogar y pesé a que la soledad era buena en algunos momentos, podía volverse insoportable en otros. La de cabello oscuro estaba genuinamente cansada de estar sola: despertarse sola, dormirse sola, comer sola, mirar los estúpidos mismos cinco canales sola, tener que arreglar cada mínimo detalle de las cosas que se rompían sola. Estaba cansada de mantener conversaciones con ella misma para matar el tiempo.

Y de repente a su cabeza vino el apellido Cullen. Su mundo se había dado vuelta desde que ingreso — sin querer hacerlo — en un mundo sobrenatural del que no tenía idea su existencia y que le había sentir aún más pequeña y a la deriva. Le hizo cuestionarse muchísimas cosas que antes solo le parecían teorías estúpidas y sin sentido pero que en aquel momento si les daba otra mirada le parecerían creíbles y hasta reales. Al cabo de unos minutos de ensoñación con un mundo de fantasía y horror al que no pertenecía, sacudió la cabeza y enfocó su mirada en la computadora pensando en otras opciones para su futuro.

BREAK UP WITH YOUR GIRLFRIEND | EDWARD CULLENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora