46.- Herida.

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—¡Es venenosa! —Menciona Dawn, volteando a vernos.

Miro a Dianet, sus ojos están comenzando a cristalizarse.

—¿Voy a morir? —Pregunto Dianet, mirando su pierna.

—¡Claro que no!, Carlos saca el cuchillo de mi mochila.

Dawn señala su mochila la cual se encontraba a pocos centímetros de Dianet.

Dos disparos se escuchan, rápido volteo y veo a todas las serpientes ahora muertas.

—¡Rápido Carlos!, ¡Rápido! —Dawn menciona, mirando aún a Dianet.

Comienzo a buscar el cuchillo en la mochila, esta oficial trae tantas cosas dentro. Es un poco difícil hallarlo, hasta que lo logro, lo saco y se lo llevo a Dawn.

—¡No te voy a mentir!, esto te dolerá demasiado —Comento Dawn frunciendo el ceño.

—Tienes que ser fuerte Dianet, esto terminará pronto —Le susurro, tomándola de la mano.

Ella asintió mientras miraba a otro lado. Dawn se acercó la pierna, con el cuchillo hizo un pequeño torniquete.

—¡Para! ¡Por favor! ¡Para! —Grito Dianet, para después caer inconsciente.

—¡Termina pronto!, ella está sufriendo.

Mire a Dawn, ella ahora absorbía el veneno con su boca.

—¡Eso es asqueroso! —Volteo hacia otro lado.

Dawn ahora le coloca un pequeño pedazo de tela en la herida.

—¡Vamos a regresar!, no podemos seguir así —Dawn comienza a cargarla.

Caminamos apresurando el paso, pero el momento de cruzar el río llega.

—¡En estos momentos es cuando quiero el puente!

Dawn me mira y sonríe un poco, entramos a río. El agua está más helada de lo que recordaba.

Salgo del agua y ayudo a Dawn a sacar a Dianet, está aún está inconsciente.

Caminamos lo más rápido hasta las cabañas. No podemos demorar, Dianet podría empeorar.

A lo lejos ya podía ver a Ortega. El vigilaba junto a una cabaña.

—¡Ortega!, por acá —Grite fuerte.

El volteo su mirada hacia mí, vuelvo a gritar, ahora él se dirigía hacia nosotros.

—¿Que le paso? —Pregunto algo confundido.

Ayudo a Dawn a cargar a Dianet, los tres corremos rápido a las cabañas.

Todos salían para saber, ¿Que ha pasado?

—¡Oh dios! ¡Dianet! —Dulce, corría detrás de Ortega.

—¡Dawn dice que ella estará bien!

Susurre, Pablo y Lizuly me dieron un abrazo.

—Le dije que no fuera, ella no me hizo caso —Agrego Paco, un poco molesto—. ¿Qué le paso?

—Cruzando el río, unas serpientes aparecieron y ella no pudo esquivarlas, una la mordió.

Todos me miraban mientras les decía que había pasado.

—¡Yo creo que Juan las colocó ahí!, ahora la búsqueda de Marisol se retrasará. Lizuly se alejaba hacia la cabaña.

Dawn salía de una cabaña, en la cual se encontraba Dianet recuperándose.

—¡No ha despertado!, pero ya verán que está bien —Comento, mientras tomaba nuevamente su mochila.

Atrapados en el AmazonasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora