47.- Miedo.

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—¡Estarás bien! —Mencione asustado.

Volteaba a ver a Luis, él estaba herido, estaba muriendo.

—¡Ayuda!

El solo susurraba, debido a la herida del cuello, no podía hablar.

Por cada segundo que pasaba más y más sangre salía por el cuello de Luis.

—No sé qué hacer —Miraba a todos lados—. No sé cómo ayudarte.

Mire a Luis, el solo tenía la mirada fija en un lugar, poca sangre salía aún del cuello.

Me acerqué a él, toque su brazo, estaba frío como el hielo, Luis ya estaba muerto.

Solo coloque mis manos sobre sus ojos, para cerrarlos.

***

Mientras Rosa y yo caminábamos detrás de Dawn, no dejaba de pensar en Luis, su muerte, por culpa de ese animal.

—¿Qué piensas? —Rosa me miro confundida.

—Solo...

Me quede callado un momento, pues Dawn se había detenido.

Rosa me indico que nos escondiéramos en unos arbustos.

—¡Ya se ha ido!, vamos —La tome de la mano y la estire hacia el camino.

Dawn aún no se daba cuenta que la venimos siguiendo, yo aún pienso que es una mala idea, pero tenemos que hacerlo.

Tengo que salvar a Marisol, para eso tenemos que ayudar a Dawn.

—¿Llevas mucho tiempo de conocer a Marisol? —Rosa me pregunto.

La mire brevemente para luego comentar: —La conozco desde hace seis años, creo que sí, desde hace mucho tiempo —Sonreí un poco.

—Yo he perdido a todos aquí, no tengo ni la menor idea de donde están mis amigos —Rosa miro hacia el piso.

—¡Yo he perdido a demasiados amigos aquí!

Seguíamos caminando detrás de Dawn, aún no se daba cuenta.

Tomo la mano de Rosa, la detengo por completo así como yo lo hago.

Dawn se para completamente, no se movía, no hablaba solo estaba ahí parada.

—¡Carlos! ¡Rosa! ¿Quisiera saber porque me han seguido?

Dawn volteo poco a poco a vernos, era evidente que estaba enojada.

—¡Fue culpa mía!, yo convencí a Carlos de venir —Rosa camino hacia Dawn.

Dawn sonrió un poco, camino hacia mí, aún seguía enojada.

—Carlos pudo haberte convencido de no venir y quedarse con Ortega, pero no lo hizo —Dawn comenzó a caminar de nuevo.

—¡Entiende!, nosotros queremos ayudarte, queremos salvar a Marisol.

Trate de alcanzarla, ella caminaba un poco rápido, no era problema para mí, creo que para Rosa sí. Pues va muy atrás.

—¡Tienen que regresar con Ortega, ni siquiera sabemos si Marisol sigue viva! —Dawn grito, un poco bajo mirándonos.

No sé porque, pero una lágrima resbalo por mi mejilla. Marisol no puede estar muerta, ella tiene que estar viva.

—¡No digas eso!, ella está viva, nosotros nos encargaremos de ir por ella —Agregue, un poco enojado.

Tomé la mano de Rosa y la estire para seguir con el camino, ignorando lo que Dawn dijo.

—¡No debí decir eso!, es solo lo que pienso, no puedes tener demasiadas esperanzas, puedes estar equivocado.

Dawn trataba de detenernos, pero Rosa y yo solo la ignorábamos, como es posible que venga a buscarla, ella ni siquiera tiene esperanzas de hallarla con vida.

—¡Ahí esta! —Rosa, señalo hacia enfrente de nosotros.

Ahí enfrente de nosotros se encontraba la gran cabaña, esa sensación de miedo comienza a recorrer mi cuerpo pero no puedo dejar que se apodere de mí.

Trato de salvar a Marisol, el miedo no puede ser un impedimento.

—¡Yo iré!, ustedes quédense aquí —Dawn nos explicó, para correr hacia la cabaña.

Ella entro sin ningún problema, no tuvo dificultad en nada.

—Ven, vamos acá —Camine hacia la ventana.

Al tratar de abrirla me di cuenta que estaba cerrada sin poder abrirse.

—Estos sujetos, no nos dejarán entrar —Rosa miraba otra ventana.

Miro por la ventana, Juan golpea a Dawn en la cabeza dejándola inconsciente.

—¡No puede ser! Tenemos que hacer algo.

Trato de abrir la ventana, pero solo es un intento inútil.

—¡Emilio!, revisa alrededor, pudo haber traído a alguien —Juan le decía a Emilio.

Rosa y yo volteamos a la puerta, Brenda y Emilio salen por ella.

—Ahora sí Juan la matara —Brenda le decía a Emilio.

Nosotros retrocedimos ya que ellos se aproximaban hacia nosotros.

—¡Nos verán!, tenemos que escondernos —Rosa miraba la selva.

Yo también la miraba, pero vi la ventanita pequeña del sótano, decidí ir a ver. Quito lo que nos impidió salir antes, miro porque todo el sótano. Estaba Rubí, Raúl y Juan, cada uno vigilaba a alguien.

Dawn ahora estaba amarrada junto a dos chicos que no logró conocer, Marisol estaba en la esquina si no me equivoco está llorando. También habla con alguien, no logro ver quien es, necesito ver ¿Quién es?

Abro lentamente la ventana para permitirme ver, ¡Oh dios! ¡Es Daniela! Ella está viva, no puedo creerlo.

—¡Rosa!, ¡Rosa!, ¡Daniela está viva!, está aquí —Le susurro.

Rosa solo me voltea a ver y ahora se dirige hacia mí.

—¿Enserio? Yo sabía que estaba viva, ella nunca se rinde.

Ella sonreía mientras veía por la ventana.

—¿Solo ustedes? —Preguntan detrás de nosotros.

Volteo asustado, al ver a Emilio y Brenda ahí, trato de correr.

Pero Emilio me agarra sin dejarme correr. No puedo permitir que me atrapan nuevamente.

—¡Rosa! ¡Ayúdame! —Grite asustado.

Emilio ahora me arrastraba hacia la puerta. Rosa salió corriendo hacia la selva, ella iba a salvarse sola.

—¡Rosa!, ¿Qué haces? —Grite confundido, Rosa me está abandonando.

Trato de darle patadas a Emilio pero Brenda detenía mis manos, no puedo moverme, no puedo escapar.

Rosa me mira desde allá, miro que suspira profundamente, y comienza a correr hacia mí. Le da un empujón a Brenda que cae encima de mí, ahora los dos me han soltado.

Logro levantarme rápido y salgo corriendo hacia la selva, Rosa va delante mío.

—¡Espera! ¡Espera! —Gritaba, tratando de alcanzar a Rosa.

Ella se detiene por completo, voltea a verme y se encuentra llorando.

—¡Lo siento! Tuve miedo, no sabía que hacer —Ella me abrazo.

—¡Tranquila!, yo también tuve miedo, creí que me atraparían. Tú me has salvado —Sonreí.

Unos gritos llaman nuestra atención, alguien se acercaba.

—¡Vamos!

Tome la mano de Rosa y salimos corriendo, necesitamos hacer algo y ayudar a Dawn, Marisol y Daniela. Solo hay un problema, si este miedo que sentimos nos dejará ayudar, nos dejará salvar a nuestros amigos.

Atrapados en el AmazonasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora