28. Brújula (parte 1)

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Estaciono el coche frente a un gran edificio blanco, moderno y con suficiente iluminación como para apagar todas las luces de la ciudad y aun así seguir teniendo luz en cada esquina, aunque creo que estoy exagerando gracias a los nervios de ver a mi mejor amiga con el corazón roto. Ella camina con seguridad, como si ya supiera la respuesta de Blake, entra al edificio como si fuera la dueña, pero al entrar al elevador toda esa imagen se desmorona.

—¿Y si dice que no? —se toca el pecho—. Dios, ¿Qué haré?

—Dile que era broma.

Pone una mano en su cintura y me mira con irritación.

—Lo siento.

—No tengo anillo —se cubre la boca.

—¿Qué ocurrió con eso de ''otros tiempos''? —hago comillas.

—Un anillo es básico, además él es tan vanidoso...

—¿Más que tú?

—Si.

—Tienes un problema.

El elevador se abre y ella me mira con terror.

—¿Qué le digo?

—¿Lo harás o no? —me cruzo de brazos.

—Si —toma aire antes de salir.

Camino detrás de ella hasta una enorme oficina de puerta blanca en donde se lee el nombre Blake Hawckett en grandes letras doradas.

—Que presumido.

—Harriett.

—¿Irás?

—Debo tomar aire.

Miro mi reloj, cerca de la hora en que Jack me llama todos los días.

—Rápido.

—¿Me esperarás aquí?

—Estaré en la cafetería.

—Espera.

Se busca en los bolsillos del pantalón y saca una tarjeta blanca atada con una cuerdita dorada con letras negras.

—¿Necesito un pase?

—Son lugares elegantes —se encoje de hombros.

—Suerte —tomo la tarjeta.

—Gracias.

Ella entra a la oficina sin golpear antes, así que la dejo sola y regreso abajo, en donde debe estar la cafetería.

Jackson

Salgo un momento al patio de la casa de Olivia para hacer la llamada diaria a Harriett y ella responde de inmediato.

Adivina.

—Eso era mío.

Adivina —repite, más insistente.

—¿Te llamaron de la película?

Eres pésimo en esto —resopla—. Lara está pidiéndole matrimonio a Blake.

Como siempre, se desespera y no aguanta a que yo adivine.

—¿Qué? —casi grito.

No puedo creerlo, no cuando había convencido a Blake de dejar el tema de lado, no quisiera que rechazara a su amiga.

—Si crees que la va a rechazar dímelo ahora para entrar y salvarla.

—La va a rechazar —afirmo, pero me doy cuenta de que no estoy completamente seguro—. ¡No lo sé!

Cuando Un Infinito Termina (corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora