Cap: 13 Iré con Namjoon. (Sin corregir)

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- Jungkook, ve a ducharte. - oí que ordenó Jin desde el sofá.

- Ay, Jin! - renegó, ya que como aprendí, él odiaba bañarse tanto como yo cepillarme los dientes, aunque claro, eso no significa que ni yo me lave la boca, ni él se duche.

- Andando. - insistió sin más.

- Corre Jungkook, porque seguro que dentro de poco aparecerán pulgas por doquier. - dijo Hobi saliendo de la cocina.

Todos nos encontrábamos en la sala pasando el rato y mirando la televisión, algunos permanecimos en el piso y los mayores en el mueble, es decir, Jin y Nam.

- Claro que no. - respondió el nombrado un tanto ofendido. Aunque Hoseok tenía razón, ya no sabía ni que bichos podía llamar Jungkook con su olor.

- Cómo que no? Hasta acá puedo olerte. - se quejó haciendo una mueca de asco, provocando que yo me ría al ver las caras y gestos graciosos que hacía.

- Mentiroso. - sonrió y se avalanzó hacia él cambiando rápidamente a su forma lobuna.

Lo miré asombrado, ya que nunca antes lo había mirando transformado. Su lobo era negro, con un pelaje sedoso y tirando a tonalidades castañas a contra luz. Sus patas eran largas pero fornidas, al igual que su gran cola esponjosa y sus puntiagudas orejas. Era sin duda un animal muy hermoso.

- Agh! - el pobre Hobi solo atinó a caer con el lobo encima. Pero rápidamente, después de un sonido de huesos rompiéndose, pude ver otro lobo un poco más grande y delgado, de pelaje castaño tirando a rojizo.

Una vez su cambio terminó, moviendo la cola se dispuso a tirarse al contrario. Iniciando así, una persecución que, si bien era con fines de juego y diversión, no dejaba de ser brusco y altamente destructivo. Iban de un extremo a otro soltando mordidas y tirones suaves pero insistentes, haciéndolos gruñir y quejarse de vez en cuando. Rodaban y corrían entre la sala y el comedor del pequeño departamento, pasando por debajo de la mesa cuadrada y de madera que se tambaleó por la fuerza que ejercían. Sus uñas de las patas resonaban contra el piso de mosaico y provocaba que en ocasiones se resbalaran, pero aún así no se detenían.

Resultaba entretenido mirarlos jugar tan despreocupadamente, permitiendo a su lobo salir e interactuar con otros, sin siquiera preocuparse o temer ser descubiertos. Aunque también en ese estado era más evidente las diferencias de edades. Ya que, si bien el lobo de Jungkook era levemente más robusto de las patas, no dejaba de parecer aún un poco cachorro, sus grandes ojos avellanas brillaban al mismo tiempo que jadeaba sacando la lengua demostrando lo feliz que estaba. Por otro lado, Hoseok ya parecía un adulto, era más largo y alto, y de cierta forma sentía que se acomodaba demasiado bien a su complexión cuando tenía forma humana, eran muy parecidos evidentemente.

Miré a mi lado y ví los orbes de Tae iluminarse y sonreír mostrando su dentadura cuadrada y brillante que solo él sabía dar. Se movía inquieto, y yo sabía por qué. También podía sentirlo, mi lobo pedía y suplicaba que lo dejara salir para unirse al juego, de la misma forma que un perro le exige a su dueño un paseo. Pero este dueño malo se negó rotundamente, ya que sabía bastante bien todo el alboroto que se estaba creando en el departamento, incluso temía que alguno de los vecinos se molestara o nos acusara con el casero por supuestamente tener mascotas, las cuales estaban prohibidas aquí. Por lo que me coloqué firme, oyendo el lamento y chillido de mi pobre instinto al ver que me negaba a transformarme.

Y Tae al verme, entendió toda la situación y también se abstuvo por cruzar los brazos y continuar únicamente mirando con cierta nostalgia al par de torbellinos que no dejaban de dar vueltas de aquí a allá, tirando uno que otro mueble o silla, intensificando la persecución.

°°La Manada°° [Kookmin] [Namjin] [Vhope]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora