Capítulo 19

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LA NOCHE ERA DIFERENTE, Danna supo eso apenas atravesó el umbral de la puerta, la cantidad de personas dentro del local era descomunal para una noche normal de semana. Los ojos de la castaña se abrieron al notar una escena pocas veces vista, su jefe con un delantal puesto, la cara roja por el esfuerzo y caminando hacia ella con una bandeja llena de bebidas vacías  —¡Era hora de que llegaras! El lugar esta a explotar, yo solo no puedo...— murmuro mientras se desataba el delantal y se lo tendía, Danna lo tomó con los dedos, seguramente estaba sudado.

—¿Porque hay tanta gente?— preguntó sin entender la clientela, su jefe suspiro como de costumbre antes de mirarla con sus ojos de oso. Letales y feos.

—Es una despedida de soltero, y están consumiendo todo lo que pueden—  señalo. —Ya les di lo esencial, ahora solo van a seguir bebiendo, compartiendo una porción de nachos y repitiendo el proceso, supongo...-— murmuró. Danna lo detuvo cuando lo vio que se dirigía a la puerta

—¿A donde va? - preguntó. ¿No iba a dejarla con todo ese trabajo sola, no?

—A casa — soltó el mayor con obviedad. Danna se mordió el interior de la mejilla. Maldito viejo. —Estas sola, tu compañero renunció hoy — informó mientras caminaba hacia la puerta. La castaña intentó procesar la información más rápido de lo que podía mientras miraba alrededor. Solo ella. —No se para que insistió en el puesto en primer lugar si iba a abandonar...

En cuando la campanilla detrás de la puerta sonó, Danna comenzó a caminar hacia la barra para recargar municiones y entregárselas al grupo enorme de hombres en la despedida, de los cuales, tuvo que soportar un par de miradas que no le gustaron nada. Pero agradeció que hubiese más clientela como la pareja de la mesa cinco, el conductor en la dieciséis y el solitario hombre en la trece. Se tomó unos minutos para internarse en la cocina y marcarle a Spencer —Hey, ¿Sigues en el instituto? Deje mi auto allí y necesito que me vengas a buscar a la salida — informo apenas el tono le dio, la risa de su amigo se escuchaba del otro lado.

—¡Hey, Dan! No, estoy en la push, ¿conoces la push? No se como no vine antes, es increíble...— comenzó a recitar su amigo, desvariando como de costumbre.— No puedo ahora, pero deberías pedirle a Cullen que te lleve, no creo que se niegue, ya sabes como es—  murmuró —te voy a contar mañana que pasa aquí, ¡Te amo! —expreso antes de colgar. Danna miro el celular sin poder creerlo, ¿le había cortado?

—¿Perdió la cabeza acaso? — se preguntó así misma. Un grito sonó desde el salón preguntando por otra cerveza —¡Enseguida!  —respondió la castaña antes de buscar otra cerveza, pero se detuvo abruptamente cuando el rostro de Edward se le hizo presente en la mente. ¡Ese imbécil! Entendía su postura pero, ¿renunciar justo ese dia? Y ella sabía perfectamente que era solo para evitarla, ¿ese imbécil creía que las personas eran pañuelos desechables?

Marcó con tanta rapidez el número del hombre que creyó por un momento que los dedos se le iban a salir y marco, espero unos segundos y cuando el tono se  marcó anunciando que del otro lado había respuesta, lanzó lo que había contenido todo el dia —¿Eres estúpido o estás tan muerto que tu cerebro ya no funciona? Hoy hay mucho trabajo, ¿y renuncias? ¿Crees que los demás somos un juego que puedes descartar? ¡No me molesta ni siquiera que decidas evitarme después de acostarte conmigo pero si que seas tan infantil! ¡Se nota que no necesitas el dinero, todos los demás nos rompemos la espalda por un trabajo y tú lo desechas así! Eres tan descortés y horrible cuando quieres... ¡¿Estás oyendo?!—  tomo una profunda respiración para calmarse y además recuperar la vida que había perdido en ese desplante, pero en serio se sentía tan enojada con el estúpido vampiro.

—Eh, hola, ¿Danna no? Soy Emmett, hermano de Edward...— respondió una voz desde el otro lado. Danna abril y cerró la boca varias veces como un pez que acababan de sacar por la fuerza del agua. Sintió la cara caliente por la vergüenza de haberle gritado al hermano del estúpido. ¡Qué vergüenza!

—Ah, ah...si, lo siento, no sabia que eras tú, si el no se encuentra lo llamare después...o quizás nunca — murmuró lo último con un hilo de voz antes de cortar la llamada, llevo sus manos a su cara intentando aliviar el calor que se acumulo en sus mejillas debido a la vergüenza antes de continuar trabajando.

El atender al gran grupo fue exhaustivo, es por eso que cuando llegó al ultimo cliente le pidió una disculpa —-Lamento la demora, ¿que gustaría pedir? — preguntó elevando la vista para chocar contra unos lentes de sol negros. ¿Lentes negros adentro y de noche? La joven abrió levemente la boca cuando reconoció el rostro del hombre.

—Hey, Danna. Ha pasado mucho tiempo, ¿no?— preguntó.

—¿Riley?— preguntó sin poder creerlo. —¿Riley Biers?

El joven sonrió abiertamente —El mismo que viste y calza — murmuró. Danna sonrió con alegria, habia conocido a Riley en un viaje al suroeste de Forks, y habían congeniado de inmediato pero todo lazo se corto cuando el fue a la universidad. }

—¡Que bueno verte! ¿Que tal oregón? — preguntó. Riley se encogió de hombros mientras se acomodaba en la silla. 

—Normal, ya sabes, es la universidad, es estresante...—dictaminó. 

—Entonces debería disfrutar de este año —bromeó la castaña aunque sabia que tenia razón. El senior year no era nada comparado con eso. Ambos rieron. 

—Que bien hueles, Danna — informó el joven, Danna elevo las cejas con sorpresa. 

—¿Disculpa? — cuestionó entre divertida y confusa. ¿Eso había sido un halago, un insulto o alguna clase rara de fetiche? 

Riley rió —Me refiero a tu perfume, Danna...

La castaña se permitió reír aliviada —¡Oh, claro! Es el del Shakira — dijo —Bueno, ¿que vas a querer?

—Solo un café—  murmuró en respuesta. Danna sonrio de nuevo y comenzó a ocuparse de la mesa de borrachos con unas horas más de soltería. Riley se retiro los lentes de sol dejando a la vista dos ojos rojos que observaban con cautela la figura de la castaña a metros de él. 



BREAK UP WITH YOUR GIRLFRIEND | EDWARD CULLENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora