BREAK UP WITH YOUR GIRLFRIEND | EDWARD CULLEN

Capítulo 49

tw. escena de contenido que puede resultar explicito para algunxs lectorxs. 

—¿Qué este no es el bosque de los gritos? — indago Danna aferrando más su abrigo a su cuerpo cuando el Volvo de Edward se perdió en un camino cerca a la aldea de Puckley, Inglaterra. Un clima nublado, el viento que mecía la vegetación, la timidez entre las ramas de los arboles si miraba hacia arriba con atención. Quienes hablaban de aquella parte del pueblo siempre se dejaban llevar por la leyenda de que si te adentrabas en el bosque, los gritos de espectros que alli yacían te romperían los tímpanos. 

Los ojos mieles del vampiro le observaron por unos segundos y una sonrisa de lado apareció en sus labios. —Sí. Solo si crees en leyendas. 

—El caso de 1949 no fue una leyenda. Esas veinte personas muertas...—se estremeció antes de fruncir el ceño y mirarle con intriga. —¿Fue un vampiro? 

—Carlisle construyo esta propiedad tiempo después de que el vampiro neófito que rondaba esta zona fuera asesinado por los Vulturis. — explico. —Ese solo vampiro casi pone en riesgo nuestra existencia por un frenesí, de ahí las victimas de ese caso. 

—¿Y antes? 

—¿Antes? 

—Sí, antes. La leyenda de los gritos tiene mucho más año que ese caso, ¿que sucedía en esta zona antes? 

Edward tomo su mano mientras continuaba manejando. —Bueno, un importante clan de la región se alimentaba en esa época por esta zona, y luego, comenzaron a crear neófitos. Los gritos de los que los humanos hablan probablemente fueran de victimas que solo serian alimento o de victimas que se convertirían en neófitos. 

Silencio. Danna temió por unos segundos, una reacción completamente natural al ser nada más que una simple humana enfrentándose a un mundo sobrenatural que pretendía acunarla en sus garras. —¿Los Vulturis...?— dejo su pregunta sin terminar pero Edward le entendió a la perfección. 

—Sí, ellos se deshicieron de todos: del Clan por romper reglas claras y los neófitos por representar un peligro. 

—Encantador. — sus ojos marrones llenos de sorpresa cuando atravesaron grandes portones para dar con una residencia incluso más impresionante que la moderna casa de los Cullen en Forks. La joven sintió la piel helada de uno de los dedos de Edward cerrando con delicadeza su mandíbula. 

Él sonrió cuando ella le presto atención —Se te puede meter una mosca en la boca. 

Danna bufo cuando él comenzó a detener el auto. —Como para no, —no dudo en quejarse —A veces me asusta pensar en cuanto dinero puedes tener después de vivir tanto tiempo. — la joven se apresuro a abrir su puerta cuando Edward bajo del auto y se movió a una velocidad vampírica para hacer justamente lo mismo. —¡Te gane, viejo lento!— Danna saco la lengua por un segundo pero se arrepintió rápidamente ante el frio del lugar. Ambos comenzaron a caminar hacia la entrada de la mansión.