30.- Llegada.

142 17 0
                                    

Narra Dianet.

Salimos de la cabaña por suerte, pero no todos, Carlos, Pablo y algunos más, aún siguen en ese lugar tan horrible.

Tenemos que hacer algo para sacarlos, solo hay un problema, no sabemos ¿Qué hacer?

—¡Miren! —Daniel gritó asustado.

Frente a nosotros, a pocos metros, había una manada de animales, nos veían muy feo.

—¡Haz algo!, Lizuly tu nos has salvado antes —Mencione mirándola.

Ella me miro, no sabía ¿Qué hacer?

—¡No tengo nada aquí!, mejor corran —Gritó ella, ya que se acercaban los animales.

Todos los vimos por medio segundo, después comenzamos a correr detrás de Lizuly.

Todos corríamos sin ningún rumbo fijo, solo mirábamos hacia atrás y lograba ver a esos animales tratando de comernos.

—Esperen, ¿Escuchan eso? —Yulma preguntó deteniéndose por completo.

—¿Qué haces? Tenemos que correr, anda rápido —Me coloque detrás de ella y la empujaba para que caminara.

—Sé de qué habla, pongan atención —Luis señalo los animales.

Estos se alejaban rápidamente a todas partes.

Fue ahí donde supe que pasaba, volteo hacia arriba, un helicóptero se acercaba, bueno solo pasaba por encima de nosotros.

—¡Vamos!, ¡Oh por dios! No lo puedo creer —Paco corría sin parar.

Sin dejar de sonreír, corría sin parar, no podíamos dejar pasar esta oportunidad de nuevo.

Esto paso antes, no quiero que pase lo mismo, no quiero que Juan y los suyos maten a nuestros salvadores.

Esquivando todo a mi paso, corría, no me detenía por nada del mundo, aún no terminaba de procesar todo esto, ¡Oh por dios! Si me viera en este momento, creo que pareceré una loca corriendo con una gran sonrisa en el rostro.

—¡Vamos hacia allá! —Grite fuertemente, pero mi emoción termino cuando llegamos al río.

—Anda, pasa tu primero —Daniel me dio un pequeño empujón hacia el río.

Logre tocar con la mano el agua, esta estaba demasiado fría.

—Está muy fría, no pasare por ahí, no estoy loca —Susurre.

—¡Cobardes!, miren como se hace —Yulma entro rápidamente, comenzó a caminar hasta el otro lado.

—¡Tengo mucho que aprender de ti! —Paco sonrió, para luego entrar en el agua.

Lizuly, Daniel y Luis fueron los siguientes no me quedo nada de remedio que hacer lo mismo.

Sin pensarlo dos veces, rápido entro, esa sensación de frío rápido recorrió todo mi cuerpo, esta súper fría el agua.

—¡Anda!, dame tu mano —Lizuly tendió su mano, yo rápido la sostengo para salir de este frío río.

Exprimí un poco mi ropa y luego seguimos corriendo.

***

Ya lograba ver las cabañas desde aquí, esa sonrisa nuevamente se formó en mi rostro, no podía evitarlo.

—¡Miren!, es tan bello —Paco gritó y luego entro al aeropuerto.

Mire brevemente las cabañas, me traían malos y buenos recuerdos, es mejor no recordar.

Atrapados en el AmazonasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora