Harriett
Hannah era infinita.
A veces podía tener ideas tan absurdas como teñirse de rubia y pelirroja en una sola noche, otras veces tenía ideas peligrosas como conducir una motocicleta en medio de la nieve para ir a comprar ingredientes para preparar sus deliciosos platillos.
Hannah era infinita.
Eso decía mamá, cuando hacía una estupidez, cuando tenía una idea brillante, cuando le sacaba un grito de furia, cuando los ayudaba a superar algo, cuando se le ocurrió la idea de turnarnos para visitar al abuelo cada año nuevo.
''Eres infinita, mi amor''
Hannah era infinita, era estúpida, era brillante, un rayo de sol, una fuerza de la naturaleza, era mi hermana, era mi compañera de vida y ahora se ha ido, ha dejado de existir, ha dejado sus huesos bajo tierra y su infinito se esfumó, ha dejado de ser infinita.
''Hannah está muerta'', me gritó Haynes cuando me senté frente a su tumba dos horas, cuando me rehusé a abandonarla, me gritó sin compasión y me obligó a volver a casa, me obligó a quedarme en Haywards Heath un mes para tomar terapia, me obligó a mejorar, hasta que mentí y pude volver a casa. Mentí porque yo jamás voy a mejorar, no sé cómo se mejora de la muerte de un familiar y mucho menos de alguien como Hannah.
—Harrie, estoy por llegar con el abuelo y solo quería recordarte que... bueno, quisiera que vieras lo preciosa que se ve la nieve —suspira—, en fin, me estoy desviando, solo quería recordarte que te amo y cuando vuelva te voy a abrazar hasta que las cosas se solucionen y dejes de ser una maldita cobarde —escucho su risa—. Solo bromeo, te amo hermanita, eres la Cromwell más poderosa que ha existido en la historia de los Cromwell y puedes con todo. Siento haber peleado, sabes que lo odio —vuelve a suspirar—. Nos vemos mañana.
Vuelvo a reproducir el mensaje con los audífonos puestos y lloro sobre mi computadora.
—Harrie, estoy por llegar con el abuelo y solo quería recordarte que... bueno, quisiera que vieras lo preciosa que se ve la nieve, en fin, me estoy desviando, solo quería recordarte que te amo y cuando vuelva te voy a abrazar hasta que las cosas se solucionen y dejes de ser una maldita cobarde —su risa—. Solo bromeo, te amo hermanita, eres la Cromwell más poderosa que ha existido en la historia de los Cromwell y puedes con todo. Siento haber peleado, sabes que lo odio. Nos vemos mañana.
Cierro la computadora de un golpe y me saco los audífonos para levantarme de la cama, me siento frente a mi ventana y vuelvo a mirar mi calle, silenciosa. Recargo la barbilla en el marco de la ventana, el viento seca mis lágrimas y me deja el rostro duro.
Imagino como sería estar en Inglaterra y lo aterrada que me encontraría, decido que ya no puedo más, salgo de mi habitación, del departamento, subo las escaleras hasta el techo y me dejo caer en el suelo, cerca de la cornisa, entonces respiro, dejo salir el aire que no podía salir en la habitación, las lágrimas que no podía soltar por miedo de despertar a alguien, dejo salir mi dolor hacia el viento, esperando que se lo lleve.
Si, Hannah era infinita.
Cuando abro los ojos estoy en el sofá del departamento, la tetera hace aquel sonido y el viento de la ventana me causa escalofríos, todo vuelve a su lugar.
—Harriett, ¿dormiste aquí?
—Si, tenía... calor.
—¿En octubre?
—Si.
Lara camina por todo el departamento mientras abotona su camisa y peina su cabello.
—Voy tarde —se mueve nerviosa— y tengo junta de padres.
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Cuando Un Infinito Termina (corrigiendo)
RomanceAbby lo quería, de eso estaba seguro, pero hacía muchos años que había dejado de sentir la chispa que ahora sentía por otro y eso lo asustaba, cada vez que despertaba estaba aterrado, siempre aterrado de que alguien más tomara su lugar. Jack estaba...