56.- Rescate.

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Narra Ángel.

Un nuevo día había llegado, abro mis ojos para ver como entran los rayos del sol por la ventana.

—¡Dawn!, ya es de día, ¿Vamos a buscar a los demás? —Pregunté moviendo a Dawn.

Ella abre sus ojos, al parecer le molesta el sol, se nota claramente en su rostro.

—Sí, sólo espera un minuto.

Dawn se levanta de la cama y camina hacia la puerta de la cabaña.

—¡Espero encontrarlos pronto! —Menciono, volteando a verme

Me acerco a ella, la miro para después agregar:

—¡Ya verás que sí!

Ella sonríe, yo tan sólo regresó dentro para tomar una botella de agua.

Minutos después, los dos salimos de la cabaña, logro recordar el momento en que llegue a ayudar a Lizuly y los demás.

Juan había matado a esa joven, creo que su nombre era Diana. De hecho llegue en el momento justo, pude detener a Juan e impedir que hiciera más daño.

—¡Ángel!, tenemos que buscar rápido —Dawn me miraba.

—¡Lo siento! Es sólo que esta cabaña me trae recuerdos.

Dawn comienza a caminar, yo la sigo para que no me deje muy atrás.

Estábamos por llegar al río, ya lograba verlo desde aquí.

—¿A dónde vamos? —Le pregunto confundido.

—Iremos al otro lado, me parece que ellos no vinieron a este lado.

Dawn siguió caminando, hasta llegar al río, ella entro para comenzar a nadar al otro lado.

—¡Espera!, está demasiado fría —Le digo tocando el agua.

Me mira y comienza a reír, una risa que desaparece cuando Emilio la golpea.

—¡Dawn! —Grité, al ver como caí al río.

La corriente empieza a arrastrarla lejos de mí.

—¡Sólo faltas tú! —Grita Emilio, apuntándome con su arma.

—Eso ya lo veremos.

De un sólo brinco caigo al río y rápido comienzo a nadar. Tengo que llegar hasta Dawn.

—¡Dawn! ¡Dawn! —Gritaba tratando de verla.

Eso era imposible, la corriente cada vez era más alta.

Hay algunos momentos en los que termino demasiado al fondo, pero gracias a mis habilidades de nadador logro salir.

Logro ver a Dawn atrapada en una rama de árbol, eso es bueno ya que la corriente no pudo arrastrarla.

Con gran dificultad llego hasta ella y me sostengo de la rama.

—¡Dawn! ¡Despierta! —Le doy pequeñas palmadas en las mejillas.

Ella no despierta, ya no sé cómo ayudarla.

Salgo del río y estiró a Dawn fuera del mismo, ya estaba a salvo pero aún no despierta.

—¡Despierta! —Grité, presionando su pecho.

Seguí repitiendo el mismo procedimiento hasta que Dawn abrió los ojos y escupió un poco de agua.

—¡Ángel!, me has salvado, ¡Gracias! —Dawn se levantó y me dio un gran abrazó.

—Creí que te perdía, estaba asustado —Susurre.

***

Estuvimos algunas horas ahí, junto al río, Dawn busco un poco de fruta, para no tener hambre. Nuestras ropas ya incluso estaban secas.

Emilio no nos siguió, hasta ahorita nadie se ha acercado a nosotros, nada de animales, nada de personas.

—¡Bueno sigamos! —Dawn se pone de pie y empieza a caminar dentro de la selva.

Me quedo algunos segundos parado, pero al ver un animal del otro lado del río rápido corro a alcanzar a Dawn.

Dawn observaba su arma, ella checaba que tuviera balas.

—¿Cómo murió Ortega? No vi eso, tan sólo el cuerpo —Mire a Dawn, esperando su respuesta.

—Ya sabes, Raúl apareció encima de una cabaña, le disparo, luego apareció Carlos y le disparo a Brenda.

Ella seguía caminando, ya después note que estábamos cerca de las cabañas.

—¿Que hacemos aquí? —Pregunté, mirando fijamente las tumbas.

—Necesitamos comer y aquí tenemos comida, mañana saldremos a buscar nuevamente.

Dawn camino a una cabaña y entro.

Yo me senté en las rocas que usábamos cuando prendíamos fogatas. Miraba todo el lugar, recordando los buenos y malos momentos que he vivido aquí.

Espero salir pronto de esta pesadilla, extraño mucho a mi familia. Cuanto quisiera que un avión o un helicóptero lleguen a ese aeropuerto, pero no. Tan sólo veo una puerta arañada.

Entró a una cabaña y trato de dormir, si Dawn puede también yo.

Al parecer entre a la cabaña de Carlos, en la cama había una mochila, me dio un poco de curiosidad que era lo que guardaba.

Me siento en la orilla de la cama y tomo la mochila. Empiezo a sacar las cosas de adentro, tan solo logro ver ropa, ropa y más ropa.

Oh y un celular, al intentar prenderlo me doy cuenta que esta sin batería. Más abajo encuentro una libreta, la empiezo a ojear al parecer Carlos coloco aquí a todos los amigos que ha perdido.

"Manuel, muere siendo comido por animales"

Debajo de eso, hay algunas palabras:

"Siento con todo el alma haberte traído aquí"

Carlos lamenta mucho las pérdidas de sus amigos. Sigo ojeando y tiene a todos en esta libreta.

Respiro hondo y cierro la libreta, no es bueno ver en cosas ajenas.

Empiezo a guardar todo en la mochila, todo en su lugar para que no se dé cuenta que alguien vio dentro. Me recuesto en la cama, miró el techo, tratando de tomar el sueño.

***

Abro mis ojos y me percato que aún es noche, me levanto de la cama y me acerco a la ventana.

—¿Dónde estarán los demás? —Pregunte, viendo al cielo.

Al ver en la cabaña donde se encontraba Dawn, veo que alguien camina por fuera.

—¡Es Emilio! —Susurró.

Corro a la cama y tomo un arma, tengo que ayudar a Dawn, ella tal vez ni cuenta se ha dado. Pues está cansada, por el día tan largo.

Salgo de la cabaña apuntando con el arma, ya no lograba ver a Emilio.

—¡Sabía que vendrías! —Gritó el, mientras me daba una patada, la cual ocasiono que cayera al suelo

Trato de tomar el arma de nuevo, pero Emilio me arrastra del pie, hasta que me pone de pie.

Coloca una navaja cerca de mi cuello mientras empieza a gritar.

—¡Dawn! Tenemos que hablar.

Yo miraba a Emilio, su rostro se notaba preocupado.

La puerta de la cabaña se abre y por ella sale Dawn soltando un disparo.

Yo sólo me hago a un lado, la navaja apenas me hace algún corte en el cuello.

El disparo había rosado el brazo de Emilio que sólo se retorcía de dolor.

—¡Mátalo Dawn!, hazlo —Comente, tocando mi cuello.

De el salía un poco de sangre, pero la detenía con mi brazo.

—¡No puedo hacerlo!

Ella corrió y me tomo del brazo para salir corriendo hacia la selva.

Atrapados en el AmazonasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora