64.- Fuego.

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Todos empezaban a alejarse de la tumba de Susan. Marcos no le hablo a nadie, tan sólo se alejó, para encerrarse en una cabaña.

Me acerco a Karen, ella aún seguía parada frente a la tumba de Susan.

—¡Creo que Marcos aún está enojado! —Le dije confundido.

—Tiene mucho que procesar, acaba de morir su hermana.

Ella miró brevemente a la cabaña, donde se metió Marcos. Morales se acercó con el brazo vendados, junto a Dawn.

—¡Todos, vengan acérquense! —Gritó Morales.

Todas las personas que estaban cerca, empezaron a caminar hacia Morales y Dawn. Al igual que Karen y yo.

—¡Bueno!, después de las malas noticias que han recibido últimamente, llega una buena.

Él sonrió y una que otra persona aplaudió.

—Mañana a primer hora nos iremos a la ciudad, así que preparen todo —Morales se alejó, al igual que Dawn detrás de él.

Las personas empezaron nuevamente a alejarse a cualquier parte. Yo regrese a mi cabaña y Karen se disponía a ir a la suya. Entre y en las camas ya estaban Pablo, Marisol y Dulce.

—¡Chicos escucharon!, mañana nos iremos de aquí —Sonreí, lanzándome a la cama.

—Espero con ansias que la noche pase ya.

Dulce se había levantado a tomar agua de una botella.

—¡Yo también! —Pablo se sentó en la orilla de su cama—. ¡Pobre Marcos perdió a Susan!

Me acosté, sólo podía mirar el techo de la cabaña. No lograba tomar el sueño, estaba cansado pero no podía dormir. Cerré los ojos, hasta poder agarrar el sueño rápido.

***

Rubí se acercaba a mí, ella tenía un cuchillo en sus manos.

—¿Que vas a hacer? —Pregunte asustado.

Ella sonrió—. ¡Voy a matarte!

Ella levantó el cuchillo y lo incrustó en mi abdomen, de este rápido comenzó a salir sangre.

Luego volvió a hacer lo mismo hasta que tomó más fuerza. Se acercó a mi cara y me estaba por apuñalar.

—¡No!

Rápido abro mis ojos y me doy cuenta que todo ha sido un sueño, una mala pesadilla.

—¿Qué te pasa Carlos? Me has asustado —Marisol, se levantó de su cama y se dirigió hacia mí.

—¡Tuve un mal sueño!, eso es todo.

Me levanté y me dirigí a la ventana, mire por ella y todo se miraba tranquilo. El sol estaba por salir, eso significa que estamos por largarnos de este lugar.

—¿Tienes todo listo? —Preguntó Marisol, acercándose conmigo a la ventana.

—Sí, creo que desde que llegamos lo tengo listo todo —Susurre un poco.

Veo que Marisol tiene su vista fija a un sólo lugar, creo que me está asustando.

—¿Qué ves? Ahora tú me estás asustando.

La mire y ella volteo a verme frunciendo el ceño.

—¡No estoy muy segura!

Ella caminó hasta la puerta y la abrió, yo salí detrás de ella. Veía que el sol, estaba a punto de salir, nada fuera de lugar, hasta que.

Atrapados en el AmazonasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora