—¡Dawn! ¡Dawn! ¿Qué estás haciendo? —Karen trataba de detenerla. Pues estaba a punto de abrir la puerta.
Ella nos volteo a mirar, sus ojos estaban cristalizados.
—¡Les prometí que nadie moriría!, les he fallado.
Ella regreso su mirada a la puerta, hasta que una voz bastante conocida se escuchó, era Juan.
—¡Dawn! ¡Ortega! ¡Sé que están ahí! ¡Salgan, necesitamos hablar!
Mire a Ortega, quien solo cerraba su puño. Dando a entender que estaba enfadado con ellos.
—¡Iré yo!, no quiero que salgan heridos —Ortega camino a la puerta y Dawn se retiró de ella.
Abrió la puerta y salió por ella, dirigiéndose a Juan, Emilio y Brenda.
—Dianet y Dulce están en problemas —Susan comento, mirando por la ventana.
Dawn y yo nos acercamos para ver que Rubí pateaba la puerta de la cabaña, en la cual estaban Dianet y Dulce.
—¡Oh dios! Nadie le hará daño.
Dawn abrió la puerta y salió dirigiéndose a la cabaña.
—¡Miren!, ellas salieron —Lizuly sonrió, al ver a Dianet y Dulce caminar hacia el bosque.
Dulce volteo a vernos brevemente, explicando que se alejarían, pues Dianet aún no está bien.
Rubí salió de la cabaña, enojada y con una botella de agua en las manos.
—¡No hay nadie aquí!, todos están ahí —Rubí, señalo a nuestra cabaña.
—Nos han visto, tenemos que salir de aquí, hacer lo mismo que Dulce —Mencione, en voz baja.
—Opino lo mismo, pero de dos en dos.
Marisol comenzó a salir por la ventana, para después salir. Pablo se acercó a ella y también salió.
—Si pueden ayudar, que bueno, si no aléjense tanto como puedan.
Lizuly les decía, para luego ella salir con Ángel.
Ahora era turno de Marcos y Karen, los dos rápido salieron y corrieron a la selva.
—¡Buscaré a Dulce y Dianet, las cuidaré! —Comentó Daniela, saliendo seguida de Rosa.
—¡Está bien!, encuéntralas
Me dispuse a salir por la ventana, solo faltábamos Susan y yo.
Los dos salimos, pero decidí no ir hacia la selva, aunque la herida me impedía caminar rápido, yo quería ayudar a Dawn.
Me acerque bastante para escuchar bien lo que decían, pues estaban bastante cerca de una cabaña, solo nos escondimos en un costado.
—¡Tratemos de llegar a un acuerdo!, entréganos unos cuantos chicos y dejaremos vivir al resto —Menciono Juan.
—Yo no puedo hacer eso, no puedo permitirlo —Ortega comento.
—¡Déjalos!, no vale la pena discutir —Dawn agrego, cruzando los brazos.
—Entiende, llevamos días sin comer, necesitamos comer —Brenda dijo, detrás de Juan.
Mire a Susan la cual estaba detrás de mí, ellas solo me observo. Creo que está asustada.
—¿Quieres hacer esto? —Le pregunte, sin dejar de verla.
—Creo que sí, te apoyo —Ella sonrió, para luego comenzar a escabullirse por la ventana de la cabaña.
Habíamos acordado que entraría por unas armas, que Dawn tenía bajo su almohada, creo que ellos las necesitarán.
—¡Lo siento! —Juan comento, para luego caminar hasta el cuerpo de Paco.
El toco sus heridas, dejando su mano llena de sangre, la cual saboreo.
—¡Ten respeto con el!, él no tenía la culpa —Dawn menciono.
—¡No me importa!, pero el Amazonas es nuestro, lo entiendes —Juan comenzó a sonreír.
Levanto su mano, no sabía que significaba eso, hasta que Raúl apareció encima de una cabaña.
—¡Tenía tantas ganas de hacer esto! —Grito Raúl, un poco emocionado.
Cargo un arma que tenía junto a él.
Susan salió de la cabaña y me entrego las armas quedándose una ella.
Aún no entendía que iba a hacer Raúl con el arma, hasta que vi que ha apuntado a Ortega.
—¡Ortega! —Grite fuertemente, lo que ocasiono que el volteara a verme.
Un disparo atraviesa la cabeza de Ortega saliendo por su frente. Me quedo en estado de shock mientras su cuerpo caía al piso.
—¡Carlos!, dale un arma a Dawn —Susan me decía una y otra vez.
Logre ver a Dawn limpiar algunas gotas de sangre que tenía sobre el rostro.
—¡Dawn! —Susan sé puso de pie, para lanzarle el arma a Dawn.
Ella la tomo para comenzar a disparar a Raúl, este esquivaba los disparos.
Hasta que en un intento de esquivar uno cayó de la cabaña, Juan salto a Dawn golpeándola.
Pero claro que la ayudaremos.
Me puse de pie y cargué el arma que tenía en mis manos.
Me acerque a Dawn y Juan, para apuntarle a Juan.
—Suéltala, ¡Ahora! —Grite.
Él se puso de pie, estaba por apretar el gatillo, alguien de ellos tiene que pagar por la muerte de Ortega y Paco.
—¡Juan!, déjalos no tiene caso, tenemos ese muchacho para comer —Brenda menciono acercándose a Juan.
Apreté el gatillo, el disparo iba directo a Juan, pero el demasiado listo tomo a Brenda y la uso de escudo.
Sangre salió del pecho de Brenda, yo no sé qué acabo de hacer. No sé.
El arma cae al piso, mientras Juan me lanza al piso.
Veo el cuerpo de Paco, Ortega y ahora Brenda.
Susan me ayuda a levantarme y nos alejamos, mi abdomen comenzó a sangrar.
—¡Tu herida!, no está bien —Susurro Susan, ayudándome a caminar.
—¡Corran!, yo puedo con ellos, corran —Grito Dawn, mientras corría hacia el aeropuerto.
Volteo hacia atrás, Raúl ya tenía nuevamente su pistola, Emilio recogió la que yo deje en el suelo.
—¡Al piso! —Grite lanzándome, junto a Susan.
Disparos y más disparos se escuchaban, Raúl y Emilio nos disparaban, pero gracias a los arbustos no se dieron cuenta cuando nos alejamos.
Ya nos habíamos adentrado en la selva, pero no por el lugar que siempre lo hacemos, ahora era por el lado contrario.
—¡Espera! Me duele —Comente, mientras me tiraba al suelo.
Tocaba mi abdomen y este pareciera que ardía, creo que la herida se abrió, todo por culpa de Juan.
—¡Ortega está muerto!, ¿Quién nos ayudará ahora? —Susurro Susan.
La miraba y luego observaba todo alrededor de mí. Todo era selva, no había ningún camino que nos indicará el camino de regreso.
—¡Estamos separados del resto! —Comente.
Cerraba mis ojos y veía ese momento en el que jale el gatillo, ese disparo debió llegar a Juan, no a Brenda.
—¡Mate a Brenda!, ¡Mate a Brenda! —Grite, algo nervioso.
—Lo hiciste porque necesitábamos ayudarlos, no te sientas culpable —Susan sé sentó junto a mí.
—¡No debí hacerlo!
Ahora estamos aquí, en la selva del Amazona, separados del resto de mis amigos.
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Atrapados en el Amazonas
HorrorCarlos es un chico normal, hasta que gana un concurso. El y sus amigos emprenden un viaje al Amazonas, los primeros días se divierten como nunca. Después de enterarse que un animal salvaje del lugar, mata a un joven. El caos comenzara. Al intentar h...