Atrapados en el Amazonas

38.- Escape.

Narra Dawn.

Miraba a todas partes, no sé ¿Dónde estoy? Comienzo a correr pero me detengo al no saber dónde estoy.

—¿Dónde estará David?

Me pregunte, mientras me sentaba sobre una roca.

Toque mi cabello, este estaba revuelto. Tengo que encontrar a David, esas personas son capaces de matarlo.

Desde ese momento, en que murió Ramírez y luego esa joven Yulma, supe que esas personas nos causarían problemas.

Mire por algunos segundos hacia el cielo, respiraba hondo.

—Solo tengo que llegar al río, desde ahí sé a dónde ir.

Camine por una dirección, llevaba algunos minutos caminando y no lograba reconocer nada.

Seguí caminando y pude notar el río, ese río ahora se encontraba frente a mí.

Sonrió levemente y entro en él, era refrescante ya que hacia un poco de calor.

Saliendo rápido comienzo a correr, ahora ya se más o menos hacia dónde ir.

***

—¿Hola? —Grite, fuera de una cabaña.

Esta no es la gran cabaña, sino una más pequeña, me acerco más y puedo notar una tumba, ya que hay una pequeña cruz hecha con palos de árbol.

Me pregunto, ¿Quién será? Negó y entro corriendo hacia adentro.

Después de buscar por todo el lugar, no lograba ver nada, nadie está aquí.

Salgo de la cabaña y veo a Juan corriendo, en sus manos llevaba una red, con algo dentro.

—¡Alto o disparo! —Grite, tratando de alcanzarlo.

El da la vuelta y tira un disparo que me roza por el brazo.

Siento un ardor muy fuerte, toco mi brazo y unas cuantas lágrimas salen de mis ojos.

Analizo muy bien el camino y me detengo.

—¡Ellos tienen a David!, yo llegare hasta ellos.

Me pongo un pedazo de venda que traía en mi bolsa del pantalón en la mano y comienzo a correr.

Preparo mi arma, mientras me acerco a la gran cabaña, en este lugar salvamos a todos los jóvenes.

En este lugar debe estar David, él debe estar aquí y vivo.

Me acerco a la puerta, miro por ella y no se ve nadie. Empujo la puerta, está abierta, camino y entro por una puerta.

La cocina, busco por ahí, no encuentro absolutamente nada que me sirva.

—¡Juan!, sal de ahí, sé que aquí estas.

Un disparo se escucha, abro una puerta que se encontraba junto a las escaleras, de aquí provino el disparo.

—¡David! ¡David! —Grite, emocionada, él se encontraba ahí frente a mí.

Él tenía algo en la boca que le impedía hablar, el trataba de decirme algo pero no le entendía.

—¿Qué pasa? ¿Qué dices?

Pregunte, mientras me acercaba a él.

Miro detrás de mí, Emilio me golpeaba con una pala.

—¿Qué hago con ella? —Pregunta confundido.

Mis ojos trataban de cerrarse, pero antes vi a alguien acercarse.