29.- Poder.

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Abría los cuadernos, no lograba entender nada.

—¡Matemáticas no es lo mío! —Dije a mi mismo, veía la libreta, sostenía un lápiz, no lograba hacer nada.

La puerta se abrió y por ella entro Pablo, quien rápido se sentó en la cama.

—¿Qué pasa? Mama quiere que bajes a comer —Comento, mientras miraba mi libreta.

—No logro entender, tengo miedo de reprobar —Susurre.

—Tranquilo, yo te ayudare.

Pablo me miraba y después los dos salimos de la habitación.

***

Sostenía la puerta, ellos se escuchaban pero no lograba verlos, acaso están preparando algo.

—¡Ya no puedo hacer esto!, tengo que salir de aquí —Daniela comento.

Daniela comenzó a tambalearse mientras se dirigía a la puerta, yo la miraba y trataba de detenerla, ella solo se resistía.

—¡Me siento encerrada!, necesito aire —Decía mientras trataba de abrir la puerta.

Yo detenía la puerta para que ella no la abriera, después ellos nos encontrarán.

—¿Qué te pasa? —Pregunte tomándola del brazo.

Ella me miraba, trato de abrazarme, no lo logro cayó al piso inconsciente.

Todos se colocaron alrededor de ella, no sabíamos que había pasado.

—¡Suban!, los he escuchado —Grito Brenda.

¡Oh dios! Nos encontraron, la puerta se abrió fuertemente.

—¡No deben hacer esto! —Martín nos miraba enojado.

Miraba a mis amigos, creo que ya debemos rendirnos, esto ya no tiene escape.

—¡Atrás!, ¿Acaso quieres que te dispare? —Ángel grito, apuntando con el arma.

—Les dije que debíamos revisar sus bolsas, les dije —Brenda golpeaba a Emilio.

Un disparo salió del arma, no sé si fue error de Ángel o él ya lo tenía previsto.

Sangre salto sobre mi rostro, yo solo trataba de limpiarla rápidamente.

—¡No! —Gritaba Brenda, tirándose al piso.

Un charco de sangre corrió hasta mis pies, solo trataba de esquivar ese charco que corría por el suelo.

—¡No fue mi intención!, lo juró —Comento Ángel, aún en shock.

Seguía con la mirada a ese charco de sangre, hasta llegar al cuerpo de Martín. El cual tenía un disparo en la frente.

Brenda lloraba alrededor de él, Emilio solo lo miraba sin creer.

Juan llego rápidamente al lugar, solo miraba el suceso sin decir palabra alguna.

—¡Yo se los dije!, vamos a matarlos cuanto antes —Agrego Juan.

Brenda se puso de pie, con ayuda de Emilio sacaron el cuerpo de Martín arrastrando.

—¡Yo los cuido!, ya saben qué hacer con el —Juan cerró la puerta quedándose dentro él.

—No pasa nada, tú solo nos ayudaste, no te sientas mal —Tome los hombros de Ángel.

El seguía sin moverse, Pablo y Marisol intentaban despertar a Daniela.

—¡Nos puedes dejar salir!, ¿Quieres terminar como él?

Atrapados en el AmazonasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora