Cap: 38 Lo siento. (Sin corregir)

1K 154 37
                                    

Temí, por mi futura descendencia que, nunca llegaría si mis suposiciones eran ciertas y si Jin hyung era quien estaba detrás mío.

En ese instante, le recé a todos los santos que recordaba, tanto paganos, religiosos, o hasta a la mismísima Diosa Luna. Pedí porque me protegiera ante está persona que estaba a mis espaldas.

— Jimin, atiende a ese niñ— antes de que pudiera regañarnos, se quedó quieto, tan sorprendido como yo.

— J-jin hyung... - balbuceé, deseando que, por la misma oscuridad, no se percatara de la situación en la que nos encontrábamos, ni que oliera las feromonas de Jimin, quien estaba enfrente mío, con las piernas cerradas pero mi mano entre ellas, siendo cubierto por mi espalda, que era lo único que podía verse de ambos.

— Ah, desgraciados calenturientos, cabrones hormonales, qué se supone que están haciendo?! - interrogó, gritando, por supuesto, lanzándome un escalofrío que, diferente a los anteriores, solo me provocaba miedo.

— P-puedo explicarlo... - traté de decir, aunque, realmente, no había mucho que explicar, además, no era como si estuviera cometiendo algún delito.

— Explicarlo tus huevos que, dentro de poco, no tendrás! No puedo creer que estén haciendo esto cuando el niño está llorando! - regañó, entrando sin vergüenza al cuarto, solo para tomar a Yoongi entre sus brazos y salir de nuevo, sin mirarnos, afortunadamente.

— Está en celo, bien?! - aclaré, alzando la voz y sacando valor de mi pena.

— Cierra, Hyung. - oí la voz de Hoseok desde el pasillo, y, eso solo me ponía más sonrojado, esto era tan vergonzoso.

— Qué pasa? - era Namjoon hyung, y, se escuchaba recién despierto, seguramente por el alboroto.

— Ah~ Jungkookie~ - y, para empeorarlo, Jimin recuperó su voz pero no su consciencia, gimiendo bajito, inquieto y removiéndose. - T-tus dedos. - se quejó, curvando su espalda tan sensualmente que, en otras condiciones me hubiera puesto más duro, pero, ahora solo hacía a mi lobo gruñir para querer protegerlo de los demás, pues estaba en un estado vulnerable, mientras que yo solo me quería volver más grande para curbir su cuerpo desnudo, a pesar de saber que, seguramente, nadie lo estuviera mirando. - M-más~ - lloriqueó, moviendo sus caderas.

— Jimin, shhh, Jimin... - acaricié su pierna para reconfortarlo, pues, él no estaba del todo en sus cinco sentidos y, sería normal que se alterara por cualquier cosa que le disgustara.

— Cuando terminen hablaremos, bien? No hagan ninguna tontería. - advirtió y concluyó Jin hyung, lanzando algo hacia la colchoneta y cerrando, al fin la puerta, dejándonos solos y en un silencio que, solo era roto por los diminutos quejidos de mi novio.

Entonces, me permití respirar, soltando mis músculos y sintiendo cómo el alma parecía volverme al cuerpo, casi olvidando mi excitación y desmayándome al lado de Jimin, quien, extrañamente se había quedado algo tranquilo, aunque aún se removía incómodo, dejándome recuperarme del susto gracias, en parte, por la palpitante erección que guardaba en mi pijama, pudiendo observar aquello que nuestro mayor nos había lanzado, dislumbrando, entre la penumbra, algo parecido a un sobre, mismo que me estiré y tomé a tientas, sintiendo la envoltura parecida a algún aluminio o algo así, casi como las bebidas en polvo que comprábamos en las tiendas de conveniencia a veces, solo que, este, en las orillas, parecía resguardar alguna especie de aro, el cual se sentía aún dentro del empaque. Yo no era idiota, a pesar de que ahora me sintiera como uno, pues, por más que buscara en mi mente alguna razón por la que mi Hyung me hubiera lanzado algo así en una situación como esta, no encontraba ninguna, palpando con mis dedos el objeto y percatándome, además, de que, no solo era uno, pues, a su lado, también se encontraban otros dos. Las puntas y orillas se sentían como si fueran de esos sobres que se destapan solo con los dedos, por lo que, queriendo descubrir su contenido, saqué, lo más suave que pude, mis dedos del interior de mi chico, el cual, el cual ya se percibía más dilatado y bastante húmedo, era como si no pudiera dejar de producir aquel líquido viscoso en ningún momento. Escuché su quejido y cómo se inquietaba, comenzando a quejarse, seguramente por lo incómodo que se sentía estar de nuevo vacío, aunque, la sola idea me hacía avergonzar.

°°La Manada°° [Kookmin] [Namjin] [Vhope]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora