Harriett
Podría decirse que todo (para tratarse de mi) transcurrió con una normalidad brillante, excepto por la locura de ser novia de una persona importante para programas de chismes como el de la hermana de Jack, además de eso, todo parece ir excelente con Jack, las cosas no han cambiado, aceptó celebrar mi cumpleaños en la tranquilidad de mi departamento viendo películas británicas y las peleas que hemos tenido han sido porque tiene la aparente necesidad de trabajar en exceso y yo la de no trabajar en absoluto, lo que no le molesta, pero a mi si me molesta que trate de mantenerme económicamente.
Casi más de tres semanas después, estoy en mi departamento mirando al techo mientras le doy vueltas al anillo de compromiso en mi dedo anular, sin saber exactamente cómo llegué aquí, eso me hace replantarme todo lo que he hecho desde mi cumpleaños: Llevar una relación preciosa con Jack, bien, hacer audiciones para cualquier obra que pudiera, bien, organizar la boda de Lara, cansado, ponerme su anillo de compromiso, mal, porque ahora no puedo sacarlo.
—¿Te pusiste aceite?
—Si —me incorporo—. ¡Y fue una pésima idea!
Hace una hora que Caitlyn y yo intentamos quitarme el anillo, intentamos con aceite, jabón y grasa de pavo, nada funcionó. Todo comenzó cuando Lara dijo:
—Sería un honor para mí que seas mi madrina de anillos.
—¿Qué eso no lo hace un padrino? —interfirió Cat.
—Si, pero no confío en ninguno de los padrinos de Blake —arrugó la nariz—. ¿Sabes que su hermano lo detesta?
—Comprensible —asentí y tomé su caja de anillos.
Así fue como terminamos aquí, justo después de la brillante idea de Caitlyn de girar el anillo siete veces en mi dedo.
—La boda es en una semana —me desespero.
—Si te lo quitamos en una semana —quita su sonrisa nerviosa y pone cara de tener una idea—. ¿Llamamos a los bomberos?
—¡¿Y qué van a hacer los bomberos?!
—¡No lo sé! —grita—. No sé qué hacer.
—Le diré —me levanto de la cama.
—No le puedes decir, se molestará.
—No...
La puerta del departamento se abre y Caitlyn cambia su gesto a una preocupación extrema, cierra la puerta de mi habitación y me mira con pánico.
—Nos están robando.
—¿Quién robaría aquí? —pongo los ojos en blanco y abro la puerta—. ¿Quién te dio llave?
Lara saca cosas de nuestro refrigerador mientras lee la hoja de máquina que le di esta mañana.
—Nunca se las devolví —se encoje de hombros—. ¿Puedes ayudarme con mis votos?
—¡No! Los votos son algo que escribes desde el corazón —Caitlyn corre desde mi habitación.
Escondo mi mano izquierda en mi espalda y, por primera vez, concuerdo con Caitlyn, pero supongo que es porque quiero que se vaya.
—Si —asiento—, deberías ir a tu departamento y... Escribir lo que te salga del corazón.
—Pero...
—Mientras —camino hasta el perchero, con la mano en la espalda—, yo iré a ver a mi novio, ya sabes, porque...
—Por su cumpleaños —asiente—, se me hacía raro.
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Cuando Un Infinito Termina (corrigiendo)
RomanceAbby lo quería, de eso estaba seguro, pero hacía muchos años que había dejado de sentir la chispa que ahora sentía por otro y eso lo asustaba, cada vez que despertaba estaba aterrado, siempre aterrado de que alguien más tomara su lugar. Jack estaba...