29. Extraños

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Harriett

El mes terminó tan rápido como los ensayos de la obra, el tiempo pasó tan deprisa que apenas pude pensar en el viaje a Inglaterra, entre los ensayos, búsqueda de un nuevo empleo, la boda de Lara y el asunto de pensar todo el día en Jack, terminé tan exhausta que ni siquiera me dio tiempo de escribir los pros y contras de ir a Inglaterra en navidad, solamente llegué a la conclusión de que volver a Haywards Heath no solo me lastimaría, sino que me mataría por dentro, volver a ver los lugares a los que solía ir con Hannah, las amigas de Hannah, el exnovio de Hannah, la vida que dejé allá cuando decidí mudarme a Los Ángeles, todo eso le pertenecía a Hannah y no estamos hablando de una bufanda amarilla o libros o un anillo, es su casa, toda su ropa, su gato, las pertenencias que compraba en bazares, su vida, no puedo tomar la vida de mi hermana y hacerla mía.

—¿Qué dices tú? —Lara interrumpe mis pensamientos.

—Es bellísimo —le responde Natalie.

—Eso dices de todos —la señala.

—Porque te ves asombrosa en todos.

Hemos estado tres horas visitando cada tienda de novias que encontramos, su prometido quiere diseñar su vestido, pero ella quiere visitar las tiendas para inspirarse y tomar champaña con nosotras, así que nos vemos obligadas a escucharla quejarse de todos los que se pone.

—Harriett —me mira—. ¿Qué dices tú?

—¿Por qué solo me preguntas a mí?

—Porque me dirás la verdad.

—Bueno... —me lleno de champaña para evitar hablar, pero eso también me delata—. Es espantoso, Lara.

—¿Por qué?

—El anterior fue el indicado —la señalo—, ese te hace ver como una papa.

—Harriett —me regaña Natalie.

—Ella quiere la verdad.

—Gracias —Lara se baja del escaparate y me abraza.

—De nada.

—¿Quieren ir a comer algo? Yo invito.

—Claro, ahora eres millonaria —comenta Caitlyn.

—Oye —la señala—, no dirán que quiero casarme por dinero.

—Si quisieras casarte por dinero te habrías quedado con ese Italiano del año pasado —se burla Nat—. ¿Lo recuerdan?

—¿El pervertido o el que tenía un hermano menor?

—El del hermano menor.

—Estaba en la clase de Lara cuando enseñaba en secundaria —recuerdo.

—Curiosamente, Blake es Italiano.

—No puedo creer que Lara se case antes que nosotras —Caitlyn se lamenta.

Lara decidió que quiere casarse en Abril porque, según sus palabras, es un clima perfecto para una luna de miel en Aruba.

—Vamos a ver sus vestidos —la escucho aplaudir mientras se desviste dentro del vestidor.

—Solo si nos dices quien será la dama de honor —le grita Natalie.

—Serás tú, Natalie —sale del vestidor con su ropa normal—. ¿Feliz?

—Si —me mira—, pero no quiero organizar nada.

—Seguro —le sonrío—. Para eso está la novia, para hacerle la vida más fácil a la dama de honor.

Mi celular interrumpe lo que Natalie estaba por responder, así que me levanto para contestarle a Haynes.

Cuando Un Infinito Termina (corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora