57.- Idea.

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Narra Carlos

Me siento mal de tan sólo pensar que Dianet ha muerto, pero tengo que ser fuerte, Cielo dice que tengamos esperanzas, pues son las únicas que quedan.

Ellos piensan que pronto vendrá alguien, no pueden dejarnos aquí para siempre. Me encontraba comiendo una fruta, en este lugar es lo único que comemos desde que llegamos.

Estaba junto a la cama, en ella se encontraba Adam, amigo de Dylan y novio de Lucy. No lo he conocido muy bien, pues a pesar de estar aquí, no ha despertado desde que llegó.

Todos nos volvimos a reencontrar, bueno todos no. Al menos algunos. Aún falta Dawn, Ángel y Lizuly. Pero esperemos que con ayuda de Júnior pronto los encontremos.

Cielo se ha encargado de cuidarnos, también a Adam, pues Lucy, Dylan y Júnior se la pasan en la selva.

—¡Carlos!, debes de salir afuera, anda ve con tus amigos —Comentó Cielo.

—No tengo ganas de divertirme, no hasta saber que los demás están bien.

Mire a Cielo, ella limpiaba el sudor de Adam. Pablo y Marisol llegaron con Adam y Lucy, ellos dicen que Rubí y Raúl le dispararon por sorpresa.

Sé que está mal, pero me alegro que hayan herido a Adam, en vez de a Pablo o Marisol.

—¡Ve!, ya verás que ellos están bien —Cielo me miró por algunos segundos.

Yo camine hacia la puerta de la pequeña casita, salí y vi a todos en el hermoso lago.

—¡Veo que se divierten! —Sonreí un poco.

—Deberías de hacer lo mismo, ya tenía mucho que no teníamos días de paz y tranquilidad —Dulce gritaba de la emoción.

—Veo la emoción en tu rostro. Creo que más al rato haré lo mismo.

Camino en los alrededores, veo todo fijamente. Escucho un ruido venir de la selva, quiero cruzar hacia allá para ver que es. Pero me da un poco de miedo, ya no me siento seguro del otro lado.

—¡Por acá, vengan! —Escucho a Dylan gritar.

Espero con entusiasmo su llegada. Hasta que cruzan, detrás de él, Lucy, Júnior, segundos tan sólo después Dawn y Ángel.

Miro la selva esperando a que también Lizuly cruce por ahí, pero al pasar algunos minutos pierdo esa esperanza.

—¡Lo siento Carlos! ¡Lizuly murió!

Dawn se acerca a mí y me da un abrazo, yo sólo la miro, mis ojos comienzan a cristalizarse.

Apenas me enteré de la muerte de Dianet, ahora me dicen que también Lizuly murió, creo que esto es demasiado.

Me siento un poco mareado y caigo al piso, tengo mis ojos abiertos hasta que Ángel se acerca a mí, veo que sangre sale de su cuello.

***

Abro mis ojos, lo primero que miro es a Cielo mostrándome una botella de agua.

—¿Estás bien? —Pregunta Susan, junto a ella.

—Sí, no sé qué pasó.

Susurre, para luego darle un sorbo al agua. Ángel se acerca a mí, efectivamente había mirado bien, Ángel tenía ahora una venda en el cuello.

—¿Qué te pasó ahí? —Señaló su venda en el cuello.

Él se toca el cuello, para luego voltear a ver a Dawn, ella asiente y Ángel regresa su mirada hacia a mí.

—¡Nada de qué preocuparse!, es sólo que Emilio trato de matarme.

No me sorprende que Emilio quiera hacer eso. Cielo ahora me entregaba una fruta, pareciera que ella sólo nos quiere engordar pero no. Es sólo que tiene un gran corazón y siempre trata de compartir sus cosas.

—¡Gracias!, nos has ayudado bastante, no sé cómo agradecerte.

Tomó la fruta y le doy un mordisco, ella sonríe y se aleja con Adam.

—¡Ha despertado!, ¡Adam ha despertado! —Gritó Lucy emocionada.

La atención hacia a mí, duró poco ahora todos se acercaron a Adam. Me pongo de pie, pues estoy cansado de estar en una mini cama.

—Él nos salvó la vida —Pablo me miraba.

Sonrió un poco, aunque me parece extraño que estas personas no hayan aparecido antes para ayudarnos.

—¡Chicos!, mientras veníamos le comenté a Dawn de una manera para salir de aquí. Lucy nos miró emocionada, luego miró a Dawn.

—Lucy me propuso... ¿Han oído hablar de las señales de humo? —Preguntó Dawn.

—Claro que sí, creo que es una buena idea.

Sonreí un poco, por fin intentaremos salir de aquí.

—Dylan y yo, mañana juntaremos material para empezar a incendiar —Dijo Dawn sonriendo.

—El material no es problema, pero si, Emilio, Rubí y Raúl.

—Yo, al igual que Júnior me encargare de eso, trataremos de capturarlos, espero sea una buena idea —Lucy se miraba angustiada.

Todos salieron fuera de la cabaña, todo parece indicar que estamos en nuestros últimos días en el Amazonas. Dylan y Dawn preparaban todo para salir de excursión, nosotros tan sólo nos divertíamos en el lago.

—¡Nunca pensé que llegaría este día! —Comentó Rosa angustiada.

—Créelo, pronto nos iremos de aquí, nos iremos a casa —Sonrió Marcos.

Los mire a todos, una pequeña sonrisa se forma en mi rostro, nosotros somos los que quedan. Me hubiera gustado que todos los demás también lo hubieran logrado.

Manuel, Diana, Pedro, Maggie, Dianet, Lizuly, Luis, todos ellos. Mi sonrisa desaparece al recordar a todos mis amigos que han perdido la vida en este lugar.

—¡Tranquilo Carlos!, todo estará bien —Rosa me daba un abrazo.

Le respondí el abrazo, luego seguimos jugando en el lago hasta que se hizo noche. Dawn y Dylan prepararon una fogata, ya habían realizado una pequeña excursión en los alrededores, desgraciadamente no encontraron nada.

—¡Anímense!, nuestros días aquí están contados, se los prometo.

Dylan nos observaba a todos, él está tan seguro de las palabras que dice, tengo miedo que todo esto resulte en un fracaso como lo que siempre hacemos.

No quiero perder a más amigos, estoy cansado de ver a tanta gente morir. Sólo quiero que esto termine, termine ya.

—Adam se está recuperando, lo bueno fue que la bala salió.

Cielo estaba sentada en su peculiar trozo de tronco.

—¡Me alegro de escuchar eso!, temía que estuviera mal.

Lucy tomaba la mano de Cielo, ellas dos sonreían. Espero que la idea que tuvo Lucy salga bien.

Atrapados en el AmazonasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora