°°La Manada°° [Kookmin] [Namjin] [Vhope]

Cap: 35 Corazón! (Sin corregir)

POV Jimin:

- Jin. - decía el mismo nombrado, mirando al menor con expectación.

- Ji. - murmuraba a medias el bebé, abriendo su boquita y mostrando su único diente en su encía superior, el cual, había surgido casi una semana después de que estuviera con nosotros.

- No, Ji-n - pronunciaba lentamente, moviendo sus labios con exageración, recibiendo una mirada extraña del niño, quien, cabía destacar, no estaba para nada contento.

- Ji. - pareció concluir, volteando su carita, dejando de prestarle atención, chupando su dedito índice y observando la televisión, estando sentadito en una silla, atado a esta de la pancita para que pudiera estar totalmente erguido.

- ... - el alfa mayor solo hizo una mueca de frustración al ver lo obstinado que era mi bebé. - Mocoso, tienes que decir mi nombre primero. - refunfuñó, pues, desde que descubrimos que el niño hacía el intento por comenzar a hablar, él fue el que se apresuró a secuestrarlo y sentarlo casi enfrente suyo en la pequeña sala, repitiendo una y otra vez su nombre para conseguir que el cachorro lo dijera.

- Ji... - seguía balbuceando, al mismo tiempo que parecía hacer sonidos raros, indescifrables.

- Jimin, el cachorro está roto, no habla bien. - se quejó el mayor, dejándose caer en el mueble y viéndolo con fastidio, mientras que el otro solo se veía sus manitas y chupaba su dedo. - Jimin. - llamó, cuando se dió cuenta de que yo no atinaba a nada más que sonreír bobamente al ver lo adorble que era.

- Ji... - continuaba, frunciendo su ceño con algo de molestia al trabarse. - Ji... Min... - pausó y giró lo más que pudo para mirarme, aunque, debido a la silla y al abrigo que lo sostenía pegado a ella, no pudo hacerlo muy bien. - Ji-min... - con dificultad, insistió, dejándonos atónitos a mi hyung y a mí, estáticos y con los ojos muy abiertos. - Jimin. - sonrió, extendiendo su bracito hacia mí, sin soltar su dedo con su boca, mostrando sus encías rosadas y lindas, desapareciendo sus ojitos por culpa de sus mejillas. - Jimin! - se impulsó con sus piernas para llamar más la atención, pareciendo desesperado por que lo sostuviera de una vez, haciendo una pequeña mueca al ver que yo no lo hacía aún, pero, es que, yo todavía estaba tratando de digerir lo que acababa de hacer. - Mgh... - y, entonces reaccioné, pues, él estaba atentando con ponerse a llorar ahí mismo.

- Vaya! - por supuesto, me emocioné y alegré demasiado al verlo hablar por primera vez, diciendo mi nombre. - Muy bien, bebé! - no sabía exactamente qué decir o qué hacer, por lo que, solo me aseguré de demostrarle lo feliz que estaba, caminando hacia él y quitándole el amarre de su cintura para poder cargarlo adecuadamente. - Muy bien! - entonces, él también sonrió, dejando en paz su pobre dedo ensalivado y soltando una que otra pequeña carcajada, dejando que acaricié su diminuta naríz con la mía.

- Cuál "muy bien"? - reclamó el contrario, poniéndose de pie. - Era Jin! No Jimin, mocoso! - habló rápidamente, negando y fingiendo ofensa, al mismo tiempo en que era ignorado por el pequeño.

- Ah, pero tenía que decir el nombre de su papá para empezar. - le dije, riendo al verlo tan indignado, abrazando con mucho cariño a mi bebé, impregnándolo y sintiéndome tan orgulloso y alegre que, estaba seguro que mi sonrisa no podía ser más grande de lo que ya lo era.

- Solo lo disculparé porque ya está hablando y parece que no está roto. - justificó, señalando con su dedo y mostrando una curva igual de contenta con sus labios.

- Mh. Eso está bien para mí. - asentí, conforme y olfateándolo.

- Qué pasa? Se está hechando a perder? - hizo un gesto de asco, alejándose un poco, y causándome más gracia.