BREAK UP WITH YOUR GIRLFRIEND | EDWARD CULLEN

Capítulo 46

4 años después. 

EL CABELLO RUBIO DEBAJO DE UN GORRO NEGRO ONDEABA CON DELICADEZA DEBIDO AL VIENTO DE LONDRES. Danna acomodó uno de los tirantes de su mochila y enfundo sus manos en el abrigo que llevaba puesto. Como siempre, la gran y bella ciudad de Londres se hallaba nublaba y lluviosa. Estudiar leyes en la UCL no era fácil, pero la satisfacción de poder hacerlo opacaba cualquier sentimiento ajeno. La joven sonrió antes de darle un sorbo a su humeante café cappucino, y comenzó a caminar por el extenso Tower Brigde, que era, en pocas palabras, una belleza arquitectónica para quien le viese. 

Se detuvo luego de unos minutos y observó el agua debajo, pareciendo hacerse ajena al sonido de los autos y la llovizna suave que le humedecía el gorro de lana. 

Su teléfono sonó, no tardo mucho en sacarlo de su bolsillo y deslizar el icono verde. 

—¿Si? 

—¿Cómo esta tu culo mojado por la lluvia de Londres, amiga? — la voz de Spencer del otro lado de la línea fue como una medicina. Solo oír el tono de voz de su amigo le alegraba cualquier tipo de día. 

—¿Cómo esta tu vida de excesos en Nueva York, eh? 

Spencer bufó del otro lado. —Movida, como siempre. Te extraño, prometo que cuando me gané un premio de la academia, iré a visitarte. 

Danna elevó las cejas —¿Y eso cuando pasara con exactitud?— indagó con ironía fingida —Sigo esperando una foto de Leo DiCaprio, Spenz. 

—La conseguiré, lo prometo.— bufo.  —Pero para ganarme un lugar en la gala después de los premios tengo que aprobar este examen de la NYADA, y sabes que la profesora Nethwis no es precisamente mi mejor amiga. — se quejo. Spencer había comenzado una carrera de actuación en la Academia de Artes Dramáticas de Nueva York y desde el primer año se había ganado el odio injustificado de una de las profesoras. Varias llamadas al mes eran sobre él quejándose una hora y la joven escuchando con atención. 

Danna chasqueo la lengua —¿Todavía te molesta? Hay diferencia entre ser estricta y acosar a un estudiante. Deberías presentar una demanda frente al juzgado de...

—¡Ay por dios!— rio Spencer —No me hables como abogada, Danna. Aun recuerdo cuando te robabas Fruti-lupis de mi alacena. 

La rubia rodo los ojos —¿No puedes simplemente olvidar eso? Te demandaré por difamación. 

Ambos rieron, y luego, quedaron en silencio. 

—¿Cómo estas? — indago Spencer, Danna fue consciente de la pregunta implícita en aquello. Estaba preguntando sobre Edward. 

Sobre aquel hombre al cual no veia hacia más de dos años. 

—Todo esta bien— respondió Danna. Spencer confiaba en que aquella relación era tan simple como una relación humana con problemas, pero era mucho más, aunque no podia decirle. No podia decirle nada. 

—¿Seguro? Creo que me di cuenta aquel día que no estarían bien las cosas por un tiempo pero, ya sabes, aunque eres mi amiga y te amo por eso te apoyo en todo, quizás ya es tiempo de mirar hacia otro lado, Danna.

Danna asintió pese a que no podia verla y termino por aclarar la garganta. —Y como siempre tienes razón, Spenz. —notó que el día comenzaba a ponerse un poco más turbulento por sobre su cabeza. —Tengo que colgar, debo hacer algo, hablamos luego, ¿si?