- C-cómo? Cómo te sientes? - pregunté, mirándolo levantarse, sentándose a mi lado y abrazándome.
Era un tacto suave y dubitativo, como si temiera molestarme al pasar sus brazos a mis lados. Podía sentir mi pulso aumentar y mis dedos apretarse de manera ansiosa.
- Quiero saber. Porqué mi corazón late tan fuerte? - habló en una interrogación que parecía tampoco tener respuesta. Me apretaba más contra él, tomando confianza a cada momento y liberando más sus brazos, deshaciendo su rigidez y acomodándose mejor. - Porqué me pongo tan nervioso cuando te acercas? - comenzó a esconder su cara en mi hombro. - Porqué me duele cuando me apartas? - confesó y algo dentro de mí me hizo sentir como un verdadero hijo de puta. Era verdad, lo apartaba, pero no creía que él siquiera lo notara. - Porqué no sé qué quiero ser exactamente contigo? - fue lo último que cuestionó, dejándome, de por sí, sin ninguna posibilidad de soltar palabra.
Mi pecho retumbaba debido al insistente latido de mi corazón, seguramente él lo sentiría igual, aunque, también podía confundirlo con el suyo propio, ya que, justo como había dicho, podía sentir sus latidos rápidos y sonoros. Seguramente, si prestaba atención, podría oír la hermosa melodía que componían juntos al latir sincronizadamente. Mi respiración yacía agitada también, a pesar de que no me había movido para nada, pero era el producto de mis nervios e inseguridades, que, a pesar de sus palabras, no me permitían pensar bien y reconocer a qué se refería con exactitud con sus preguntas.
Por primera vez, Jeon Jungkook me había confundido. Pero eso quedaba en segundo plano cuando, después de unos cuantos segundos que parecieron horas, me permití conservar la calma y disfrutar de aquel abrazo que, sin saberlo, desde el inicio había anhelado. Aquellos brazos blancos, que poco a poco iban tomando musculatura debido al entrenamiento y ejercicio que inició a practicar. Mismos que ahora, un año después, eran capaces de envolverme, bajando un tanto descaradamente hacia mí cintura, juntándome a él y a ese pecho que más de una ocasión me había dado tentación de hurgar para ver si, esos pequeños cuadritos que comenzaban a aparecer, eran de verdad. Su cara, tan linda e inocente, se posaba en mi hombro, como si hubiera esperado para eso, amoldando perfectamente con la unión de mi cuello, incluso podía sentir su respiración chocar contra mi piel. Pero no causaba ningún escalofrío incómodo ni nada por el estilo, al contrario, lograba calmarme. Se sentía tan bien solo ser sostenido de esta manera, que tampoco dudé en lentamente subir mis brazos a sus anchos hombros que, desde hacía meses, notaba que crecían y crecían, dejando a la vista una gran y muy pronto fornida espalda.
Devolví el gesto y sentí cómo algo en él se tensaba un poco. No estaba seguro de nada en este momento. No sabía si había cruzado el límite o si lo incomodé con mi acción. Pero él quitó todas esas ideas que comenzaron a atacarme, cuando se relajó y soltó un suspiro aliviado. Y sin saberlo yo también lo hice.
- Estoy confundido, Jimin-ssi. - dijo y yo solo pude reír por esa forma tan única que tenía para llamarme. - No te burles. - objetó un poco molesto.
- No me estoy burlando, no podría. - hablé y él elevó su mirada.
- Antes, siempre te burlabas de mí. - hizo un puchero involuntariamente. Sus delegados labios de conejo se veían aún más adorables de esa forma.
- Era porque me ponía nervioso. - confesé, y él abrió sorpresivamente su boca.
- Tú? Nervioso? - río aún sin creerme del todo.
- Sigo siendo humano, mocoso. - recordé, haciéndolo reír aún más. - Pero sí. Me pones nervioso.
- Tú también, pero, no sé qué me pasa. - se lamentó, parecía contrariado y frustrado. Quería ayudarlo, pero tampoco esperaba salir perdiendo. Sabía que podría ilusionarme fácilmente con él, lo había experimentado y no fue nada lindo de aceptar.
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°°La Manada°° [Kookmin] [Namjin] [Vhope]
WerewolfNamjoon, hombre lobo, alfa de una pequeña manada donde se encuentran Jin, Jungkook y Hoseok. Todos victimas sobrevivientes de cazadores, luchan por sobrevivir tratando de escapar de su pasado. Jimin y Taehyung, dos lobos solitarios que fueron "dest...